El mercado financiero viene experimentando una fuerte ola de innovación en los últimos años, impulsada por la agenda estratégica del Banco Central enfocada en la inclusión financiera, mayor competencia y, por supuesto, más transparencia en las relaciones con los consumidores. Palabras como PIX, banca abierta, entre otras, ganaron espacio en el vocabulario y en la cotidianidad del viaje del consumidor brasileño.

Desde 2020 un nuevo concepto ha tomado fuerza en la agenda de esta agenda de innovación: las CBDC (Central Bank Digital Currencies), representaciones digitales de la moneda física actualmente en circulación en la economía. En Brasil, la CBDC se llama Real Digital y ha generado gran expectativa entre los actores del mercado.

Se espera que el Real Digital brinde más seguridad, privacidad y trazabilidad, ya que se desarrollará en blockchain. El hecho de utilizar esta tecnología aporta mayor “programabilidad” al sistema financiero nacional, es decir, la posibilidad de utilizar la moneda para resolver fácilmente casos de uso de la vida real a través de protocolos como finanzas descentralizadas (DeFi), entrega contra pago (DvP) e Internet de las Cosas (IoT).

Además, a juicio del Banco Central, la innovación debe acompañar la evolución tecnológica de la economía nacional para contribuir con innovaciones y nuevos modelos de negocios, sin perder la esencia: la idea es seguir siendo un instrumento para mantener la estabilidad monetaria y financiera.

¿Y cómo cambia el Real Digital los flujos de pago?

Según Marilyn Hahn, la riqueza de esta tecnología radica en la desintermediación y viabilidad de lo que llamamos contratos inteligentes, es decir, contratos inteligentes programables que no necesitan necesariamente un nivel de intermediario o facilitador.

Imagina el siguiente escenario: quieres comprar un departamento y para concretar la compra y recibir la escritura de la propiedad, necesitas transferir una cierta cantidad al propietario. La escritura ocurre al mismo tiempo, generando una asimetría en el proceso y riesgos para el negocio", comenta Marilyn.

Para facilitar la transacción y tener más confianza de que todo saldrá bien, la otra parte (que no te conoce) contrata a un agente inmobiliario, quien cobra un 20% por mediar en la transacción. Probablemente verás reflejada esta cuota en el precio final del inmueble, aun así, la inmobiliaria no garantiza la mitigación total de la explotación de la operación.

En un flujo con Real Digital -si la propiedad está registrada en el metaverso y tokenizada- es posible que usted complete esta transacción en un momento, enviando el pago con la información de la orden de compra, que será validada por el token del apartamento, confirmando el evento. Al instante, la escritura de la propiedad es tuya y el dinero estará en la cuenta de la persona que vendió la propiedad. Impresionante, ¿verdad?

Ahora llevemos los supuestos de este caso de uso simple a otro nivel y pensemos en sectores de la economía con sistemas de pago complejos y muy dispersos, como la agroindustria. Los créditos y seguros rurales que se contratan con mayor facilidad directamente desde aplicaciones vinculadas al cultivo, dando más previsibilidad de la producción al inversionista, así como dinero programable para destinos específicos e inteligentes dentro de la gestión del negocio son sólo el comienzo y pueden significar una reducción de los costos de los préstamos y en la operación de la transacción.

Para el cofundador, el uso de Real Digital en sectores tradicionales de la economía, menos maduros en relación a la transformación digital como la agroindustria, la salud y la industria en general, por ejemplo, es una de las grandes expectativas de los agentes del mercado.

A pesar de la alta penetración, PIX aún no ha podido simplificar las cadenas de pago B2B. Si bien tenemos más de 122 millones de personas que utilizan el pago instantáneo, este número disminuye significativamente cuando hablamos de personas jurídicas, que suman poco más de 9.7 millones de usuarios.

También podemos incluir en esta discusión los pagos transfronterizos y la reducción de barreras a la internacionalización de estas empresas: un estudio de JP Morgan estima que sería posible que las empresas se ahorraran unos 100 mil millones de dólares con costos en transacciones internacionales, ya que se espera que la adopción por parte de las monedas digitales sea global, dado que varios países ya tienen iniciativas en el tema, el mayor acceso e interoperabilidad que brinda la tecnología blockchain es totalmente ganar-ganar para el comercio global”, concluye Marilyn.

A pesar de la zozobra que se ha generado en torno a las más diversas posibilidades que permite el Real Digital, el producto debería ser lanzado oficialmente por el Banco Central para pruebas recién en 2023. Además, existe un gran desafío en materia de infraestructura del sistema financiero nacional. sí mismo que soporta el escenario actual y no el procesamiento de una tecnología de cadena de bloques, por ejemplo. Finalmente, también existe la necesidad de una mejor comprensión del regulador en relación con los nuevos lineamientos de las políticas monetarias nacionales y cómo será toda la gestión de los riesgos de liquidez y crédito con la nueva tecnología.

Incluso con estos desafíos, las CBDC deberían brindar un nuevo abanico de posibilidades a todos los participantes del sistema financiero, además de impulsar una serie de innovaciones aún no mapeadas en la cadena.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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