Te amo. Te odio. No te quiero, pero dame más. Pégame, pero no me dejes. Porque no puedo vivir sin ti. Ciertamente que la relación entre el mundo y el dólar estadunidense no es la más sana de todas. De hecho, es más tóxica que Chernobyl. Estamos hablando de un matrimonio arreglado que funcionó por un largo tiempo, pero ya está dando señales de agotamiento. Las posibilidades de un divorcio han pasado por la mente en más de una ocasión. Y todo parece indicar que la hegemonía del dólar como moneda de reserva del mundo tiene sus días contados. Claro que siempre está la terapia de pareja y todavía es posible que el matrimonio se salve. Pero si nos guiamos por el humor en el ambiente, los pronósticos no son muy alentadores. ¿Se aproxima el fin del controvertido dólar? 

Hablar del dólar en la esfera cripto nunca es fácil, porque el tema despierta demasiadas pasiones encontradas. Yo asumo que esto se debe esencialmente a un tema político. 

Los primeros bitcoiners no fueron economistas sino libertarios. Y los libertarios son un fenómeno muy estadounidense. El individualismo del hombre que se hace a sí mismo al estilo de un granjero yeoman. El país de los Estados Unidos se fundó con el trabajo incansable de colonos protestantes en un proceso muy distinto al proceso de colonización del Imperio Español. La ética de trabajo protestante y la cultura de independencia individual marcaron desde el principio un tono antigubernamental prácticamente desconocido en Europa y en otras regiones del mundo. 

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En Estados Unidos, el rechazo al centralismo va más allá de razones prácticas o económicas. Es un valor cultural que se heredó de los puritanos y hoy se manifiesta en su nieto predilecto, la cultura emprendedora de Silicon Valley. El “fundador” de un start-up californiano es el descendiente directo del granjero yeoman de los tiempos de Thomas Jefferson, ese personaje que producía todo en su granja y solo dependía de la tierra y el trabajo de sus manos, símbolo del poder de la voluntad individual. 

Ahora bien, el arquetípico “fundador” es una especie de monstruo de Frankenstein. ¿Cuáles son las partes? Culto al individuo. Ética de trabajo protestante. Fundamentalismo de libre mercado. Ultra conservadurismo en lo político. Ultra progresismo en lo tecnológico. Es decir, un lector típico de Ayn Rand. Un anarcocapitalista que vota por el partido libertario y trabaja en una compañía tech en San Francisco, California. Y, por supuesto, detesta a la Reserva Federal y quiere su abolición. Quieren resucitar a Thomas Jefferson para que sea el presidente en el país de los Supersónicos. 

Todos estos valores culturales yacen profundamente en las venas de los Estados Unidos. Es un sentimiento muy profundo que busca expresarse políticamente todo el tiempo. Es algo cultural y político antes que económico. En otras palabras, los argumentos económicos son una excusa. Mucho antes de la llegada de la escuela de Chicago y la escuela austriaca de economía, ya existían libertarios en Estados Unidos defendiendo sus doctrinas como artículos de fe, como dignos descendientes de los pioneros. 

He aquí donde debemos ser muy cuidadosos. ¿Dónde está el dogma? ¿Dónde está el argumento válido? ¿Qué es propaganda? ¿Qué es una idea profunda? Bueno, la verdad es que los cypherpunks fueron dogmáticos hasta la médula. Excelentes programadores y brillantes innovadores, pero terribles economistas y activistas políticos un tanto anárquicos. Y esa es nuestra iglesia primitiva. Muchos jóvenes, fuera de los Estados Unidos, escuchan de Bitcoin por primera vez y comienzan a escuchar a los grandes nombres de esta industria hablando sobre el dinero fiat, las bancos, la Reserva Federal y el fin del dólar. En la boca de estos excéntricos multimillonarios, todo suena nuevo y sofisticado. Sin embargo, solo necesitamos tomar un libro de Ayn Rand para saber que esa narrativa es de muy vieja data. 

El Partido Libertario, los anarcocapitalistas, un sector importante dentro del Partido Republicano y los escarabajos del oro llevan décadas hablando de lo mismo. Los cypherpunks interesados en dinero solo buscaban escribir un código para crear un oro digital en el contexto de la ideología libertaria estadounidense. Pero el concepto de moneda ciudadana, o descentralizada, en los Estados Unidos es más viejo que las ventosas. Así como la idea de separar la economía del Estado. El culpable es Steve Jobs, que impuso en Silicon Valley el arte del espectáculo debido a sus excelentes presentaciones y grandilocuentes narrativas con frases como “algo nunca antes visto” para describir su nuevo teléfono. 

Entonces, la comunidad Bitcoin se toma esas pequeñas licencias poéticas para crear un efecto dramática al hablar de Bitcoin. Y se hace, porque funciona. “Algo nunca antes visto” “Verdaderamente revolucionario” “Es la disrupción de todo el aparato económico mundial”. El gran Steve Jobs, maestro de las artes escénicas. ¡Se te extraña, che!  

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Ahora bien, el malvado dólar, la nefasta Reserva Federal, los bancos corruptos y la diabólica impresión de dinero. ¿Cuál ha sido el refugio durante esta crisis? ¿Qué moneda se ha fortalecido? Irónicamente, el dólar se ha fortalecido durante esta crisis y en los momentos de pánico ha sido el dólar el refugio seguro de los inversores. Increíble, pero cierto. Nos guste o no, ha sido así. Pese a los anuncios de inflación debido a la impresión de dinero. Lo que tenemos es un peligroso cuadro deflacionario. Sí, deflación, no inflación como decían las profecías. A pesar de ser tildada como la gran enemiga de la economía, la Reserva Federal es vista hoy como la gran salvadora de los mercados financieros. ¿Qué rayos pasó con el colapso del dólar profetizado por los libertarios? 

Bueno, para seguir dándole a esta piñata, hoy me sumo a esta tradición tan criptoniana. Pero aquí va una hipótesis del colapso del dólar no libertario. El colapso del dólar se puede producir no por tener un sistema de dinero fiat per se, sino a otros factores. Todo se puede resumir en lo siguiente: La pérdida de liderazgo de Estados Unidos en el mundo. 

¿Por qué el dólar es fuerte? ¿Por qué la Reserva Federal se da el lujo de emitir tanta moneda y la inflación no sube? No podemos decir que son las exportaciones, porque la balanza comercial de Estados Unidos es negativa. Tampoco podemos decir que son los ahorros, porque ahorros como tal no hay muchos. Se podrá decir que dólar se mantiene debido al prestigio de los Estados Unidos en el mundo. Dos elementos claves: globalización y tecnología. 

La globalización y la tecnología son los reyes de la deflación en Estados Unidos. El billete que se imprime en Estados Unidos, pero sale al mundo permite que se siga imprimiendo dinero sin causar inflación dentro del país. La deuda por la estratosfera, un gigantesco déficit fiscal, un creciente déficit comercial, y una política monetaria “infinita” solo son posibles, porque el resto del mundo está comprando dólares y Estados Unidos se traga los ahorros de los demás. El billete de dólar en mi bolsillo extranjero contribuye muchísimo a la fuerza del dólar y a la prosperidad de los Estados Unidos. 

Lo que quiere decir que, si Estados Unidos pierde su liderazgo en el mundo, puede perder su gallina de los huevos de oro. Es decir, la hegemonía del dólar no tiene sentido con un Estados Unidos ensimismado y aislado del mundo. Al parecer, eso es lo que quieren los estadounidenses, pero se están convirtiendo en los arquitectos de su propia destrucción. 

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El proteccionismo que subirá los sueldos en casa también subirá los costos de producción. Y sus políticas obtusas, las prohibiciones absurdas en el campo de la tecnología y su cultura anticientífica le están dando paso libre a China como la potencia tecnológica del futuro. Esta falta de competitividad y la pérdida de prestigio/liderazgo de los Estados Unidos serán fatales bajo sus actuales desbalances económicos. 

Claro que en estos momentos no contamos todavía con una verdadera alternativa al dólar. Entonces, por un largo tiempo se acudirá al dólar a regañadientes. Pero esta es una posición muy frágil. Tenemos el euro, pero esa es una alternativa difícil de visualizar ahora debido a una Unión Europea cayéndose a pedazos. Y las monedas asiáticas todavía no despiertan mucha confianza. El oro no sé. El Bitcoin todavía es muy inmaduro. Podría ser algún instrumento multilateral como el Bancor propuesto por Keynes en los encuentros del Bretton Woods. No sé. 

Por supuesto que el término “colapso” es un poco amarillista. La palabra “debilitamiento” o “pérdida de estatus” sería mucho más apropiada. Economistas como Stephen Roach hablan de una eventual pérdida del 35% (los mínimos de julio del 2011) como uno de los posibles escenarios. No se habla de su desaparición, pero sí de la posible pérdida de esa hegemonía casi absoluta que ha tenido el dólar desde la posguerra. ¿Todavía te amo, pero quiero el divorcio? Esta historia continuará…