Durante la realización de Blockchain Jungle en Costa Rica, Cointelegraph en Español conversó con Alejandro Muñoz, CEO de Accelerate y socio de la firma legal Ecija, quien explicó por qué El Salvador se ha convertido en un referente regional en materia de activos digitales. Según Muñoz, el país ofrece un marco regulatorio claro y una serie de incentivos fiscales que lo hacen especialmente atractivo para empresas tecnológicas y financieras.
“El Salvador es hoy una jurisdicción que claramente regula el tema de activos digitales y que permite obtener licencias específicas para exchanges, wallets o custodios de criptomonedas”, afirmó Muñoz. Según explicó, esta estructura legal ha sido clave para que proyectos del mundo real puedan acceder a financiamiento mediante certificaciones otorgadas por el Gobierno salvadoreño, lo que “genera confianza entre los usuarios e inversionistas internacionales”.
El empresario subrayó que la regulación salvadoreña ha permitido establecer un entorno donde el cumplimiento normativo no es visto como una barrera, sino como una ventaja competitiva:
Al final, el mundo se está moviendo hacia una regulación de compliance y de prevención del lavado de dinero. En ese sentido, El Salvador ofrece un marco moderno que facilita operaciones seguras y transparentes
Uno de los principales atractivos para las empresas que deciden instalarse en el país, agregó, son los incentivos fiscales asociados a la obtención de licencias bajo la Ley de Emisión de Activos Digitales. “Un proveedor de servicios de activos digitales en El Salvador obtiene total exención de impuestos sobre la renta, IVA, tasas municipales y sobre las ganancias de los accionistas en todas sus operaciones”, explicó.
Muñoz detalló que esta ventaja competitiva ha permitido que compañías con presencia en varios países de Latinoamérica centralicen sus operaciones en El Salvador. “Hay empresas que trabajan con usuarios en toda la región, pero su sede está en El Salvador. Cuando un usuario realiza una transacción, recibe una factura electrónica emitida desde una empresa salvadoreña, aunque la operación se haya efectuado en distintos países”, ejemplificó.
En su participación en Blockchain Jungle, el directivo también resaltó el papel de Costa Rica como un ecosistema tecnológico en crecimiento. “Desde que era niño, Costa Rica fue un referente de tecnología, donde grandes compañías que fabricaban microchips se establecían. Es genial ver cómo ahora también está avanzando en temas de activos digitales”, expresó.
Muñoz consideró que la adopción de criptomonedas y tecnologías asociadas en Costa Rica “incluso podría ser, en volumen, más grande que la de El Salvador”, aunque de manera más natural y descentralizada. Sin embargo, opinó que esa experiencia y madurez del usuario costarricense podría ser la base para una futura regulación favorable en el país.
“El Salvador está mostrando que una regulación clara puede atraer inversión y generar oportunidades reales. Eso es algo que otros países de la región, como Costa Rica, podrían aprovechar para impulsar su propio desarrollo en el mundo de los activos digitales”, concluyó Muñoz.
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