Bitcoin es una moneda digital que nació en 2009, fruto de la visión de un misterioso creador llamado Satoshi Nakamoto. Desde entonces, ha vivido momentos de gloria y de crisis, pero siempre ha mantenido su esencia de ser descentralizada, segura y escasa.

La historia de Bitcoin la escriben los vencedores, aquellos que creyeron en su potencial y se atrevieron a invertir en ella cuando nadie más lo hacía. Y ahora que el sentimiento alcista se impone, nadie quiere apagar el fuego. Al contrario, quieren avivarlo más, porque están convencidos de que Bitcoin es el futuro del dinero.

¿Alguna vez has escuchado la historia de aquel que compró bitcoins cuando valían unos pocos dólares y ahora es millonario? ¿O la de aquel que vendió su casa para invertir en la criptomoneda y ahora vive como un rey?

Seguro que sí, y seguro que te han impresionado. Tal vez hasta te han inspirado a seguir sus pasos y apostar por Bitcoin como la mejor inversión de tu vida. Pero, ¿sabes lo que no has escuchado con tanta frecuencia? La historia de aquel que compró bitcoins cuando estaban en su máximo histórico y luego los vio caer en picado. O la de aquel que invirtió todos sus ahorros en la criptomoneda y luego los perdió por un hackeo, una estafa o un error. Estas historias existen, y son muchas más de las que crees. Pero no las oyes tanto, porque nadie quiere contarlas. Y tampoco las buscas, porque no quieres saberlas. Esto es lo que se llama el sesgo de supervivencia, y es uno de los mayores enemigos de los inversores en Bitcoin.

Se trata de un sesgo. No se trata de una intención consciente de engañar. A veces, nuestra mente nos juega malas pasadas. Sin darnos cuenta, podemos tener ideas o actitudes que no se ajustan a la realidad, sino que la deforman o la favorecen. Estas ideas o actitudes se llaman sesgos. El sesgo cognitivo nos hace interpretar las cosas de acuerdo a lo que ya creemos.

Los sesgos pueden afectar a lo que hacemos, pensamos, sentimos y recordamos, y no siempre de forma positiva. Por eso, es bueno saber que existen y tratar de evitarlos. Una forma de hacerlo es buscar información de calidad, que sea variada y que nos ayude a ver las cosas desde diferentes perspectivas.

El sesgo de supervivencia es un fenómeno psicológico que nos hace prestar más atención a los casos exitosos que a los fracasados, y que nos lleva a creer que el éxito es más probable y más fácil de lo que realmente es. Así, nos formamos una imagen distorsionada de la realidad, que nos hace tomar decisiones basadas en la ilusión y no en la evidencia. Esto puede tener consecuencias muy negativas para nuestra economía y nuestra felicidad.

Bitcoin es un activo muy propenso a generar el sesgo de supervivencia, por varias razones. Una de ellas es su alta volatilidad, que hace que su precio fluctúe de forma impredecible y que pueda subir o bajar de forma drástica en poco tiempo. Esto crea una sensación de urgencia y de oportunidad, que nos empuja a comprar o vender sin pensar. Otra razón es su escasez, que hace que haya una oferta limitada de bitcoins y que su demanda sea muy alta. Esto crea una sensación de exclusividad y de privilegio, que nos hace sentir que somos parte de un grupo selecto y exitoso. Otra razón más es su innovación, que hace que Bitcoin sea un producto novedoso y revolucionario, que promete cambiar el mundo y el futuro. Esto crea una sensación de admiración y de esperanza, que nos hace creer que estamos ante una oportunidad única e irrepetible.

Estas sensaciones son muy agradables, y nos hacen sentir bien. Pero también nos ciegan, y nos impiden ver los riesgos y los problemas que conlleva invertir en Bitcoin. Por ejemplo, el riesgo de perder dinero por una caída del precio, por una regulación adversa, por un fallo técnico o por un ataque malicioso. O el problema de la falta de seguridad, de transparencia, de liquidez o de legalidad que puede afectar a Bitcoin y a las plataformas que lo gestionan. Estos riesgos y problemas existen, y son reales. Pero los ignoramos, porque no queremos verlos. Y así, nos engañamos a nosotros mismos, y nos exponemos a sufrir decepciones, frustraciones y pérdidas.

¿Cómo podemos evitar caer en el sesgo de supervivencia al invertir en Bitcoin? La respuesta es simple: siendo más racionales y menos emocionales. Para ello, debemos seguir estos consejos:

Investiga a fondo: No te dejes llevar por la primera información que encuentres, sino que busca fuentes diversas y confiables, que te muestren tanto los éxitos como los fracasos de la inversión en Bitcoin. Así, tendrás una visión más completa y equilibrada de la realidad, y podrás tomar decisiones más informadas y acertadas.

Diversifica tus inversiones: No pongas todos tus huevos en la misma cesta, sino que reparte tu capital en diferentes activos, que tengan distintos niveles de riesgo y rentabilidad. Así, reducirás tu exposición a Bitcoin y a sus vaivenes, y podrás aprovechar otras oportunidades de inversión más seguras y estables.

Sé consciente de los riesgos: No te dejes llevar por la ilusión, sino que reconoce que la inversión en Bitcoin es muy volátil y puede cambiar en cualquier momento. No inviertas más de lo que estés dispuesto a perder, y establece unos límites de entrada y salida que te permitan proteger tus ganancias y minimizar tus pérdidas.

No sigas ciegamente a los “gurús”: No te fíes de todo lo que te digan, sino que evalúa críticamente la información y los consejos que recibas, y no tomes decisiones impulsivas. Recuerda que nadie tiene la bola de cristal, y que muchos de los que se presentan como expertos o líderes tienen intereses ocultos o agendas propias.

En conclusión, el sesgo de supervivencia es un enemigo que debes combatir si quieres invertir en Bitcoin de forma inteligente y responsable. Recuerda que el éxito no está garantizado, y que el riesgo es real. De esta manera, podrás tomar decisiones informadas y acertadas. De este modo, podrás aprovechar las ventajas de Bitcoin sin padecer sus inconvenientes.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.