Los criptointercambios australianos deben acatar las nuevas normas anti-lavado de dinero (AML) desde el 3 de abril, confirmó el gobierno.
Según información reciente, ahora disponible en el sitio web de la Comisión Australiana de Centro de Informes y Análisis de Transacciones (AUSTRAC), los “intercambios de monedas digitales” ahora deben registrarse con las autoridades, así como comprometerse a diversos informes y procedimientos de verificación de identidad.
La medida surge debido a que las autoridades australianas intentan sellar las lagunas subsistentes en el uso de las criptomonedas en materia tributaria y la gestión de identidad.
En un contexto de descontento debido a un fuerte aumento de las estafas, la Oficina Tributaria de Australia solicitó la semana pasada el aporte de los contribuyentes en forma de deducciones derivadas de ganancias de criptomonedas, sosteniendo que mejor deberían ser recopiladas.
Como parte de la seguridad, mientras tanto, los intercambios ahora deben adherirse a cuatro normas principales para operar:
- la adopción y el mantenimiento de un programa AML/CTF para identificar, administrar y mitigar el lavado de dinero y los riesgos del financiamiento del terrorismo
- identificación y verificación de la identidad de sus clientes
- informar a AUSTRAC de cuestiones sospechosas, y de las transacciones de monedas físicas de $10 000 o más
- mantener ciertos registros durante siete años.
Un período de gracia de seis meses acompañará a la nueva normativa, durante el cual AUSTRAC será más indulgente con respecto a los operadores que distan mucho de cumplir los requerimientos.
“Una “política de principios” de seis meses estará en vigor desde el 3 de abril de 2018. Durante ese período, el CEO de AUSTRAC solo puede tomar medidas coercitivas si un negocio DCE no toma medidas "razonables" para cumplir", agrega.