Opinión de: Robin Nordnes, cofundador y CEO de Raiku
Muchos incondicionales de las finanzas descentralizadas (DeFi) asumen que el futuro de la adopción institucional estará impulsado por rendimientos deslumbrantes y altísimos. La realidad es que el público general quedará más impresionado con la consistencia y la fiabilidad.
DeFi abrió la puerta para que la gente común accediera a herramientas financieras que antes estaban reservadas para las instituciones. Por primera vez, cualquiera podía invertir su dinero en mercados abiertos desde cualquier parte del mundo. Eso fue un enorme paso adelante. La misma apertura que lo hizo posible conllevó una contrapartida. La descentralización nos dio libertad, pero a veces significaba imprevisibilidad.
Ahora es el momento de cerrar esa brecha. El próximo capítulo de DeFi consiste en construir sistemas que sean tan consistentes como las aplicaciones que usamos a diario. Cuando las criptomonedas sean tan fiables como la Web2, invitarán a industrias enteras a moverse onchain. Eso es lo que necesitamos si realmente vamos a incorporar a los próximos mil millones de usuarios.
La ilusión del rendimiento
DeFi siempre ha prosperado con el rendimiento. Fue el gancho que atrajo a millones. La idea de que tus activos pudieran generar ingresos mientras dormías era poderosa, y funcionó. Sin embargo, el rendimiento solo importa cuando la base subyacente se mantiene firme. Si la ejecución es impredecible, los números en la pantalla son solo una ilusión.
Los inversores minoristas podrían ignorar eso, pero el mundo al que intentamos atraer no lo hará. Las instituciones, los fondos y las empresas se preocupan por la precisión, y no construirán sobre bases inestables. La pieza final del rompecabezas es crear aplicaciones de criptomonedas que sean tan consistentes y predecibles como las aplicaciones Web2 en las que confiamos y usamos a diario.
En 2020, se predijo que la adopción masiva de DeFi ocurriría en algún momento entre 2023 y 2025.
Ahora que 2025 casi ha terminado, está bastante claro que solo estamos marginalmente más cerca de este objetivo que entonces. A medida que las criptomonedas adquieren gradualmente más importancia en la esfera financiera en general, debemos reconocer adecuadamente los riesgos de los que las instituciones recelan.
Sí, DeFi ha crecido, y el rendimiento está captando la atención de los inversores comunes. No podemos esperar que las instituciones se incorporen con la promesa de un 5% de rendimiento que viene con el riesgo de una caída del sistema.
A medida que los mercados descentralizados evolucionan y se esfuerzan por convertirse en sistemas de grado institucional, la fiabilidad, la previsibilidad y el determinismo serán lo que defina la próxima ola de DeFi.
Qué está frenando a DeFi
Echemos un vistazo a Solana. Actualmente, es rápida, consistente y está mejorando continuamente. La mayoría de los usuarios rara vez ve problemas. Sin embargo, cuando empiezas a operar a escala de instituciones, ejecutando estrategias de liquidación automatizadas o procesando miles de transacciones por minuto, "casi" no es suficiente. Para un fondo de cobertura o un exchange de criptomonedas, una sola transacción fallida puede desbaratar un día entero de informes o desplazar el riesgo en millones de dólares.
Los usuarios minoristas ya confían en Solana. Las instituciones son las siguientes en la fila. Necesitan certeza. Necesitan saber que cuando pulsan "ejecutar", esto sucede instantáneamente y exactamente como se pretendía.
La fiabilidad es el nuevo alfa
La fiabilidad es lo que transforma las criptomonedas de un experimento a una economía, y las instituciones no se sentirán atraídas sin ella. Por supuesto, los actores institucionales se preocupan por el 5%, el 10% o incluso el 20% de APY, pero les importa aún más el 100% de fiabilidad.
Los fondos, exchanges de criptomonedas y bancos pueden gestionar miles de millones de activos y deben responder ante los clientes, los gobiernos y la industria financiera global si algo sale mal. ¿Por qué arriesgar tu reputación en sistemas que han demostrado ser falibles? Las instituciones que consideran las vías de DeFi necesitan precisión, garantías de ejecución y latencia predecible. Los rendimientos especulativos no son tan importantes cuando intentas llevar una parte considerable del PIB mundial onchain.
El cambio hacia el determinismo
Más que velocidad, necesitamos certeza. La ejecución determinista significa saber exactamente cuándo se procesará tu transacción y cómo se comportará una vez completada. Iguala el terreno de juego y da a todos, desde traders hasta instituciones, el mismo tipo de confianza que ya esperan de los sistemas tradicionales.
La pieza que falta para la adopción de DeFi a gran escala no son más incentivos especulativos para inversores con expectativas, sino más bien una fiabilidad que se mantenga bajo estrés. Cuando las redes pueden garantizar la inclusión y la precisión, y cuando los validadores son recompensados por el uptime en lugar de la especulación, DeFi deja de ser una apuesta y empieza a convertirse en infraestructura.
De las guerras de rendimiento a las guerras de infraestructura
DeFi se ha movido en ciclos. Primero llegó yield farming, luego scaling, luego protocol-owned liquidity y ahora real-world assets. Cada ola trajo innovación y capital. Nada de esto ha abierto completamente la puerta a las instituciones. El próximo ciclo lo hará.
La nueva era para DeFi no tratará de perseguir APY, sino de quién puede ofrecer resultados predecibles a la velocidad de internet. Los ganadores serán quienes hagan que DeFi parezca aburrido de la mejor manera: estable, rápido y preciso.
Opinión de: Robin Nordnes, cofundador y CEO de Raiku.
Este artículo es solo para fines de información general y no pretende ser ni debe tomarse como asesoramiento legal o de inversión. Los puntos de vista, pensamientos y opiniones expresados aquí son únicamente los del autor y no reflejan ni representan necesariamente los puntos de vista y opiniones de Cointelegraph.
