Si bien la pandemia por el coronavirus ha llevado a muchas naciones del orbe a una crisis económica, algunos países está sufriendo más que otros por su precaria situación antes de la crisis actual. Es el caso de las naciones sudamericanas como Argentina y Venezuela, tal como lo señala Crypto News en un artículo especial.

En vista de sus problemas inflacionarios previos al COVID-19, ambos países han recurrido a la tecnología Blockchain y  las criptomonedas en general, en un intento de sacar a las naciones de un agujero que solo se está profundizando a medida que las consecuencias financieras por el coronavirus comienzan a ser más difíciles

De acuerdo a la CNBC, la nación petrolera debe USD 100 mil millones a los acreedores extranjeros y ha experimentado inflación de 10 millones porcentuales. Por esta razón, Venezuela ha estado persiguiendo la idea de lo que llaman una 'criptoeconomía', creando su propia moneda digital respaldada por petróleo, aunque con resultados muy por debajo de lo esperado.

Además, las empresas del sector privado a través de la frontera con Colombia también están intentando algo nuevo, que podría ayudar a los venezolanos a escapar de los peligros de la hiperinflación: el criptodólar, un sustituto artificial de la divisa americana respaldad por Bitcoin (BTC).

La innovación es una creación de Valiú, una empresa colombiana que se especializa en remesas transfronterizas. Al respecto, el CEO Simón Chamorro, indicó a través de su cuenta personal en Twitter que su equipo había trabajado ”completamente a distancia” en el proyecto debido a la pandemia, al mismo tiempo que aclaró que el proyecto estaba en pruebas preliminares.

Para Valiú, la idea es permitir a los miles de trabajadores venezolanos que realizan trabajos estacionales en Colombia, poder comprar y enviar criptodólares a sus familiares en Venezuela, los cuales pueden ser recibidos a través de monederos en sus smartphones.

Si bien la idea no es nada novedosa, ya que otros grandes del espacio cripto como Dash han implementado desde hace unos años atrás esta solución, no resta méritos la iniciativa impulsada por la compañía cafetera.

Por su parte, el gobierno nacional de ése país sigue en su intento de ampliar los casos de uso de su sistema de remesas y el pago de bienes y servicios mediante su criptomoneda Petro, como un intento desesperado de paliar la difícil situación de hiperinflación que sufren los venezolanos día tras día.

Con un cerco internacional cada vez más amplio y una caída de su principal fuente de ingresos como es el petróleo por la caída de precios y la sostenida caída de la industria petrolera local por malversación de fondos, el gobierno de Maduro se le agotan las opciones para intentar oxigenar su enorme gasto público que le permita aferrarse al poder con la emisión de ayudas sociales para sus seguidores. 

Las causas anteriores, han obligado a su gobierno a voltear cada vez más la mirada hacia la tecnología Blockchain como intento desesperado de encontrar una salida viable para su crisis económica producto de prácticas populistas por más de 20 años.

El país ha estado en la mira de todo el espacio cripto por su utopía de aplicar el concepto de 'criptonación' en una población cada vez más sumergida en controles gubernamentales, pobreza y baja calidad de servicios que les hace cuesta arriba poder dar el salto definitivo para la adopción criptográfica.

Venezuela ha estado ocupando los primeros titulares de los medios desde hace un buen tiempo por su alto volumen de comercialización en la plataforma P2P LocalBitcoins, llegando a ubicarse como la segunda nación en el ranking global dentro del exchange descentralizado.

Argentina intenta emular a Venezuela

Argentina por su parte tiene un escenario similar, aunque no tan grave como su par latinoamericano. Para colocar en contexto indicadores similares, el gobierno de Fernández admitió esta semana un incumplimiento del plazo de reembolso de deuda de unos USD 503 millones de dólares, según reseña el diario local La Nación.

Por su parte, la inflación ha generado nuevos máximos en este primer trimestre del 2020 que está preocupando a muchos acreedores por la delicadas consecuencias que esto podría traer tanto a nivel económico como social.

Si bien el gobierno de turno se mostró reacio en un principio a incursionar en cualquier asunto relacionado con las criptomonedas y la tecnología Blockchain , llevando inclusive a suspender registros de nuevas empresas del sector, los tiempos desesperados han requerido nuevas medidas con un cambio de timón de 180 grados en relación a éste asunto.

Como parte de la estrategia gubernamental, a finales del 2019, el Banco Central de Argentina anunció que se reuniría con pensadores Fintech y Blockchain en una serie de encuentros para buscar enfoques que impulsarán una reactivación económica. 

Cómo informó Cointelegraph recientemente, la institución oficial comenzó a promover una prueba de concepto basada en Blockchain, lo cual parece ser el resultado de las reuniones anunciadas el año pasado por el organismo financiero.

La solución descentralizada está basada en contratos inteligentes de la plataforma RSK, la cual permitiría la trazabilidad de extremo a extremo de los reclamos de débito de cuentas. El sistema anunciado junto a The Blockchain Group, está siendo probado por los bancos participantes para determinar su capacidad de resolución de problemas de procesos interbancarios y actores del sistema. En base a los resultados, el BCRA decidirá ampliar su alcance a otros bancos.

Por si fuera poco, el país latinoamericano está siguiendo ”el ejemplo que Caracas dió”, al registrar récords en la plataforma P2P LocalBitcoins, tal cómo señala en su tweet Arcane Research.

De acuerdo a la firma de investigación y análisis Blockchain, el volumen en Argentina se ha incrementado en 1028% dentro de la plataforma con la moneda fiat oficial, el Peso Argentino. Además, el país experimenta un crecimiento en el volumen de BTC comercializado en un +407% desde el inicio del año 2018, lo cual es indicador clave de la crisis económica que padecen los ciudadanos de ese país y la necesidad de refugio de valor ante la devaluación de la moneda local.

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