El Salvador dio inicio este 2 de septiembre a la implementación de la Ley de Fomento a la Inteligencia Artificial y Tecnologías, aprobada por la Asamblea Legislativa en febrero pasado, según un comunicado publicado en la red social X por la Agencia Nacional de Inteligencia Artificial (ANIA). Con la entrada en vigor de su reglamento, el país establece un marco legal que busca acompañar la innovación, brindar seguridad jurídica a los inversionistas y facilitar el desarrollo de proyectos en un entorno regulado y accesible.
EL SALVADOR PIONEERS AI LEGAL FRAMEWORK, BECOMING A TESTBED FOR INNOVATION
— ANIA (@theaiagencysv) September 2, 2025
We are excited to announce the implementation of the Regulations to the AI Law (Reglamento a la Ley de Fomento a la Inteligencia Artificial y Tecnologías).
El Salvador is taking the lead on the global… pic.twitter.com/ahx2pjx34g
La normativa coloca a la ANIA como ventanilla única para gestionar trámites y procesos relacionados, con el objetivo de reducir cargas administrativas y dar mayor fluidez a la actividad de emprendedores y empresas tecnológicas. Según la institución, este modelo elimina barreras burocráticas y prioriza un enfoque de colaboración y asistencia en lugar de sanciones punitivas, de modo que los innovadores puedan concentrarse en la construcción de soluciones.
Este marco se suma a un conjunto de legislaciones que El Salvador ha aprobado en los últimos años para regular y promover el uso de tecnologías emergentes. Entre ellas se destacan la Ley Bitcoin, que reconoció a la criptomoneda como moneda de curso legal en 2021, y la Ley de Emisión de Activos Digitales, aprobada en 2023, que abrió el camino para la tokenización de instrumentos financieros y nuevas alternativas de inversión. Con la Ley de Inteligencia Artificial, el país amplía esa estrategia y extiende la regulación a un sector con creciente impacto global.
Entre los aspectos más destacados de la nueva normativa se encuentra la protección de la propiedad intelectual y la habilitación de entornos de prueba controlados bajo criterios de seguridad y ética. La ley también abre la posibilidad de realizar investigaciones con menores cargas regulatorias, siempre que se respeten estándares de transparencia y responsabilidad. Además, establece incentivos para la instalación de laboratorios, centros de investigación y alianzas público-privadas, con el fin de impulsar la integración de la IA en sectores clave como la salud, la educación y el transporte.
La diputada Dania González, presidenta de la Comisión de Tecnología, Turismo e Inversión de la Asamblea Legislativa, señaló que esta normativa tiene un impacto regional:
El Salvador marca un precedente en la región con la implementación de la Ley de Inteligencia Artificial. Este nuevo marco legal ofrece certeza jurídica a inversionistas, fortalece la propiedad intelectual y crea incentivos para el establecimiento de laboratorios, centros de investigación y alianzas público-privadas
González añadió que las disposiciones no sólo atienden las necesidades del sector tecnológico, sino que también tienen un alcance social y económico. “La normativa abre espacio para proyectos de alto impacto en salud, educación y transporte, bajo criterios de seguridad y ética, con el propósito de impulsar empleo, dinamizar la economía y mejorar la calidad de vida de la población”, explicó.
La legisladora subrayó además el papel de la Asamblea en la creación de este marco jurídico. “Como presidenta de la Comisión de Tecnología, Turismo e Inversión de la Asamblea Legislativa, tuve el honor de liderar la aprobación de esta legislación. Estoy convencida de que con este paso El Salvador se posiciona como referente regional en innovación y marcos regulatorios modernos, alineados con las demandas globales de transformación digital”, indicó.
Por su parte, la ANIA destacó que el modelo busca diferenciarse de regulaciones más restrictivas y permitir mayor flexibilidad a los innovadores. Para demostrar cumplimiento, las empresas podrán optar por mecanismos de autocertificación o programas de pruebas supervisadas, siempre con acompañamiento técnico de la institución. La idea, según la agencia, es construir un ecosistema basado en la confianza, en el que los desarrolladores encuentren claridad jurídica sin frenos innecesarios a la creatividad.
Con esta implementación, El Salvador abre la puerta a que startups y compañías internacionales interesadas en inteligencia artificial encuentren un marco regulatorio simplificado y diseñado para favorecer tanto la inversión como la investigación aplicada, con el propósito de avanzar hacia una economía más dinámica y con mayores oportunidades de desarrollo tecnológico.
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