Recientemente, en un informe publicado por la plataforma de análisis Glassnode, indicaron que, a finales de 2024, Bitcoin alcanzó un nuevo máximo histórico superando los 100.000 dólares tras un periodo de consolidación que se extendió por dos meses. Esta ruptura al alza marcó un cambio significativo en la acción del precio, aunque también reveló signos de un mercado que busca estabilizarse.

Glassnode informó que "los flujos de capital hacia Bitcoin continúan siendo positivos, aunque han disminuido en magnitud desde que alcanzamos por primera vez los 100.000 dólares". Este fenómeno puede atribuirse a varios factores, entre ellos la consolidación del mercado tras alcanzar un nivel de precios psicológicamente significativo, lo que disminuyó el volumen de nuevas inversiones especulativas.

Adicionalmente, la creciente madurez del mercado ha llevado a una mayor acumulación por parte de inversores a largo plazo, quienes ahora priorizan estrategias de holding sobre liquidaciones rápidas. 

Otro aspecto a considerar es el contexto macroeconómico global, que podría estar limitando el flujo de capitales hacia activos digitales debido a la incertidumbre financiera. Según los datos del informe, en este periodo de menor presión de venta refleja un esfuerzo por equilibrar las fuerzas de oferta y demanda en el corto plazo. A su vez, las métricas de volatilidad se contrajeron, lo que suele preceder movimientos significativos en el mercado.

Flujos de capital y recogida de beneficios

El comportamiento del capital fue un punto clave en el informe. Al alcanzar los 100.000 dólares, se produjo un aumento notable en los flujos netos de capital hacia Bitcoin. Sin embargo, "la magnitud de este flujo de capital ha comenzado a disminuir a medida que el mercado consolida y se adapta al nuevo rango de precios", según Glassnode. Esta desaceleración en la recogida de beneficios indica una reducción neta en la presión vendedora, lo que también significa que se requiere menos capital nuevo para mantener el precio dentro del rango actual.

La Capitalización Realizada, que mide el valor agregado de todas las monedas en circulación al precio al que se adquirieron por última vez, alcanzó un récord de 832.000 millones de dólares. Este indicador es especialmente relevante para el mercado actual, ya que refleja no solo la magnitud del capital involucrado, sino también la estabilidad y madurez del mercado en términos de inversión acumulada.

Además, un aumento en esta métrica suele estar asociado con una mayor confianza de los inversores, quienes tienden a mantener sus monedas durante períodos prolongados en lugar de liquidarlas rápidamente, lo que reduce la presión de venta. creciendo a un ritmo de 38.600 millones de dólares al mes. Esto destaca la magnitud del capital involucrado en el mercado de Bitcoin en su estado actual.

En cuanto a la recogida de beneficios, los volúmenes experimentaron una caída significativa. Señala el informe que: “Los volúmenes de recogida de beneficios alcanzaron un máximo de +4.500M $ en diciembre del 2024, pero ahora han disminuido hasta un valor de +316,7M $, lo que representa una enorme caída del 93%”. Este fenómeno subraya cómo la actividad especulativa ha disminuido notablemente, permitiendo que el mercado entre en una fase de consolidación.

Presión vendedora: análisis de los inversores a largo plazo

Los datos también muestran una relajación en la presión vendedora, particularmente por parte de los inversores a largo plazo (ILP). Glassnode observó que "la oferta total de los ILP comienza a mostrar señales de recuperación al alza, lo que indica que el comportamiento de acumulación y holding en este grupo es ahora mayor que la presión de distribución".

El volumen de entrada de los ILP a los exchanges cayó desde 526,9 millones de dólares en diciembre hasta apenas 92,3 millones de dólares en enero de 2025, una disminución del 83%. Este dato refuerza la idea de que la mayor parte de la recogida de beneficios por parte de este grupo ya se ha completado en el rango de precios actual. En general, esto apunta hacia una menor presión de venta, lo que podría allanar el camino para futuros movimientos al alza.

Volatilidad y concentración de oferta

El mercado también muestra signos de compresión en la volatilidad. Un ejemplo histórico de este fenómeno ocurrió en 2020, cuando Bitcoin operó dentro de un rango de precios estrecho durante varias semanas antes de iniciar un movimiento alcista significativo hacia finales de ese año. En aquel entonces, la compresión de volatilidad también coincidió con un aumento en la acumulación de monedas por parte de inversores a largo plazo y una reducción en la actividad especulativa en los exchanges. 

Este contexto permitió que se generara una base sólida antes de que el mercado experimentara una explosión de precios, lo que refuerza la relevancia de esta métrica para anticipar periodos de alta volatilidad. Glassnode destacó que "el rango de precios de 60 días ha sido históricamente estrecho, lo que sugiere que el mercado está casi listo para moverse de nuevo". Periodos similares en el pasado han precedido explosiones de volatilidad, ya sea al inicio de mercados alcistas o durante las últimas fases de ciclos bajistas.

Además, se observa una alta concentración de oferta alrededor del precio actual. "El 20% de la oferta total se encuentra dentro de un rango de ±15% del precio spot", lo que indica que movimientos menores en el precio podrían tener un impacto significativo en la rentabilidad de los inversores. Esta concentración podría amplificar la volatilidad futura del mercado.

El Ratio de Riesgo de Venta también aporta información clave sobre la dinámica del mercado. Este indicador evalúa el volumen total de ganancias y pérdidas realizadas en relación con el tamaño del activo. 

Actualmente, valores bajos en este indicador sugieren que "el mercado está cerca de alcanzar un punto de equilibrio local", lo que podría ser el precursor de una nueva oleada de volatilidad. Este equilibrio refleja el agotamiento de las ganancias y pérdidas dentro del rango de precios actual.

Señala el informe que, “en las últimas semanas, se ha producido una contracción muy significativa en la actividad de gasto de los Inversores a Corto Plazo (ICP), lo que ha provocado una fuerte caída en el Ratio de Riesgo de Venta. Algo así generalmente indica que tanto la recogida de beneficios y como materialización de pérdidas planificada por los distintos inversores ya se ha ejecutado. Además, apunta a que el mercado está cerca de alcanzar un punto de equilibrio local y puede ser el precursor de la próxima oleada de volatilidad”.

Bitcoin ha experimentado un período de consolidación tras romper la linea de 100.000 dólares, un hito que se vio influido por factores externos como las políticas monetarias globales y la regulación de criptomonedas en mercados clave. Durante este tiempo, los cambios en las tasas de interés de las principales economías y los avances en la adopción institucional de Bitcoin actuaron como catalizadores para su valorización.

Este hecho también reflejó un creciente interés por parte de los grandes inversionistas, lo que consolidó a Bitcoin como un activo de referencia en tiempos de incertidumbre económica. La disminución en la presión vendedora, combinada con una contracción en la volatilidad y la concentración de oferta cerca del precio actual, sugiere que el mercado está en una fase de transición.

Los datos de Glassnode apuntan a que "el mercado podría necesitar desplazarse hacia otro lugar para atraer y desbloquear la próxima oleada de oferta". Esto, unido a la menor actividad especulativa y la estabilización en los volúmenes de recogida de beneficios, indica un posible periodo de equilibrio antes de la próxima fase de volatilidad.

En un contexto macroeconómico incierto, estas señales podrían ser fundamentales para anticipar los movimientos del mercado en el corto y mediano plazo. La confluencia de métricas sugiere que Bitcoin se encuentra en una etapa crítica, donde los próximos desarrollos podrían definir la dirección de su trayectoria futura.

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