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Gustavo GodoyGustavo Godoy

¿Por qué Wall Street está escéptico sobre la economía?

Algunos en Wall Street están escépticos sobre la economía, a pesar de los datos positivos. La incertidumbre podrían generar volatilidad en los mercados.

¿Por qué Wall Street está escéptico sobre la economía?
Opinión

La economía estadounidense parece estar en su mejor momento. Los números lo dicen todo: la inflación está bajo control, el producto interno bruto crece a un ritmo impresionante y el mercado laboral se recupera de la crisis provocada por la pandemia. Sin embargo, no todos comparten el optimismo que reflejan estos datos. Muchos economistas y analistas de Wall Street tienen una visión más prudente y moderada del panorama económico. ¿A qué se debe esta discrepancia entre lo que dicen los números y lo que piensan los analistas?

Los datos no lo son todo

Una de las razones que explican esta divergencia es que los datos económicos no son perfectos. Estos datos suelen ser volátiles y sujetos a revisiones, por lo que no siempre muestran la realidad de forma precisa y oportuna. Además, los datos económicos no capturan todos los aspectos que influyen en el desempeño económico. Los economistas y los inversores tienen en cuenta otros factores que pueden afectar a la economía, como las políticas monetarias y fiscales, las tensiones comerciales, los riesgos geopolíticos y las expectativas de los consumidores y las empresas.

El crecimiento no es sostenible

Otra razón que explica esta divergencia es que algunos economistas y analistas de Wall Street consideran que el crecimiento económico actual es insostenible. Estos economistas y analistas prevén que el crecimiento económico se ralentizará en el futuro. La Fed, banco central del país, ha decidido subir las tasas de interés para enfriar la economía. Pero este movimiento no tiene un efecto inmediato, sino retardado. Es como si la Fed pisara el freno de un coche que va a toda velocidad. El coche no se detiene al instante, sino que sigue avanzando unos metros antes de reducir la marcha. Lo mismo ocurre con la economía. La subida de las tasas de interés tarda un tiempo en trasladarse a los precios, los salarios, las inversiones y el consumo. Pero, tarde o temprano, este efecto se sentirá.

El rompecabezas económico

Así, hay una brecha entre lo que dicen los datos económicos y lo que piensan algunos economistas y los inversores de Wall Street. Esta brecha se debe a que los datos económicos no son infalibles y a que los economistas y los inversores tienen en cuenta otros aspectos que pueden influir en la economía. Así, mientras que los datos económicos muestran que la economía está en auge, muchos en Wall Street están comenzando a pensar de otra manera. Así lo han reportado algunos medios como The Wall Street Journal.

La economía de Estados Unidos es como un gran rompecabezas que nunca se termina de armar. Cada pieza representa un dato, un análisis o una expectativa que nos ayuda a entender cómo funciona el sistema. Pero las piezas cambian constantemente de forma, color y posición, y a veces faltan o sobran.

El papel de las expectativas

Las expectativas son las que mueven a Wall Street, el corazón financiero del mundo. Los inversores no solo miran el presente, sino que también imaginan el futuro. Y según lo que esperen, compran o venden acciones, bonos o divisas. Así influyen en el valor de las empresas, el dinero y la economía.

Pero las expectativas no son iguales para todos. Las autoridades y las instituciones financieras tienen visiones distintas sobre la economía. Las autoridades piensan en el largo plazo y en el bien común. Las instituciones financieras piensan en el corto plazo y en el beneficio propio. Esto puede generar conflictos en la forma de interpretar la información y de tomar decisiones.

Por ejemplo, la Reserva Federal (Fed) ha subido las tasas de interés para frenar la inflación. Pero algunos inversores creen que se ha pasado de la raya y que puede provocar una recesión. 

Cuando el consenso se rompe

La economía es como un gran barco que navega por el océano. Para que el viaje sea seguro y tranquilo, se necesita que todos los que están a bordo remen en la misma dirección. Pero a veces, eso no ocurre. A veces, hay discrepancias entre los que dirigen el barco y los que lo financian, entre los que hacen las leyes y los que las cumplen, entre los que observan el horizonte y los que miran el fondo del mar. Estas discrepancias pueden ser el inicio de una tormenta.

Cuando Wall Street y la Fed no se ponen de acuerdo sobre el rumbo de la economía, cuando las autoridades privadas y las públicas tienen visiones opuestas sobre el bienestar social, cuando los analistas de distintos sectores tienen expectativas diferentes sobre el futuro, se rompe el consenso. Y cuando se rompe el consenso, se crea incertidumbre. Y cuando se crea incertidumbre, se genera volatilidad.

La volatilidad es la oscilación de los precios de los activos financieros. Es una medida del riesgo y de la oportunidad. La volatilidad puede ser positiva o negativa, dependiendo de la posición y de la estrategia de cada inversor. Pero lo que es seguro es que la volatilidad implica movimiento, cambio, sorpresa. La volatilidad es la expresión de la complejidad y la diversidad de la economía.

Por eso, cuando el consenso se rompe, hay que estar preparado. Hay que estar atento a las señales que emiten los datos, los expertos y los mercados. Hay que estar informado, educado y capacitado para tomar decisiones inteligentes y responsables. Hay que estar dispuesto a adaptarse, a innovar y a aprovechar las oportunidades. O sea, hay que apretarse el cinturón, porque el viaje puede ser turbulento.

¿Qué podemos concluir?

La economía es un sistema complejo y dinámico que está en constante evolución. La información que tenemos es siempre parcial y las expectativas son subjetivas. Por eso, siempre habrá diferentes formas de ver la economía y de elegir las mejores políticas. Las discrepancias entre los datos y las opiniones podrían incrementar la volatilidad y la incertidumbre en los mercados financieros.

En este contexto, debemos estar atentos a las señales que emiten tanto los datos económicos como los economistas y los inversores de Wall Street. Estas señales pueden tener un impacto en el valor de las criptomonedas

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.