Bitcoin funciona con una tecnología llamada blockchain. Esta tecnología permite crear bases de datos seguras que no dependen de una autoridad/servidor central. En su lugar, funcionan con una red de computadores que se controlan entre sí. Así, Bitcoin resolvió el “problema de confianza”. En lugar de confiar en una autoridad central, se basa en el acuerdo de una red de participantes. De esta manera, se reduce la necesidad de intermediarios. O, más bien, el único intermediario es el conjunto de reglas que rigen el funcionamiento de la red, llamado protocolo. No hay ninguna entidad humana que controle el proceso.

Por eso, ahora se pueden hacer transferencias sin intermediarios. El usuario de Bitcoin puede custodiar sus propios BTC y los puede transferir directamente. Es como usar efectivo. Pero eso no significa que seamos individualistas radicales. También podemos trabajar en grupo. Tener un socio no es obligatorio, pero aun así es válido.

Los pros de tener un socio para invertir en Bitcoin

Tener un socio para invertir en Bitcoin puede tener varias ventajas. Algunas de ellas son:

Compartir riesgos y responsabilidades. Invertir en Bitcoin implica asumir ciertos riesgos, como la volatilidad del precio, los ataques informáticos, las regulaciones o los errores humanos. Tener un socio puede ayudar a repartir esos riesgos y a asumir las responsabilidades que conlleva la inversión.

Sumar habilidades y conocimientos. Invertir en Bitcoin requiere tener ciertos conocimientos técnicos, financieros y legales. Tener un socio puede aportar una visión complementaria y ampliar el abanico de posibilidades. Además, se puede aprender mutuamente y mejorar las capacidades de cada uno.

Ampliar contactos y apoyarse mutuamente. Invertir en Bitcoin puede ser una actividad solitaria y a veces estresante. Tener un socio puede facilitar el acceso a otras personas y recursos que puedan ser de utilidad. También puede ofrecer un apoyo emocional y moral en los momentos difíciles.

Los contras de tener un socio para invertir en Bitcoin

Tener un socio para invertir en Bitcoin también puede tener algunos inconvenientes. Algunos de ellos son:

Tener conflictos y diferencias. Invertir en Bitcoin implica tomar decisiones constantemente, como cuándo comprar, vender, guardar o gastar. Tener un socio puede generar desacuerdos y discusiones que afecten a la relación y al rendimiento de la inversión.

Problemas de comunicación y coordinación. Invertir en Bitcoin requiere estar atento a las novedades y cambios que ocurren en el mercado y en la tecnología. Tener un socio puede dificultar la comunicación y la coordinación, especialmente si se trabaja a distancia o con diferentes horarios.

Dificultad para separar lo personal de lo laboral. Invertir en Bitcoin puede implicar dedicar mucho tiempo y energía a la actividad. Tener un socio puede provocar que se mezclen los asuntos personales con los laborales, lo que puede generar tensiones y resentimientos.

Cómo elegir un socio para invertir en Bitcoin

Al elegir un socio para invertir en Bitcoin, hay que tener en cuenta varios aspectos. Algunos de ellos son:

Las competencias y habilidades. Es importante que el socio tenga las competencias y habilidades necesarias para invertir en Bitcoin, o que al menos tenga la disposición de aprender y mejorar. También es conveniente que el socio tenga un perfil complementario al nuestro, para que se puedan aprovechar las fortalezas de cada uno.

Los valores y la ética. Es fundamental que el socio comparta los valores y la ética que rigen la inversión en Bitcoin, como la transparencia, la honestidad, la responsabilidad y el respeto. También es imprescindible que el socio sea de confianza y que cumpla con sus compromisos.

La visión del negocio. Es necesario que el socio tenga una visión del negocio compatible con la nuestra, tanto en lo que se refiere a los objetivos, las estrategias, los plazos y los riesgos, como a la forma de gestionar el dinero, los beneficios y las pérdidas.

La capacidad de trabajar en equipo. Es esencial que el socio tenga la capacidad de trabajar en equipo, lo que implica saber comunicarse, escuchar, negociar, cooperar y resolver conflictos. También es importante que el socio tenga una actitud positiva, proactiva y flexible.

¿Qué hacer con nuestro dinero en estos tiempos de incertidumbre y cambio? Algunos dicen que lo mejor es guardarlo bajo el colchón. Pero quizás la respuesta no sea tan simple. Tal vez haya que diversificar y aprovechar las ventajas de cada opción.

Un banco, por ejemplo, nos ofrece seguridad, respaldo y facilidad de acceso. Podemos depositar nuestro dinero y disponer de él cuando lo necesitemos, sin tener que preocuparnos por su custodia o su valor. Además, podemos acceder a servicios financieros como créditos, tarjetas o seguros.

Un exchange nos permite participar en el mercado de las criptomonedas. Podemos comprar, vender y transferir diferentes tipos de monedas digitales, aprovechando su potencial de crecimiento y su libertad de uso. Además, podemos beneficiarnos de las innovaciones tecnológicas que ofrecen estas plataformas.

Un fondo nos brinda la oportunidad de diversificar nuestro portafolio y obtener rendimientos a largo plazo. Podemos invertir en diferentes sectores, regiones o instrumentos, según nuestro perfil de riesgo y nuestros objetivos. Además, podemos contar con la gestión profesional de expertos que se encargan de optimizar nuestra inversión.

Como ves, cada opción tiene sus beneficios y sus riesgos. Lo importante es informarse, comparar y elegir la que mejor se adapte a nuestras necesidades y expectativas. No hay una sola forma de manejar nuestro dinero, sino varias.

Conclusión

Invertir en Bitcoin mediante un ETF no es necesario, pero puede ser beneficioso. Un socio puede aliviar las cargas, aportar valor y ofrecer apoyo. Pero también puede generar problemas, dificultades y tensiones. Hay que pensar bien los pros y los contras antes de decidir. A veces, nos apoyamos en otros no por necesidad, sino por interés. Los demás nos pueden ofrecer servicios y productos que nos ayuden a crecer o mejorar. Pero también nos pueden quitar autonomía y libertad. La decisión final depende de nuestra situación particular y de nuestras preferencias personales. Lo importante es tener claro qué queremos y cómo lo queremos. Y, sobre todo, disfrutar del proceso. Invertir en Bitcoin, con socio o sin socio, es una aventura apasionante que nos puede llevar a lugares inesperados. 

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.