Las empresas de todo el mundo centradas en criptomonedas y tecnología blockchain han hecho esfuerzos para apoyar a las personas en medio de la pandemia del coronavirus, y algunas de ellas han donado fondos a organizaciones sin fines de lucro y han proporcionado suministros a hospitales. 

La empresa israelí blockchain Orbs tuvo la idea de animar a la gente a ponerse en autocuarentena utilizando una aplicación recién lanzada.

La aplicación, que se llama "Stay at Home Challenge", está diseñada para asegurar que el usuario no abandone el radio cercano una vez que entra en su ubicación en la aplicación. La aplicación registra el tiempo de autocuarentena de los usuarios y les notifica cuándo abandonan el área designada como hogar, según un anuncio del 21 de abril.

Una forma gamificada de rastrear los movimientos de las personas

La aplicación juega con el concepto de autocuarentena, permitiéndoles a los usuarios compartir su progreso con amigos y familiares, animándoles así a también quedarse en casa. 

Aunque la aplicación sigue los movimientos de la gente, Orbs afirma que no recoge ningún dato personal, ya que los usuarios no añaden su nombre, correo electrónico o cualquier otra información personal en la aplicación. Actualmente, la aplicación está disponible en Google Play, y pronto estará disponible para los usuarios de iOS. Orbs le dijo a Cointelegraph:

"Seguiremos pensando en formas en que podemos ayudar en Israel y en todo el mundo para superar estos tiempos difíciles. Discutimos las ideas regularmente en las reuniones y charlas de la compañía."

Rastrear a la gente es una nueva norma

Stay at Home Challenge no es la primera aplicación que rastrea la actividad de los usuarios bajo el paraguas de la cuarentena relacionada con el coronavirus. Un equipo de académicos de la Universidad de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, desarrolló una aplicación blockchain que les permite a los usuarios verificar su propio estado del COVID-19. La aplicación tiene por objeto mejorar el rastreo de los contactos de los pacientes infectados.

A finales de marzo, las autoridades rusas pusieron en marcha su propia aplicación de rastreo de pacientes que dieron positivo en las pruebas del COVID-19 en Moscú. Según se informa, la aplicación solicita acceso a las llamadas, la ubicación y la cámara de los usuarios, así como a la información de la red.

China también lanzó una aplicación en febrero que les permite a los usuarios comprobar si han entrado en contacto con una persona potencialmente infectada por el COVID-19. La aplicación comparte los datos de localización de los usuarios con un servidor centralizado siempre que sus códigos de barras se escanean en un punto de control, ya sea en los centros de transporte público o en otras zonas de acceso controlado.

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