Cointelegraph
Inés GaviñaInés Gaviña

¿Cuáles son las distintas soluciones de monedas estables en “el año de las stablecoins”?

Según el Índice Global de Adopción de 2025 de Chainalysis, el volumen total y mensual ajustado de transacciones en stablecoins triplicó en los últimos dos años.

¿Cuáles son las distintas soluciones de monedas estables en “el año de las stablecoins”?
Análisis

El avance de las stablecoins a nivel mundial fue uno de los grandes hitos de este 2025, a menudo llamado “el año de las stablecoins”, tanto por la multiplicación en sus casos de uso como por la evolución de su panorama regulatorio.

Marcando la agenda global a través de la Ley GENIUS, (Guiding and Establishing National Innovation for U.S. Stablecoins, Ley para Guiar y Establecer la Innovación Nacional en Stablecoins de EE.UU.) que, si bien aún no ha entrado en vigor, su aprobación en el 2025 ha generado un fuerte interés institucional alrededor del mundo.

La Unión Europea, por su parte, a través del régimen MiCA ha abierto el camino para el lanzamiento de stablecoins referenciadas al euro con licencia.

Según el Índice Global de Adopción de 2025 de Chainalysis, y dimensionando un poco el interés y la demanda que despierta la estabilidad en un mercado que suele sufrir de alta volatilidad, el volumen total y mensual ajustado de transacciones en stablecoins se triplicó en los últimos dos años.

El mundo, y el mercado, sin dudas ha sabido encontrar usabilidad y adoptar el nuevo producto cripto de las monedas estables, las monedas cripto que vienen atadas y tienen paridad con las monedas fiat. Y los emisores no se han quedado atrás; Stripe, Mastercard y Visa han lanzado productos que permiten gastar stablecoins a través de los rieles tradicionales de pago, mientras que plataformas como MetaMask, Kraken y Crypto.com han incorporado pagos con stablecoins vinculadas a tarjetas.

Volumen total y mensual ajustado de transacciones en stablecoins. Fuente: Chainalysis

¿Cuáles son las distintas stablecoins disponibles? 

Si bien las stablecoins tienen paridad con, por ejemplo, el dólar fiat, tienen la particularidad de funcionar sobre redes blockchain y, como en cualquier industria, no existe una sóla red blockchain, sino cientos.

Así es como el 2025 es muchas veces llamado “el año de las stablecoins”, ya que los diversos protocolos blockchain han desarrollado distintos tipos de soluciones para las monedas estables, habiendo miles de ellas en toda la industria.

Tether y Circle, los dos gigantes 

Al observar los datos on-chain, el volumen de transacciones en stablecoins sigue estando dominado por USDT (Tether) y USDC (Circle), los dos gigantes centralizados, que superan con creces al resto en escala.

Según Chainalysis, entre junio de 2024 y junio de 2025, USDT procesó alrededor de 703 mil millones de dólares por mes, alcanzando un pico de 1,01 trillones de dólares en junio de 2025. USDC, por su parte, osciló durante este período de 12 meses entre 3,21 mil millones y 1,54 trillones de dólares mensuales.

Si bien Tether es un producto cripto, es decir un activo tokenizado, no tiene una blockchain propia como sí lo tiene por ejemplo Bitcoin o Ethereum, sino que trabaja sobre los diferentes protocolos. De acuerdo a Binance Academy, la mayor parte de su base monetaria se encuentra en Ethereum en forma de tokens ERC-20, aunque también emite en otras blockchain como TRON, EOS, Algorand Solana y OMG Network.

Sin embargo, y a diferencia de USDC, USDT no se encuentra aún regulado y ha tenido problemas, principalmente en Europa por no ajustarse a la normativa MiCA. Por otro lado, ha despertado serias dudas y preocupaciones la falta de transparencia de Tether en relación a la solvencia en sus reservas.

USDC, por su parte, también opera y emite en diferentes protocolos, al igual que USDT. Circle, que trabaja en colaboración con Coinbase, es el responsable de la emisión de los USDC que ya se encuentran regulados en Europa y Estados Unidos. USDC tiene además una política más transparente en relación a la quema de tokens cada vez que los “cripto dólares“ son canjeados por dólares fiat. Y, al igual que USDT, USDC tiene su mayor base monetaria sobre Ethereum. 

A pesar de funcionar como un puente más que eficiente entre la economía tradicional o TradFi y la industria cripto, estos dos gigantes centralizados no trabajan sobre la premisa de la descentralización que prometió originalmente blockchain y sus soluciones están sujetas a las decisiones centralizadas de megacorporaciones. 

Soluciones descentralizadas

USDE es lo que se llama un stablecoin sintético creado por el protocolo DeFI Ethena Labs, que no se encuentra respaldado por fiat tradicional como dólares en bancos, sino por criptoactivos y derivados. Su objetivo es ser un "dólar sintético" estable a 1:1 con el USD, pero independiente de bancos tradicionales, escalable, resistente a la censura y con rendimientos o yield nativos.

A diferencia de USDT y USDC, USDE no es emitido por una empresa central como Tether o Circle, sino por un protocolo descentralizado en blockchain. Es una stablecoin descentralizada y usa estrategias financieras avanzadas para mantener el anclaje al dólar fiat.

Si bien USDE es un protocolo nativo de Ethereum, logró expandirse y desarrollar estrategias multi-chain con diferentes protocolos como TON, Optimism, Arbitrum y HyperEVM. USDE no es sólo una stablecoin descentralizada, es un ecosistema DeFi descentralizado que emite y gestiona USDE sobre smart contracts gobernados por holders de ENA con más de USD 12 mil millones en suministro, según Binance Square.

DAI, por otro lado, es también una stablecoin pero es emitida dentro del protocolo MakerDAO (ahora Sky Protocol) y tiene como objetivo mantener su valor lo más cercano posible al dólar estadounidense (USD) a través de un sistema automatizado de contratos inteligentes en la cadena de bloques de Ethereum. 

Para garantizar la estabilidad de DAI, sus propietarios o holders pueden votar los cambios de ciertos parámetros en sus contratos inteligentes. 

A diferencia de otras criptomonedas respaldadas por activos que son emitidas por empresas centralizadas, DAI es un producto de software de código abierto que se ejecuta sobre la red Ethereum y mantiene su valor mediante el uso de deuda colateralizada en ETH.

Soluciones regionales 

Dentro de la explosión de las monedas estables a nivel mundial, América Latina también se encuentra desarrollando sus propias soluciones regionales e integraciones cripto con el resto de la estructura tokenizada a nivel mundial. 

Lanzada en marzo de 2025 por Junio, una subsidiaria de Bitso, uno de los principales exchanges latinoamericanos, con el objetivo de facilitar las transacciones digitales en México y la región, MXNB es una stablecoin respaldada 1:1 por reservas de pesos mexicanos en cuentas bancarias reguladas.

MXNB opera principalmente en Arbitrum, la capa 2 de Ethereum, lo que reduce fees en un 90% comparado con mainnet, ideal para realizar pagos locales y transacciones minoristas.

wARS, por su parte, una stablecoin pegada al peso argentino, fue lanzada por Ripio en octubre del 2025. El peso cripto con paridad 1:1 al peso fiat es emitido sobre las redes blockchain de Ethereum, World Chain y Base, la capa 2 de Coinbase.

Ripio también ha tokenizado recientemente el bono soberano AL30 (con el ticker wAL30rd), permitiendo a los usuarios operar el bono 24/7 desde su aplicación.

“El lanzamiento de estas stablecoins locales, comenzando con wARS, marca un hito no sólo para Ripio sino también para el conjunto del ecosistema financiero digital latinoamericano”, aseguró Sebastián Serrano, CEO y cofundador de Ripio.

Desde la empresa comunicaron que la expansión de las stablecoins latinoamericanas tiene como objetivo desarrollar “un nuevo estándar para pagos, remesas y servicios en blockchain, con monedas que forman parte de la vida cotidiana de millones de personas”.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.