El pánico se propaga como un virus. Hace unas semanas, el mercado se creía invencible. La posibilidad de un crash se desechaba, porque la codicia ciega. Sin embargo, el crash finalmente llegó. Ahora caímos en el otro extremo. El miedo nos invade y ahora somos paranoicos. ¿Seguirá bajando el precio de Bitcoin

El predecir es para las inversiones lo que la superstición es para la religión. Todos sabemos que nadie puede predecir el futuro. Los analistas no saben a ciencia cierta el futuro del precio. Sin embargo, todo el mundo hace predicciones. Son simplemente irresistibles. Todo el asunto es un arma de doble filo. Si, en un artículo como este, el articulista no habla con absoluta precisión sobre el futuro del precio, el lector cuestiona su sapiencia. Por otro lado, el articulista sabe que no debería hablar con precisión, porque hacerlo es prácticamente mentir. El problema es que un artículo sincero es lo menos que quiere el público. 

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Las predicciones son populares, porque obtienen muchos “likes”. He ahí la tentación. Las predicciones explotan el deseo desesperado de los inversores por obtener certezas en un mundo incierto. Pero he aquí un secreto: Son puras bananas. Las predicciones son un fraude. Claro que la ironía se presenta cuando reconocemos que invertir es una apuesta al futuro. Se asume que compramos barato hoy pensando que en el futuro el precio subirá. He ahí la esencia del negocio. Entonces, el precio de hoy depende mucho de nuestras suposiciones sobre el futuro. Lo que nos obliga realizar ciertas proyecciones. Pero aquí estamos más ante la lectura de tendencias y el estudio de probabilidades que de predicciones per se. 

¿Cómo invertir sin hacer predicciones? Con estrategia. La pregunta no gira en torno al precio del Bitcoin mañana, la semana entrante, el próximo mes o el próximo año. La gran pregunta debe girar en torno a la acción apropiada para hoy. Tres: ¿Comprar, vender o mantener? Se trata de sopesar los riesgos y las oportunidades. ¿Cuál fue nuestro precio de compra? ¿Ya recuperamos la inversión inicial? ¿Nos podemos dar el lujo de esperar más? 

Principio básico: Mientras más sube el precio de un activo, más riesgoso es. Lo que implica que Bitcoin en $60K es más riesgoso que un Bitcoin en $30K. ¿Comprar, mantener o vender? Yo diría que la balanza en este momento se inclina hacia comprar y mantener. Vender sería una locura. ¿Qué pasa si el precio sigue cayendo? Eso implicaría menos riesgos aún. Lo que colocaría a la balanza más hacia a comprar y mantener. 

Ahora bien, ¿por qué el pánico actual? Podría parecer contraintuitivo invertir en contra de los sentimientos de la mayoría. Muchos creen en la presunta sabiduría de las masas. Pero lo cierto es que las masas suelen ser irracionales. Sobre todo, en el corto plazo. De hecho, los pánicos suelen ser pasajeros. Lo que normalmente ocurre es que las masas tienden reaccionar de manera exagerada ante la posibilidad de adversidad, pero, paradójicamente, tienden a superar las adversidades reales con sorprendente adaptabilidad. Por esta razón, es mucho más sencillo proyectar las tendencias a largo plazo que las tendencias a corto plazo. Porque el corto plazo es demasiado emotivo. 

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Los mercados en este momento están en transición, porque estamos entrando en la etapa de la post-pandemia. Estamos experimentando una rotación. La economía está retornando gradualmente a la normalidad. Lo que, por un lado, está elevando las preocupaciones en torno a la inflación y, por el otro, están revitalizando a los sectores más afectados durante la pandemia. Los inversores están cobrando sus ganancias en el sector tecnológico para invertir en el sector “valor”. Por ejemplo, se está vendiendo Tesla para comprar McDonalds. 

Desde que la Reserva Federal de los Estados Unidos comenzó a inyectar liquidez en el sistema a diestra y siniestra, se está hablando de una sobrevaloración de los mercados. Particularmente, en las acciones llamadas “Growth stock”. Las Big Tech, en especial, crecieron muchísimo durante la pandemia creando un boom especulativo espectacular. Bitcoin se benefició bastante, porque en la mente de los inversores, Big Tech, Fintech, y Cripto entran prácticamente en el mismo saco. 

Durante esta rotación de los mercados, sin embargo, Bitcoin ha recibido un fuerte golpe, porque el mercado se está volviendo más conservador. Es decir, la producción y el valor está reemplazando la especulación y el crecimiento. Los inversores están evitando asumir más riesgos en el sector tecnológico, porque los sectores más tradicionales están ofreciendo grandes oportunidades en estos momentos. Una cadena de cine, una red de hoteles, o una aerolínea, activos en este momento infravaloradas debido a la pandemia, pueden estar ofreciendo más oportunidades que una Big Tech ya bastante sobrevalorada. 

Ahora bien, esto puede resultar bastante extraño, porque, desde un principio, Bitcoin ha sido presentado, por parte de los criptolibertarios, como un activo esencialmente conservador. Un “oro digital” más seguro que el oro y el dólar, diseñado para protegernos de la inflación. Bueno, señores y señoras, me temo que esto es una quimera. Por ahora, tan solo una aspiración. La realidad es que Bitcoin es un activo especulativo altamente riesgoso. Los inversores acuden a Bitcoin para hacer dinero a lo grande. No para reformar el sistema monetario mundial e instaurar la utopía libertaria. El activo es sumamente volátil. Muy peligroso. Debido a su compartimento en el portafolio, se parece más a Tesla que a un activo “seguro” como un Bono del Tesoro o el oro. 

La inflación anual (EE.UU.) se colocó en un poco más del 4%, pero Bitcoin en cuestión de días perdió 50% de su valor (tomando su máximo). Por mucho que los criptolibertarios insistan en presentar a uno de los activos más volátiles en existencia como un oasis de seguridad y estabilidad, los inversores no son tan ingenuos. La volatilidad es riesgo. Y, en tiempos de incertidumbre, los inversores suelen evadir el riesgo. Se vuelven más conservadores. Comprando dólares, euros, oro, bonos del Tesoro, acciones defensivas, compañías de “valor”. Así de sencillo.

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Se podría decir que este periodo de transacción, que está creando tantas incertidumbres, no durará para siempre. Tarde o temprano, nos adaptaremos. Los sectores hoy en caída seguramente comenzarán un nuevo período de redescubrimiento de los precios. Vendrán llegando más datos que irán aclarando el panorama. ¿Cambiará la Reserva Federal de política monetaria? ¿Se verá en la obligación de subir los tipos? 

Podríamos asumir que la post-pandemia traerá consigo un incremento importante del gasto del consumidor. Seguramente, la gente comenzará a gastar y a viajar después de un par de años de limitaciones. Ese fenómeno definitivamente aumentará los ingresos corporativos, impulsando un gran crecimiento económico. Si bien es cierto que la actual rotación de los mercados está perjudicando a Bitcoin, tarde o temprano, una economía fuerte y en crecimiento significa optimismo y eventualmente una mayor tolerancia al riesgo. Lo que sería muy positivo para Bitcoin en el largo plazo. Es posible que el precio siga bajando. Pero esto, en el caso de que resulte cierto, no es necesariamente una mala noticia. De hecho, sería una gran oportunidad.

Este artículo no contiene consejos o recomendaciones de inversión. Todas las inversiones y operaciones implican un riesgo, y los lectores deben realizar su propia investigación a la hora de tomar una decisión.

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