Los gobiernos de todo el mundo se enfrentan a preguntas sobre cómo gestionar el rápido auge de la inteligencia artificial (IA).

En China, las autoridades locales anunciaron que planean imponer una revisión obligatoria de los servicios de IA generativa antes de su uso público.

Según una declaración publicada en el sitio web de la Administración del Ciberespacio de China -regulador chino de Internet-, los proveedores de servicios de IA tienen la responsabilidad de garantizar que todos los contenidos sean exactos, respeten la propiedad intelectual (PI) y no discriminen ni pongan en peligro la seguridad.

Además, todos los contenidos generados por IA deben estar claramente etiquetados como tales.

Estos anuncios se producen después de que una de las mayores empresas tecnológicas de China, Baidu, presentara a finales de marzo su nuevo chatbot de IA, "Ernie", que competirá con el ChatGPT de OpenAI.

El chatbot está construido a partir de un modelo de aprendizaje profundo basado en IA, Ernie, que significa "representación mejorada a través de la integración del conocimiento". Además del chatbot de IA de Baidu, otros gigantes tecnológicos chinos, como Alibaba y SenseTime, están en la carrera por construir plataformas de IA que rivalicen con las de Google y Microsoft.

Al igual que las autoridades chinas, muchos gobiernos de todo el mundo están tratando de hacer frente al aumento de los servicios de inteligencia artificial.

Recientemente, Japón mostró abiertamente su apoyo al ChatGPT de OpenAI. El gobierno japonés afirmó que incluso consideraría la posibilidad de incorporar la tecnología de IA a sus sistemas gubernamentales siempre y cuando se aborden los problemas de privacidad y ciberseguridad.

Sin embargo, otros países no están adoptando una postura tan entusiasta ante esta tecnología emergente. Los reguladores italianos prohibieron temporalmente el acceso a ChatGPT en el país tras una filtración de datos en la plataforma que expuso datos privados de los usuarios. En Canadá, OpenAI se enfrenta a una investigación sobre privacidad tras ser acusada de recopilar información personal.

El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, también se dirigió recientemente a las empresas tecnológicas para que consideren los riesgos de la IA para la sociedad, la seguridad nacional y la economía.

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