Escuchamos palabras nuevas todo el tiempo, pero no siempre sabemos el significado exacto de cada una de ellas. En muchos casos, la ignorancia es total. O sea, no entendemos un pepino. En otros casos, pensamos que sabemos el significado de una palabra, pero, en realidad, no lo sabemos con precisión. “Defi”, “NTFs”, “tokens”, “criptomonedas”, y “metaverso” son términos usados por diferentes grupos para vender distintas ideas. He ahí la ambigüedad. “El metaverso es el futuro”. ¿Qué significa eso? ¿Qué es el metaverso? ¿Dónde está realmente? ¿Y será rentable?
Comencemos rompiendo la copa. El metaverso, en realidad, no existe. Del mismo modo que el bosque no existe. Lo que, en realidad, tenemos son distintos proyectos creando una realidad digital en 3D donde los usuarios pueden interactuar entre sí. Entonces, tenemos espacios digitales, usuarios, interacción y el efecto de tridimensionalidad. La idea es que el usuario pueda disfrutar de una experiencia digital mucho más rica.
Ahora supongamos que creamos un centro comercial digital en 3D. Luego, vendemos los espacios a las marcas más reconocidas del mismo modo que lo haríamos con un centro comercial de cemento y acero. El usuario podría atender a un concierto o ver una película. Podría bailar, jugar, comer la comida o comprar la ropa del lugar en compañía de sus amigos. ¿Comida? Sí. Nada que un servicio de delivery no pueda solucionar. Estamos hablando de Facebook, Instagram, Amazon, Spotify, Netflix, videojuegos, galería de arte y más en uno. Todo al mismo tiempo y en 3D. Estamos hablando (potencialmente) de millones de personas en un mismo espacio.
Ahora bien, ¿cuánto podría costar el espacio de la entrada? ¿Cuánto podría costar los muros de la sala de conciertos? ¿Cuánto podría costar el alquiler de la sala de conciertos? Cualquier empresario con más de dos dedos de frente haría las siguientes preguntas: ¿Cuántos visitantes registra el centro comercial todos los días? ¿Cuál es el poder adquisitivo y el patrón de consumo del visitante promedio? ¿Cuál es la lista de propietarios? Lo que queremos escuchar es: millones de personas, millones de dólares, las mejores marcas del mundo.
Lo que, en realidad, se está vendiendo aquí es el número de seguidores. Un espacio en el metaverso, en teoría, es la garantía de un número X de usuarios. Lo que nos lleva a la primera oportunidad de negocios del metaverso: Los bienes raíces. En este caso, no nos referimos a la fertilidad de la tierra. Nos referimos a la cantidad de usuarios que un determinado espacio digital pueda ofrecer. En esta categoría, podríamos incluir a los objetos digitales (estéticos o utilitarios). Es decir, las cosas digitales que cohabitan con los usuarios en ese espacio.
Claro que en este momento el metaverso es más una idea que una realidad. Entonces, no podemos hablar de número de usuarios. Porque los usuarios están todavía en el internet convencional de 2D. Y el método más usado para obtener seguidores no es la compra de espacios, sino la publicidad, la creación de contenidos y el estudio de algoritmos. Entonces, me temo que la compra de artículos y terrenos del metaverso, en este momento, es mera especulación. Acabe descartar que mi uso aquí del término “especulación” no es peyorativo en lo absoluto. La proyección de usuarios potenciales en la ausencia de usuarios actuales es una necesidad en toda etapa temprana. Suponemos un futuro probable. Y, sobre esas expectativas, invertimos. O sea, especulamos.
Para nadie es un secreto que no todas las compras son utilitarias. Aplica en la vida. Y aplica en el metaverso. ¿Por qué un banco compra el edificio más costoso de la ciudad? Obvio que necesita el espacio para su personal y su clientela. Claro que hay un elemento utilitario en esta práctica. Sin embargo, la decisión también obedece a la imagen que el banco quiere proyectar como empresa. Se trata de un banco poderoso, solvente y confiable. Debe serlo. Después de todo, tiene el mejor inmueble de toda la ciudad. La ostentación es una forma de comprar prestigio. La ubicación te define socialmente.
El mundo del arte vive de este fenómeno. El gusto por la historia o la estética de una obra no justifica los precios astronómicos de hoy en día. La especulación y la ostentación, indudablemente, juegan un rol. Lo que me llega a mi nuevo punto. Más allá de la compra directa de objetivos digitales, el metaverso también ofrecerá oportunidades para nuevos servicios y profesiones. Seguramente, los negocios necesitarán orientación en más de un sentido. ¿Qué comprar? ¿Cómo diseñar? ¿Qué ofrecer? En fin, necesitaremos expertos en la materia. Lo que puede resultar bastante rentable.
Ahora bien, las personas interesadas en invertir en el metaverso también lo pueden hacer invirtiendo en las criptomonedas y las compañías que, de seguro, se verán más beneficiadas con su crecimiento: Facebook (ahora Meta), Microsoft, Fortnite, Ethereum, Decentraland, Sandbox, entre otras.
Entonces, podemos invertir en espacios digitales y en objetos digitales. Podemos invertir en criptomonedas o compañías del sector. O podemos ofrecer nuestros servicios y productos. Claro que entre tantas opciones cualquiera se pierde. La mayoría invierte con el corazón. En otras palabras, las personas se apasionan por un proyecto y colocan todas sus esperanzas en ese proyecto en particular. Sin lugar a dudas, esta es una manera de actuar. No siempre da los mejores resultados. Pero, sin lugar a dudas, es un camino. También podemos buscar la manera de invertir en todo el sector al mismo tiempo. Esto es posible mediante un ETF o un fondo especializado en el metaverso.
Por supuesto que no es fácil. ¿Cómo podemos diferenciar al proyecto bueno del malo? ¿La moda pasajera del proyecto con verdadero futuro? Con dificultad. Debemos, sin embargo, observar detenidamente el crecimiento en la comunidad de usuarios. Eso es fundamental. ¿Para dónde va la gente? Por otro lado, es importante seguirle el paso a los grandes inversores. ¿Qué proyecto están escogiendo los grandes capitales? JPMorgan, por ejemplo, ya anunció su incursión en el metaverso. ¿Dónde colocó su dinero? Walmart, Nike, Gap, Verizon, Hulu, PWC, Adidas, Atari y otros han dado muestras de interés. ¿Dónde están invirtiendo estas marcas? Hay que hacer la tarea.
¿Será rentable el metaverso? Todo indica que sí. Pero no hay fórmula mágica. La rentabilidad del metaverso se asemeja a la rentabilidad de Internet. Todo depende de nosotros. Será rentable en la medida que tomemos las decisiones más inteligentes. Así de sencillo.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.
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