Opinión de: Innokenty Isers, Fundador y CEO de Paybis
La señal más contundente en meses no fue un gráfico de precios. Fue un botón de pago.
PayPal activó las criptomonedas en el punto de venta para los comerciantes estadounidenses, prometiendo una liquidación casi instantánea y tarifas internacionales hasta un 90 % más bajas que el statu quo.
Ese tipo de delta no solo reduce los costes, sino que reescribe la economía del comercio transfronterizo.
También sugiere cómo será la próxima fase de la adopción de las criptomonedas: integrada en los pagos cotidianos y ampliamente accesible, en lugar de especulativa, llamativa y restringida a traders.
La regulación está eligiendo discretamente los pagos
Los desarrolladores han pasado años esperando un camino de cumplimiento que pudieran seguir, y este llegó primero para los pagos. En Europa, MiCA creó un conjunto único de normas para la emisión de stablecoins y tokens de dinero electrónico, con disposiciones clave que entrarán en vigor en 2024–2025.
El marco de Singapur describe las normas de redención, reserva y divulgación para las stablecoins de una sola moneda.
Hong Kong activó la concesión de licencias para emisores, pasando de programas piloto a una regulación completa.
Aunque el trading sigue siendo incierto en muchas jurisdicciones, los pagos tienen una vía regulatoria, y las stablecoins son tratadas cada vez más como infraestructura financiera en lugar de instrumentos especulativos.
La adopción llega de forma invisible
La primera vez que decenas de millones de personas “usen criptomonedas” a gran escala, probablemente ni siquiera lo notarán. La herramienta de pago con criptomonedas de PayPal admite más de 100 tokens y wallets, liquidando en stablecoins o fiat entre bastidores. Esta es precisamente la simplicidad que esperan los usuarios convencionales.
Las señales corporativas también se están alineando. JD.com afirma que buscará licencias de stablecoin en los principales mercados para reducir los tiempos de liquidación transfronteriza a segundos.
Esta es la forma de la adopción masiva. No se trata de enseñar a todo el mundo seed phrases, sino de permitir que los pagos funcionen más rápido y más barato dentro de las herramientas en las que la gente ya confía.
Otros objetarán que las stablecoins aún conllevan riesgos sistémicos y políticos, una opinión que el BCE de Europa ha expuesto con fuerza. Esas críticas son saludables porque agudizan el mandato de supervisión y resiliencia a medida que los pagos escalan.
El diseño centrado en el trader está bloqueando el on-ramp
Muchas apps de criptomonedas se diseñaron principalmente para la especulación: gráficos de profundidad, ventanas emergentes de recompensas y complejos flujos de staking. Ese tipo de UX excluye a los usuarios cotidianos a los que están destinadas las soluciones de pago.
Cuando cada pantalla grita “buy the dip”, un padre que envía dinero a su familia o un freelancer que factura en el extranjero se marchará. Para llegar a ellos, las plataformas deben parecerse menos a exchanges y más a servicios públicos: conformes, predecibles y disponibles cuando se necesiten.
Ese estándar de utilidad está bien definido. Significa alta disponibilidad bajo una fuerte demanda, on/off-ramps de fiat claros y KYC/AML que se sienta como la apertura de una cuenta bancaria moderna, no como una búsqueda del tesoro de una semana. También empodera a las oficinas administrativas con beneficios de la blockchain como registros compartidos e inalterables que reducen las auditorías duplicadas y aceleran las conciliaciones. El enfoque mobile-first es el predeterminado (la mayoría de los pagos se originan en un teléfono), y el soporte al cliente debe hablar el idioma y la ley de cada mercado.
La conclusión es clara: los pagos pueden regularse y escalarse de forma efectiva antes que otros verticales de criptomonedas.
La consecuencia para el mercado: utilidad y yield
Los pagos cambian quién se beneficia de las criptomonedas, trasladando los beneficios de los traders a las empresas y los hogares. Una remesa que solía costar entre un 5 % y un 10 % ahora cuesta aproximadamente un 0,99 % en el programa de PayPal, lo que representa una transferencia significativa de valor a las pequeñas empresas y familias. Cuando los costes caen significativamente, el volumen de transacciones le sigue, y los ganadores serán las empresas que se vean y se comporten como servicios financieros regulados.
Los analistas subrayan el punto: las stablecoins se cruzan con las finanzas tradicionales y las criptomonedas, y su impulso regulatorio no tiene comparación entre jurisdicciones. Si los pagos son el caso de uso más transparente hoy en día, las stablecoins son los raíles que los impulsan.
Los riesgos persisten. Los responsables políticos se preocupan por los flujos de capital, la protección del consumidor y las finanzas ilícitas, y tienen razón en hacerlo, especialmente mientras China continental experimenta a través del cauteloso régimen de Hong Kong. Los constructores del mercado deberían dar la bienvenida a auditorías rigurosas, una rápida redención, reglas de calidad de reserva y monitoreo en tiempo real.
Estos no son obstáculos, sino requisitos previos para el alcance global. La realidad es que una mejor tecnología de cumplimiento (precisamente lo que algunos escépticos temen) es lo que finalmente desbloqueará la utilidad masiva de las criptomonedas.
Opinión de: Innokenty Isers, Fundador y CEO de Paybis.
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