Los números redondos contienen una enorme carga psicológica. “$100K” suena muy bien al oído. Cierto. La meta no se cumplió para fin de este año. Pero eso no quiere decir que no se cumplirá jamás. Obvio que tan solo se trata de un retraso. Han pasado 21 meses desde aquel marzo del 2020. Desde entonces, el crecimiento ha sido explosivo. Claro que este ha sido un ciclo alcista bastante excepcional. En realidad, no nos podemos quejar. Hemos crecido mucho en muy poco tiempo. Sin embargo, todavía queremos más. ¿Bitcoin a $100.000 en el 2022? 

Crecimos un 75% en el 2021. Para alcanzar la meta de $100.000 por unidad en el 2022 debemos crecer poco más del 100%. Eso significa que el 2022 debe ser mejor que el 2021. Debemos recordar que el 2021 no fue tan bueno como el 2020. Y esto tiene una respuesta: La Reserva Federal de los Estados Unidos. Nos guste o no, la Reserva tiene la batuta en estos momentos. Es decir, la política monetaria es la rige los mercados. Así de sencillo. Es la gasolina de la economía. 

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Tradicionalmente, enero es mucho mejor para medir los sentimientos para el año entrante. Pero si nos guiamos por este diciembre, se podría decir que el pesimismo es mayor que el anterior. Hace un año, el ambiente era totalmente diferente. Se respiraba optimismo en todas partes. Y había dinero por doquier. Con el pasar de los meses, las cosas se fueron complicando. No fue un año malo. De hecho, fue un año muy bueno. Pero fue un año bastante volátil debido a los múltiples reveses. 

Es muy raro que los analistas en este espacio hablen de la situación macroeconómica. Por alguna extraña razón, casi todos hacen coro en lo mismo. Siempre se habla de los depósitos en los exchanges, de los futuros, del número de carteras, del suministro, el flujo, etc. No obstante, el mundo cripto es ciego a la influencia de la Reserva Federal. Parece que se tratará de un secreto familiar. No se habla de política monetaria. No se habla de los mercados bursátiles. No se habla de los bonos-T. Sí se habla mucho de la inflación. Se dice que Bitcoin es una excelente cobertura para la inflación. Irónicamente, cada vez que la tasa de inflación se dispara, el precio de Bitcoin se desploma. Pero nadie señala la contradicción. 

Pienso que este extraño delirio se debe a un asunto ideológico. La narrativa bitcoin es una copia y pega de la narrativa libertaria de los escobajos del oro. Muchos bitcoiners lo que hicieron fue tachar la palabra oro y sustituirla por la palabra bitcoin. Y debemos recordar que la narrativa libertaria lleva congelada casi un siglo. En este caso, la Reserva Federal es la causa de todos los males. Y el oro (bitcoin) es la salvación. Según esta visión, la emisión de moneda genera inflación. Y la gente para escapar de la inflación se refugia en una moneda dura como el oro ( Bitcoin). Este es un universo cerrado. Así son las cosas y punto. Si la evidencia contradice esta narrativa, bueno, se ignora la evidencia. La ideología es más importante que la realidad. 

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Ahora bien, apartamos el componente ideológico de la ecuación. ¿Qué nos dice la evidencia? Bueno, nos dice que tenemos un mercado altamente especulativo repleto de activos sumamente volátiles. Las ganancias pueden ser espectáculos, pero la inestabilidad es fenomenal. En otras palabras, mucha oportunidad. Mucho riesgo. Naturalmente, este mercado está repleto de capitalistas de riesgo, robinhood traders, minoristas, oficinas familiares de avanzada e instituciones simpatizantes de la tecnología. Lo que tenemos es un Sillicon Valley/Wall Street en esteroides. El viejo conservador invierte en oro. El joven ambicioso invierte en cripto. La narrativa libertaria simplemente no se ajusta a la realidad. En la práctica, Bitcoin es más parecido a Tesla que al oro. 

Los datos confirman lo anterior. Por ejemplo. La inflación se dispara. Y los inversores se preocupan. En cuestión de segundos, el sector tecnología recibe un golpe y las compras de  bonos-T aumentan. ¿Qué hace Bitcoin? Se desploma. ¿Por qué? Bueno, porque en tiempos de incertidumbre los inversores se vuelven conservadores y buscan refugio en activos estables. Así de sencillo. 

¿Por qué Bitcoin dejó de subir en noviembre-diciembre? La inflación se salió de control y la Reserva tendrá que subir las tasas antes de lo anticipado. Ya es oficial. De lo contrario, la meta habría sido posible. Bitcoin necesita abundante liquidez para subir. Bitcoin es una consecuencia del optimismo de un ciclo alcista. Como resultado, un recorte de liquidez por parte de las autoridades monetarias es fatal. Nunca debemos olvidar que Bitcoin es un código que representa una tasa de cambio. Su precio depende de la abundancia de capital en circulación. Debe haber mucha codicia en el ambiente. 

Otro fenómeno en juego en el caso de Bitcoin. Los minoristas obviamente se están aburriendo de Bitcoin y están buscando activos más emocionantes para invertir. Las altcoins, los NFTs, DeFi, etc. Mucho capital se está retirando de Bitcoin para ir a lo más nuevo. Los minoristas no quieren ganar 2X al año. Quieren ganar 2X al mes. Están buscando proyectos con rendimientos de 1000% en unos pocos meses. Me temo que Bitcoin es el activo conservador del lote. 

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Las esperanzas. Podemos tener crecimiento pese a los recortes de liquidez, si logramos controlar el virus y obtenemos un aumento de los ingresos corporativos. O sea, un crecimiento más lento de lo registrado en los años anteriores no implica que el ciclo alcista terminó. Claro que es posible que Bitcoin rompa su máximo histórico ($69K) este año. Debemos estar muy pendientes de la evolución de los ETFs de bitcoin. Por supuesto que es posible que el nerviosismo actual pase. Y, en la medida que transcurran los meses, los mercados obtengan más claridad. O sea, no sería insensato esperar oleadas de optimismo durante el próximo año. 

Muchas personas están prometiendo un Bitcoin a $100.000 para el próximo año tranquilos de vida. Prometer es fácil. Claro que los ánimos se suben con unas predicciones optimistas. Pero estas predicciones son más campañas de promoción. Aquí no estamos diciendo que no sea posible alcanzar los 100K. Claro que es posible. Pero no será fácil. Debemos plantearnos la posibilidad de una meta más baja. Y, sobre todo, debemos recordar que, tarde o temprano, tendremos un ciclo bajista. Muchos viven de promesas porque sus negocios dependen de mantener al público animado. Pero como inversores siempre es sano ser un poco más escépticos. Paciencia, señores.