En una conferencia de prensa celebrada el viernes, la gobernadora del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiullina, aumentó el miedo, incertidumbre y duda (FUD) que rodea el estado de la regulación de las criptomonedas en el país. Cuando se le preguntó sobre el aumento de los activos digitales, Nabiullina hizo las siguientes observaciones, según informó en una nota el medio de noticias local finmarket.ru, nota que fue traducida Cointelegraph:

"Ya saben que nuestra actitud hacia las criptomonedas es, por decirlo sutilmente, de escepticismo. A ello se unen los importantes riesgos para los inversores minoristas y la considerable volatilidad de este tipo de activos. Además, las criptomonedas son opacas en el sentido de que se utilizan frecuentemente para operaciones ilegales o de carácter delictivo. Por lo tanto, no podemos acoger las inversiones en ellas. Pretendemos evitar que la infraestructura financiera rusa utilice las cripto transacciones. Esto es bastante factible".

Las declaraciones de Nabiullina se produjeron un día después de que noticias contradictorias señalaran la posibilidad de una prohibición general de los exchange de criptomonedas en Rusia. Como informó recientemente Cointelegraph, las preocupaciones sobre las criptomonedas han llegado incluso a la oficina presidencial, con Vladimir Putin emitiendo una advertencia sobre los activos digitales.

En este contexto, los países de la antigua Unión Soviética siguen siendo mucho más susceptibles de cometer delitos financieros como el lavado de dinero o la evasión fiscal que sus homólogos occidentales. Esto se debe a que la privatización de las empresas estatales a partir de la desintegración de la URSS concentró el poder en manos de individuos que poseían suficiente "capital" para comprar acciones en ese momento: mafias, pandillas y participantes en el mercado negro.

En términos relativos, la naturaleza pseudónima, sin fronteras, instantánea y carente de regulación de las criptomonedas sería, por tanto, un mayor facilitador de las actividades delictivas en la región. En parte para combatir el problema, Rusia está dando prioridad al desarrollo de un rublo digital que cumpla con la normativa como un competidor considerable de las criptomonedas desarrolladas en el sector privado.

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