Ismael Santiago Moreno es profesor, doctor en Finanzas en la Universidad de Sevilla (España). Cointelegraph en Español conversó con él para ver su visión sobre Bitcoin y analizar si existe un nuevo orden financiero mundial. También contó detalles sobre el proyecto OlivaCoin y habló sobre el potencial de blockchain en la agricultura.

Fernando Quirós (FQ): ¿Cómo se introdujo en el mundo de la tecnología blockchain y las criptomonedas?

Ismael Santiago Moreno (ISM): En 2014, desde el Grupo de Investigación SEJ-500 de “Finanzas y Turismo” de la Universidad de Sevilla, llevamos a cabo el proyecto de innovación tecnológica WES Charts, proyecto que yo coordinaba en colaboración con investigadores e ingenieros pertenecientes a la E.T.S. Ingeniería Informática de esta misma Universidad. WES Charts fue una de las primeras herramientas de análisis técnico (mediante osciladores y otros indicadores econométricos) para el trading con Bitcoin, la cual fue desarrollada solo en Android para dispositivos móviles (smartphones y tablets) pero que, en realidad, no tuvo un gran éxito en el mercado, aunque nos dotÓ de mucha experiencia y conocimiento sobre el mundo cripto. Este primer contacto serio con Bitcoin y su tecnología me permitió seguir estudiándola e investigándola con un enfoque económico-financiero, lo que derivó en artículos diversos sobre el tema, dos libros, el proyecto Blockchain de I+D+i OlivaCoin  y, últimamente el ser uno de los investigadores principales en un importante proyecto de I+D+i, que busca desarrollar estrategias descentralizadas para dinamizar el mercado eléctrico mediante Blockchain, según un modelado predictivo e informativo del consumidor, generador, prosumidor y las comercializadoras

FQ: ¿Las criptomonedas y la tecnología blockchain están cambiando el mundo de las finanzas a nivel mundial?

ISM: El internet de la información ha cambiado drásticamente nuestras vidas. Empleamos diariamente plataformas centralizadoras de la información como Google, Facebook o Amazon, las cuales monetizan la información de sus usuarios sin impunidad. La nueva economía se construye sobre una red que nos conecta a todos; su valor más importante es lo que transmitimos a través de ella y estas compañías lo han sabido aprovechar.

El actual internet de la información ha generado nuevas pautas de comportamiento y ha desarrollado nuevas industrias y modelos de negocio. Sin embargo, la aparición de la filosofía y tecnología de la cadena de bloques permite una evolución natural del internet de la información hacia el internet del valor, donde se puede compartir valor de una forma digital y descentralizada sin que se requiera una tercera entidad central de confianza, que imponga su criterio a los usuarios.

Los pilares del internet de la información eran los protocolos, que son los softwares informáticos para que una red de ordenadores pueda comunicarse entre sí. Por ejemplo: TCP/IP, HTTP, SMTP. En el internet del valor, serán los diferentes protocolos de la tecnología blockchain los que se establezcan como principal infraestructura.

En el internet de la información, los inversores destinaron más fondos a la capa de aplicaciones que en el protocolo. Fíjese en su smartphone. Ahí es donde se concentra el valor. En el internet del valor, el protagonismo reside en las funcionalidades que prestan los smart contracts y otras dApps, porque es en los protocolos donde reside el principal valor. En este sentido, el protocolo de Bitcoin es el padre de los protocolos de criptomonedas posteriores (software de código abierto).

Por ejemplo, imagínese que en el año 1995 usted hubiera podido invertir en el concepto del correo electrónico, sabiendo lo que sabe ahora usted de esta tecnología. A día de hoy, Bitcoin, gracias a la tokenización, nos ofrece a todos la oportunidad de ser dueños de parte del protocolo.

Además, hay que decir que la tokenización es la capacidad de innovación disruptiva que dispone Blockchain, la cual se basa en tres aspectos principales: la representación digital del valor (intangible), el control del token lo determinan las claves criptográficas y el registro de la propiedad del token radica en la cadena de bloques.

FQ: ¿Hay un nuevo orden financiero?

ISM: El actual orden financiero tiene su origen en agosto de 1971, cuando Nixon canceló unilateralmente los acuerdos de Bretton Woods con la derogación del patrón oro, mediante la suspensión de la convertibilidad directa del dólar estadounidense con respecto al oro, siendo uno de los motivos de esta decisión la situación de la guerra de Vietnam, tanto en el plano económico como militar, que drenaba las reservas estadounidenses. Esto dio lugar al dinero por decreto o fíat, que no estaba respaldado por nada, sólo en la confianza que las personas les damos a tal dinero. Con ello se inició una mayor volatilidad del precio de las divisas, un lucrativo mercado que mueve 76 millones de dólares por segundo; 4,576 millones por minuto; 274,583 millones por hora. 

Si nos centramos en el contexto actual, nos encontramos con unas más que laxas políticas monetarias practicadas por los bancos centrales (con tipos de interés muy bajos), a lo que se le añade un creciente endeudamiento global y, por si fuera poco, se nos ha colado un cisne negro en forma de coronavirus que está produciendo un pánico en los mercados, con unas consecuencias económicas y humanas más que preocupantes. Todo esto está creando un caldo de cultivo que acelera, si nadie lo remedia, lo que sería una próxima recesión global que afectará muy negativamente a las divisas fíat. 

El actual orden financiero mundial lo establece el dólar norteamericano, como divisa hegemónica. Estados Unidos controla el sistema financiero mundial desde la decisión tomada por Nixon, en agosto de 1971. Así que podríamos decir que la supremacía del dólar elimina la soberanía económica de los diferentes estados que conforman el mundo. Como lo demostró Obama cuando expulsó a Irán del sistema SWIFT y como Trump ha vuelto a recordarnos en el último foro de Davos, al congelar los activos de Irak en la Reserva Federal de New York, los cuales ascienden a 30,000 millones de dólares.

En la actualidad, Estados Unidos sigue teniendo la capacidad de activar o desactivar cualquier economía a voluntad. Washington emplea el dólar y el sistema financiero internacional como un arma con la que aplicar sanciones contra otros países. 

Si echamos la vista atrás, utilizar una divisa como arma es un privilegio exclusivo del país dueño de la moneda de reserva mundial. Históricamente, siempre ha sido el que ha tenido la Marina más poderosa; pero China se ha dado cuenta de que la próxima guerra no se librará con barcos sino en el ciberespacio, con las últimas tecnologías (5G, Inteligencia Artificial, grafeno o blockchain), de ahí que podemos hablar de una “guerra fría 2.0”. Por ello, Pekín quiere ganar la carrera de los CBDCs y adelantar a Europa, Japón y Estados Unidos. Lo haría con un renminbi digital, dispuesto a dar la batalla para poner fin a la hegemonía del dólar y a su estatus de divisa de reserva mundial, apoyada parcialmente en el oro.

No tengo ninguna duda de que en esta contienda financiera mundial entrará en juego bitcoin y el cambio de actitud de tendrán los bancos centrales, que invertirán en él y lo convertirán en una de las divisas de reserva mundial. Entonces, bitcoin pasará a formar parte del sistema. Y ya sabemos que no se puede sancionar a un país cuando este puede cambiar su moneda por bitcoin, porque esta criptomoneda es inconfiscable.

FQ: ¿Qué potencial tiene la tecnología blockchain en el mundo de la agricultura?

ISM: En España, los sectores económicos de la agricultura y la ganadería tienen una importancia fundamental, tanto social como económica. Principalmente, estas actividades se desarrollan en el ámbito rural español, donde se está produciendo actualmente un fenómeno de vital importancia: la España vaciada. Un 10% de la población española, que ocupa el 70% del territorio, se encarga de la sostenibilidad del 100% de las reservas de agua y oxígeno para disfrute de todos. El problema nace de la concentración de la población en las grandes ciudades y en las provincias costeras. Este desplazamiento ha llevado a que hoy el 90% de la población española se concentre en 1,500 municipios, que ocupan el 30% de la población española; mientras que en el restante 30% del territorio lo habitan el 10% restante de los españoles, es decir, menos de cinco millones de personas.

Es insostenible que el 10% de la población sea el encargado de conservar y sostener el 70% del territorio, cuando además se da la circunstancia de que en esos territorios es donde están los elementos esenciales de nuestra existencia. Es en esas zonas donde están el 100% de las reservas de agua y de oxígeno, y buena parte de nuestra despensa alimentaria, dado que es el espacio natural de la agricultura y la ganadería.

Es hora de que la denominada España despoblada perciba un justo precio por mantener unas condiciones medioambientales que permiten que ese 90% de la población, que vive concentrado en el 30% del territorio, tenga una atmósfera respirable y disponga de un recurso imprescindible como el agua. Consideramos que la tecnología Blockchain puede jugar un papel protagonista.

Igual que la industria ha asumido que el que contamina paga, y hasta se ha desarrollado un mercado de derechos de contaminación, es el momento de dar el salto a que el que conserva, el que oxigena, cobra; esto podría llevarse a cabo mediante la tokenización.

La propia globalización está imponiendo un nuevo paradigma en el funcionamiento de la cadena alimentaria, incorporando conceptos nuevos como la calidad, la trazabilidad y la seguridad sanitaria alimentaria.

La seguridad sanitaria alimentaria se encuentra estrechamente ligada a la trazabilidad, es decir, a la identificación del producto alimentario desde el campo hasta el consumidor. Es lógico pensar que todos los productos alimentarios deben salir al mercado con las debidas garantías higiénicas sanitarias.

Sin nos centramos en la problemática económica y financiera del sector el aceite de oliva, el modelo de volumen y precio imperante en la actualidad ha convertido al mercado español del aceite de oliva en un producto indiferenciado. En este escenario, las virtudes del producto se difuminan y el aceite de oliva pasa a ser considerado como una grasa alimenticia indiferenciada. Y es así como el mercado español ha acabado por estar dominado en un 65% por las marcas blancas. Sin embargo, cuando el 95% de los consumidores mundiales lo son de grasas cinco veces más baratas que el aceite de oliva, competir en precio es una batalla perdida.

Pero lo más preocupante es que este modelo de comercialización que domina el mercado español se está empezando a replicar peligrosamente en otros mercados que, a priori, tienen un gran potencial para el consumo de aceite de oliva y que, hasta ahora, eran mercados de margen, como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania u Holanda. Esta situación ha llevado al sector a una situación económica límite donde más del 90% de los ingresos de explotación que genera equivalen a la compra de aceituna y otros costes de aprovisionamiento, con lo que un gran número de agricultores, pequeñas empresas olivareras y almazaras productoras se plantean el cerrar y abandonar la actividad, si no cambian las actuales circunstancias.

Es necesario que se desarrollen ya aplicaciones descentralizadas que permitan: la desintermediación de la cadena de valor de los diversos productos alimenticios, la mejor integración de los diversos eslabones de la cadena, la optimización de la misma mediante la reducción de costes y que se dote de una información veraz al consumidor, gracias a Blockchain, que permita diferenciar a esta grasa respecto a otras en el mercado, en términos de funcionalidad y salubridad.

FQ: ¿Qué es OlivaCoin y cómo surgió?

ISM: La idea inicial de OlivaCoin partió del gran desarrollo de la financiación mediante ICOs en 2017 y de encontrar una alternativa innovadora a la desaparición del Mercado de Futuros del Aceite de Oliva (MFAO), que se produjo principalmente por las estrictas exigencias de adaptación y requerimientos normativos y económicos demandados por la reglamentación comunitaria y por los cuantiosos desembolsos exigidos. La utilidad que ofrecía el MFAO al sector del aceite de oliva radicaba en la aportación de transparencia al mercado y en que cumplía con la función de observatorio de precios. Esta primera posibilidad quedó abortada por la falta de regulación que había en España sobre el tema y por decisión de la CNMV, que nos terminó empujando a pivotar la idea hacia proyectos de I+D+i.

El desarrollar la idea original partió del Grupo de Investigación de Finanzas PAIDI (SEJ-500) de la Universidad de Sevilla, donde inicialmente se llevó a cabo un exhaustivo estudio económico-financiero de las treinta principales empresas aceiteras de España en 2017, una muestra que era representativa de este sector a nivel nacional.

El estudio mostraba dos principales problemas financieros en este mercado: la métrica gastos financieros sobre ingresos de explotación, que ascendía al 3,9%, y el de la ratio de aprovisionamientos sobre ventas, que lo hacía en niveles del 90%. La metodología que se empleó, para la valoración financiera del sector, fue el descuento de flujo de caja libre para el accionista y, para la tasa de descuento, se empleó el CAPM, según la empresa cotizada Deoleo, y una prima de riesgo del aceite de oliva del 25%.

A día de hoy, OlivaCaoin ha pivotado a una DApp de trazabilidad para el sector del Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) en la blockchain pública de Ethereum, adaptada a las actuales necesidades perseguidas por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en su denominada Ley de la Cadena Alimentaria, donde se recogen principalmente las reivindicaciones de agricultores y ganaderos: informar sobre los costes de producción de los distintas agentes intervinientes de la cadena de valor alimentaria; la existencia de un contrato escrito (en nuestro caso, un Smart contract) donde se haga referencia a tales costes de producción; que se prohíba la venta a pérdidas (en nuestro caso, mediante la blockchain pública de Ethereum); que se prohíba la información no veraz que confunde al consumidor (en nuestro caso, mediante una trazabilidad blockchain); y que una falta grave o muy grave sea objeto del conocimiento del consumidor (en nuestra caso, el tratamiento de transparencia informativa y por la inmutabilidad de los datos recogidos en la blockchain pública empleada: Ethereum).

Nuestra versión de prueba de la DApp de trazabilidad AOVE será presentada este año, en el congreso internacional de Blockchain CIBTC; además ya se han iniciado conversaciones con COAG y UPA para su divulgación e implantación entre los agricultores y empresarios agrícolas de Andalucía. 

Estamos convencidos de que la herramienta Blockchain citada será de mucha utilidad para el Observatorio de precios y de la agencia de información y control alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del Gobierno de España.

FQ: - ¿Le gustaría agregar algo sobre los smart contracts?

ISM: En relación a la ley de cadena alimentaria que está desarrollando el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la mejor forma de reconocer el trabajo que hacen agricultores y ganaderos, por parte del Gobierno de España, es garantizar que los costes de producción de los distintos agentes intervinientes de la cadena aparezcan en un contrato escrito mediante un Smart Contract de una blockchain pública.

Sobre Ismael Santiago Moreno

Es profesor, y doctor en Finanzas en la Universidad de Sevilla (España). También es miembro del Grupo de investigación SEJ-500 de “Finanzas y Turismo” de esa misma universidad. Las asignaturas que imparte son propias de Finanzas, tales como: Valoración de Empresas; Sistemas y Mercados Financieros; Finanzas de la empresa en el corto plazo e Introducción a las Finanzas. Además es profesor de esta misma temática indicada en diversos Másters, como los de la Universidad de Sevilla: “Corporate Finance, Emprendimiento y Búsqueda de financiación” y “Bolsa y Valoración de empresas “.

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