Los bots de inteligencia artificial (IA) no son nada nuevo, pero la rápida aparición de chatbots que se integran en la tecnología emergente y en la sociedad ha suscitado preocupación pública.

Una nueva encuesta realizada en Japón y publicada el 30 de abril revela una gran preocupación entre la población local por el uso generalizado de los chatbots de IA. Según el informe de Kyodo News, el 69.4 % de los japoneses quiere una regulación más estricta en el desarrollo de la IA.

El sondeo se realizó como parte de una encuesta más amplia que abordaba temas como el índice de aprobación del gobierno actual y los acontecimientos relacionados con la pandemia. Sin embargo, el componente de IA llega poco después de que funcionarios japoneses expresaran abiertamente su apoyo a OpenAI, la empresa que está detrás de ChatGPT.

El 10 de abril, el Secretario Jefe del Gabinete japonés, Hirokazu Matsuno, declaró que el gobierno está contemplando la integración de IA en sus sistemas. Sin embargo, esto solo sería posible si se resolvieran adecuadamente los problemas de privacidad y ciberseguridad.

Recientemente, Japón también ha estado impulsando un entorno más favorable a la innovación en el espacio de las criptomonedas y Web3. El equipo del proyecto Web3 del país publicó el 6 de abril un nuevo documento técnico sobre formas de ampliar la escena cripto local.

Gobiernos de todo el mundo se preguntan por la regulación de la IA y su impacto en la sociedad. Italia fue uno de los primeros países en prohibir temporalmente el uso de ChatGPT. Aunque recientemente las autoridades afirmaron que la tecnología podría volver al país tras acceder a las exigencias de transparencia.

En Alemania, los reguladores iniciaron su propia investigación sobre el cumplimiento del Reglamento General de Protección de Datos por parte de ChatGPT. En toda la Unión Europea, los legisladores están ultimando la Ley de Inteligencia Artificial, que sentará un precedente para todos los Estados miembros.

Las autoridades chinas también anunciaron que las empresas de IA y la propia tecnología se someterían pronto a revisiones de seguridad obligatorias tras el aumento del desarrollo de la tecnología.

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