La Comisión Europea confirmó que a partir de 2026 comenzará el despliegue progresivo de la Identidad Digital Europea (EUDI, por sus siglas en inglés), una aplicación oficial que permitirá a los ciudadanos de los Estados miembros identificarse y compartir documentos digitales de forma segura desde sus dispositivos móviles, según detalló Facephi en un informe difundido para explicar a detalle cómo funcionará la EUDI.
Esta digitalización, que avanza en todo el viejo continente, impondrá nuevas formas de interactuar con servicios públicos, entidades privadas y plataformas digitales.
Debido a la relevancia que tiene este proyecto, Facephi, una empresa española especializada en verificación de identidad digital, ha compartido un análisis exhaustivo con las seis claves fundamentales para entender el alcance de la nueva identidad digital europea enmarcada dentro del reglamento elDAS 2.0, que entrará en vigencia el próximo año.
1. Un monedero digital europeo para gestionar la identidad y documentos clave
Según detalló Facephi, la Identidad Digital Europea se materializará a través de una aplicación oficial que funcionará como un monedero digital interoperable. Cada Estado miembro de la UE emitirá su propia versión del monedero, pero todas deberán garantizar su compatibilidad a nivel regional.
Esta app permitirá a los usuarios almacenar, gestionar y compartir documentos clave, como el DNI electrónico, licencias de conducir, títulos universitarios o tarjetas profesionales, todo desde su dispositivo móvil.
Facephi aclaró que el objetivo no es reemplazar identidades nacionales existentes, sino integrarlas en un sistema común que favorezca la movilidad digital, la inclusión y la seguridad. Afirmaron que en todo momento el ciudadano mantendrá el control sobre su información, que sólo podrá compartirse con su autorización explícita.
2. Confianza, privacidad y control por diseño
La compañía subrayó que la EUDI ha sido diseñada desde el inicio bajo los principios de privacidad por diseño y por defecto. En la práctica esto se traduce en una arquitectura basada en descentralización y gobernanza del dato, donde el usuario tiene pleno control sobre quién accede a su información y por cuánto tiempo.
Entre los mecanismos técnicos destacados por Facephi se encuentran el cifrado de extremo a extremo, la verificación local en el dispositivo que evita el envío de datos sensibles a terceros y la incorporación de registros de auditoría que permiten rastrear el acceso a la información de manera segura y transparente.
Además, la normativa europea prohíbe expresamente que emisores del monedero u otros actores utilicen los datos con fines comerciales, lo que refuerza la confianza del usuario en el sistema.
3. Aplicaciones prácticas en el día a día
Facephi destacó que uno de los pilares fundamentales de la EUDI es su utilidad práctica y cotidiana. Su diseño busca que cualquier ciudadano de la UE pueda utilizar la app para identificarse en servicios digitales (públicos o privados) dentro de cualquier país miembro.
Algunos ejemplos mencionados por la empresa incluyen: Solicitar prestaciones sociales o certificados tributarios, matricularse en una universidad, abrir una cuenta bancaria digital, acreditar la edad en plataformas en línea y hasta firmar contratos o documentos electrónicos.
Según el análisis, esta solución no sólo mejoraría la experiencia del usuario, sino que permitiría optimizar procesos administrativos, reducir el fraude y estimular la innovación, al habilitar nuevos modelos de servicios digitales. También podría facilitar una reasignación más eficiente de recursos públicos y privados.
4. Garantías y técnicas comunes
La regulación que da marco a la EUDI forma parte de la versión actualizada del reglamento europeo eIDAS 2.0. A diferencia de su antecesor (eIDAS 1.0, aprobado en 2014), esta nueva norma incorpora por primera vez el concepto de monedero de identidad digital.
Según detalló Facephi, la versión 2.0 no sólo amplía el alcance de la regulación anterior, sino que también establece una infraestructura técnica y normativa mucho más exigente, con estándares comunes para la emisión, verificación y aceptación de identidades digitales.
Los proveedores del monedero deberán cumplir con altos requisitos de seguridad, disponibilidad, interoperabilidad y certificación independiente, y serán sometidos a auditorías periódicas antes de recibir autorización para operar.
5. Impacto en la economía digital y soberanía europea
Desde la perspectiva de Facephi, la EUDI no es sólo una herramienta de identificación, sino también un impulsor económico estratégico. Según datos de la Comisión Europea citados por la empresa, su implementación podría generar entre 3.900 y 9.600 millones de euros, así como entre 5.000 y 27.000 empleos adicionales en los primeros cinco años.
El sistema también puede abrir oportunidades de negocio en sectores como las fintech, educación, salud digital y plataformas de servicios digitales, al mismo tiempo que reforzaría la soberanía tecnológica del continente frente a modelos de identidad gestionados por grandes corporaciones tecnológicas no europeas.
6. Auge de la verificación digital y nuevos actores clave
Por último, Facephi señaló que la llegada de la EUDI supondrá un cambio profundo en el ecosistema de verificación de identidad. Tecnologías como la biometría, la autenticación descentralizada y las credenciales verificables ganarán peso en un entorno cada vez más regulado y exigente.
En este nuevo marco, las empresas especializadas en soluciones de identidad digital desempeñarán un papel esencial como socios tecnológicos de gobiernos, instituciones financieras, empresas privadas y ciudadanos, contribuyendo a construir una identidad digital robusta, segura y confiable.
Un paso hacia una Europa más digital e inclusiva
El despliegue progresivo de la Identidad Digital Europea marcará un antes y un después en la relación entre los ciudadanos y los servicios digitales. Desde Facephi remarcaron que el verdadero reto no sólo será tecnológico o normativo, sino también pedagógico e inclusivo: garantizar que todas las personas, sin importar su edad, nivel de alfabetización digital o condición social, puedan beneficiarse de una identidad digital al servicio de sus derechos.
La hoja de ruta ya está trazada. El desafío ahora será lograr que esta transformación llegue a todos y se convierta en una herramienta efectiva para la inclusión digital en toda Europa.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.