Con muchos líderes de la industria cripto y funcionarios del gobierno de EE. UU. a punto de reunirse en la Casa Blanca en cuestión de minutos, algunos especulan que el evento abordará la claridad regulatoria.
El 7 de marzo, se espera que el presidente de EE. UU., Donald Trump, se dirija a una audiencia de directores ejecutivos y fundadores de empresas cripto para discutir políticas regulatorias, stablecoins y un plan propuesto para establecer una reserva estratégica de criptomonedas en el gobierno. Un alto funcionario de la Casa Blanca dijo antes del evento que la cumbre no se centraría en impuestos, sino más bien en “revertir” políticas implementadas por la administración anterior.
“Si bien tendremos que esperar para ver qué objetivos concretos surgen de la cumbre, hay optimismo de que seguirá construyendo un marco regulatorio que brinde a la industria cripto en EE. UU. lo que tanto necesita: claridad sin asfixia”, dijo Les Borsai, cofundador de Wave Digital Assets, a Cointelegraph.
“Después de años viendo cómo la innovación huía a jurisdicciones más amigables en el extranjero, esta cumbre representa el primer esfuerzo coordinado para revertir esa fuga de talento y crear tanto un camino inmediato hacia la certeza regulatoria como una visión a largo plazo para el papel de la blockchain en la arquitectura financiera de EE. UU.”, añadió Borsai.
Trump anunció la cumbre hace menos de siete días. Ejecutivos de importantes firmas cripto, incluido el CEO de Ripple, Brad Garlinghouse, y el CEO de Coinbase, Brian Armstrong, han confirmado su asistencia. Muchos especulan que el CEO de Tether, Paolo Ardoino, quien publicó en redes sociales que estaba en Washington, DC el 6 de marzo, también podría visitar la Casa Blanca.
¿Conflictos de interés con inversiones en cripto?
Que ejecutivos de empresas se reúnan con un presidente de EE. UU. no es un evento inusual. Sin embargo, muchos legisladores han criticado a Trump por posibles conflictos de interés tras el lanzamiento de su propia memecoin el 17 de enero. Algunos en el espacio cripto han sugerido que, dado que el equipo detrás de TRUMP controla el 80% del suministro total, el presidente de EE. UU. aún podría ejecutar un "rug pull" contra los inversores.
“[...] Trump ha utilizado plataformas cripto para enriquecerse personalmente”, dijo Robert Weissman, copresidente de la organización de defensa del consumidor Public Citizen. “Estas empresas, muchas de las cuales están presentes en el evento de la Casa Blanca de hoy, parecen haber comprado con éxito la influencia que buscaban. Este hecho debería alarmar profundamente a todos los estadounidenses, sin importar su postura sobre las criptomonedas.”
Empresas como Ripple y Coinbase contribuyeron con millones de dólares a un comité de acción política que pudo haber ayudado a muchos de los colegas republicanos de Trump a ser elegidos en 2024. La Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de EE. UU., bajo la administración actual, también ha retirado investigaciones y acciones legales contra muchas empresas representadas en la Casa Blanca el 7 de marzo, incluyendo Coinbase, Gemini, Kraken y Robinhood.
Borsai rechazó las acusaciones de conflicto de interés, argumentando que la promoción de cripto por parte de Trump “no está creando el mercado, sino reconociendo lo que ya existe”.
Otros líderes de la industria que asistieron al evento, incluido el cofundador de Chainlink, Sergey Nazarov, sugirieron que la cumbre podría centrarse en el liderazgo de EE.UU. en el espacio de los activos digitales. En declaraciones a Cointelegraph, Jennifer Schulp, directora de estudios de regulación financiera en el Cato Institute y quien ha testificado en audiencias del Congreso sobre criptomonedas, advirtió contra cualquier marco regulatorio que “escoja ganadores y perdedores, pues esto socava la elección del consumidor y la innovación”.
La cumbre también sigue a la firma de una orden ejecutiva por parte de Trump que establece una “Reserva Estratégica de Bitcoin” y un “Stock de Activos Digitales” utilizando criptomonedas incautadas en casos criminales federales. Un funcionario de la Casa Blanca reconoció que la orden ejecutiva no es una “ley permanente” y expresó su esperanza de que los legisladores en el Congreso avancen en el establecimiento de una reserva cripto.
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