Tal vez sí. Tal vez no. Todavía no sabemos a ciencia cierta los efectos que una crisis financiera prolonga podría tener sobre Bitcoin. Ciertamente que no podemos descartar un posible efecto negativo. No es una certeza, pero sí es una probabilidad. Sin duda alguna, se podrían presentar varios escenarios. Bitcoin aún es muy joven y no contamos con suficiente información sobre su comportamiento en diferentes circunstancias. Por el momento, solo podemos especular. Sin embargo, sí tenemos mucho material sobre el comportamiento típico de un inversor promedio durante una crisis. Los entusiastas de Bitcoin más devotos defienden a su activo favorito contra viento y marea. Según este grupo, motivado en gran medida por pasión e ideología, Bitcoin sube de precio siempre, en las buenas y en las malas. Sin embargo, el inversor promedio no siempre escucha a los criptomilitantes más radicales. El mercado rara vez sigue dogmas. ¿Podría una crisis financiera mundial perjudicar a Bitcoin?

Que un activo sea un excelente resguardo de valor no implica automáticamente que desempeñará bien durante una recesión. De hecho, los mejores activos tienden a colapsar durante una crisis. Son los periodos de bonanza los que por lo general benefician a los activos con mayores retornos. Las grandes ganancias casi siempre están asociadas a los grandes riesgos. Y obviamente la volatilidad es la antítesis de la seguridad. Claro que en tiempos de prosperidad los inversores se impregnan con un espíritu aventurero y toleran mucho mejor la incertidumbre. Aceptan lo novedoso y desconocido con mayor facilidad porque hay dinero de sobra. El dinero barato tiende a inflar las cosas. Las startups, las compañías en crecimiento y las empresas tecnológicas son las primeras en aumentar de valor durante un mercado alcista. Nadie quiere tener dinero fiat. La gente solo quiere gastar o invertir.

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Durante una crisis, por otro lado, aumentan de precio los activos menos atractivos, como el oro y el dinero fiat. El impulso principal es el miedo y los inversores se vuelven muy conservadores. Los artículos de primera necesidad suelen desempeñar un poco mejor, pero lo muy novedoso o arriesgado sufre muchísimo. Por lo general, una crisis trae deflación. Y la deflación es terrible para la economía. Si las personas por alguna razón dejan de gastar su dinero, esto disminuye la demanda. En consecuencia, las cosas bajan de precio y los ingresos disminuyen. La producción decrece y las empresas comienzan a registrar pérdidas. Eso, obviamente, crea desempleo. Eventualmente, la gente no puede pagar sus deudas. Y la crisis se profundiza formando una situación circular sumamente complicada. La gente no piensa en otra cosa que no sea en sobrevivir. La persona promedio no están piensan en invertir porque simplemente no tiene dinero para invertir.

Las crisis favorecen a todo el que tenga mucha liquidez y perjudican a los que no. Los activos se van al suelo. Hay quiebras por doquier. Y los despidos son masivos. Porque la producción baja y las deudas abundan, la capacidad de gastar se reduce y, en consecuencia, los ingresos. Pero el que tiene una buena reserva de dinero fiat puede comprarlo todo. Las personas se desesperan y venden sus posesiones a precios rebajados. Estas ventas no se hacen por gusto. Por lo general, se hacen por miedo o por necesidad. Como las monedas normalmente se fortalecen durante una crisis, para evitar la deflación, los Gobiernos tradicionalmente compran oro y otras monedas. También inyectan liquidez de diferentes maneras. Como comúnmente aumentan las tasas de interés para disminuir el endeudamiento y colocan nuevos impuestos, inyectan liquidez en el sistema a través de programas sociales y la compra de instrumentos financieros como bonos.  

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El coronavirus ha llegado en el peor momento. La economía mundial ha venido desacelerándose y el producto interno bruto de los principales países ha venido decreciendo. Esto es alarmante porque estamos endeudados hasta el cuello. Aunque macroeconómicamente no estábamos tan mal, la economía estaba dando señales de debilitamiento y los estímulos no estaban funcionando. Entonces, ahora llegó este bendito virus y vino a dar el toque mortal. La cuarentena está causando daños graves en la economía. Esto significa pérdidas económicas para las empresas y significa desempleo. Los mercados sobrevalorados, las deudas por el cielo, la producción por el piso y los ingresos desapareciendo son la fórmula perfecta para una gran crisis. Una recesión significa que gran parte de la población se colocará en modo de sobrevivencia y escogen la austeridad. Durante una recesión mundial, no hay dinero para nada. Solo para sobrevivir y pagar deudas.

El caso de Bitcoin es particularmente curioso. El activo nunca ha vivido una recesión mundial. Lo que quiere decir que no hay datos que podamos estudiar. Cualquier inversor podría asumir que por su alta volatilidad y altos retornos es un activo que requiere optimismo. Ideal para los periodos de crecimiento. Sin embargo, sería demasiado arriesgado durante una crisis. Incluso el oro que es un activo con siglos de experiencia y que normalmente en una crisis desempeña muy bien, en algunos casos le va mal. Sin embargo, dentro de la comunidad Bitcoin es prácticamente un consenso que Bitcoin es un activo ideal para una crisis. En otras palabras, durante la próxima recesión el precio de Bitcoin se va a la luna. Existe una fuerte narrativa de Bitcoin como un activo de refugio seguro. Las personas ajenas al criptoespacio se quedan boquiabiertos al escuchar esto. Pero para los Bitcoiners es una verdad casi sagrada.

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Francamente, considero que las afirmaciones sobre el comportamiento de Bitcoin durante una recesión mundial podrían hacerse después de que vivamos varias. Es decir, estas aseguraciones siempre son mejores con datos con respaldo y en estos momentos no los tenemos. Lo que tenemos son hipótesis. Lo que sí podemos decir es que Bitcoin durante sus 10 primeros años ha desempeñado de las mil maravillas. Y los datos afirman que sus mejores años han coincidió con los mejores años de S&P 500. En el corto plazo, parece ser un activo no correlacionado que a veces imita el comportamiento de las acciones bursátiles y veces no. Más allá de eso podemos decir muy poco. 

¿Por qué el bitcoiner promedio está tan convencido que Bitcoin se beneficiará en una crisis? Bueno, en parte es ideología. La comunidad cripto está repleta de anarquistas y libertarios con ideologías antisistema muy arraigadas. Y existe el mito de Bitcoin y Satoshi. O sea, el nacimiento de Bitcoin después de la crisis del 2008 como una moneda dura que nos salvará de todas las crisis. Claro que también hay otra razón. Pero pienso que es una confusión. Muchos confunden el riesgo del precio con el riesgo sistémico. En una crisis, tu dinero en el banco puede correr peligro. Caso Chipre o caso corralito en Argentina. Con Bitcoin, tenemos más control. Es decir, corremos menos riesgo sistémico. En países como Venezuela o Argentina que existe un fuerte control cambiario, por ejemplo, Bitcoin es muy útil. En los mercados negros. Para los no bancarizados. Pero esta seguridad sistemática no implica automáticamente estabilidad en el precio. Son dos cosas diferentes pero los Bitcoiners las unen como una sola (error). ¿Cómo se comportará el precio de Bitcoin en una recesión mundial? Ya lo veremos.