La Junta Europea de Riesgo Sistémico (JERS) publicó un informe sobre los riesgos derivados de los criptoactivos, con especial atención a las stablecoins emitidas conjuntamente por entidades europeas y de terceros países. El organismo pidió a la Comisión Europea actuar antes de 2026 para evitar impactos en la estabilidad financiera, según lo publicado en la página web del Banco de España.

El documento subrayó especialmente los riesgos que podrían plantear las stablecoins emitidas conjuntamente por entidades de la Unión Europea y de fuera del bloque, un modelo de negocio que, según la JERS, podría afectar a la estabilidad financiera de Europa.

El informe advirtió del aumento de las conexiones entre el sector cripto y los mercados financieros tradicionales, y señaló que la capitalización global de las stablecoins se había duplicado desde el informe anterior publicado en 2023.

Según se informó, este crecimiento se debió, en parte, a las políticas de Estados Unidos, que han favorecido la adopción de stablecoins denominadas en dólares. Estas monedas digitales, respaldadas por reservas en bancos comerciales, estarían cada vez más integradas en el sistema financiero, lo que incrementaría el potencial de contagio en momentos de tensión, explicaron.

De acuerdo al panorama planteado, la JERS insistió en la necesidad de que los activos de reserva admitidos en la UE tendrían que ser de alta calidad y liquidez, y buscando que se pueda garantizar una supervisión eficaz y coordinada.

El informe también analizó el papel de los grupos corporativos que ofrecen productos y servicios relacionados con criptoactivos a través de múltiples entidades, tanto financieras como no financieras.

La JERS advirtió de que estas estructuras podrían recurrir a prácticas de arbitraje regulatorio, dificultando la supervisión. Por ello, el organismo propuso la creación de mecanismos formales de cooperación entre supervisores europeos e internacionales, junto con obligaciones de información a nivel de grupo.

La parte central del informe se enfocó en las stablecoins emitidas conjuntamente por entidades europeas y de terceros países, calificándolas como una fuente potencial de vulnerabilidad sistémica.

Según la JERS, una retirada masiva de stablecoins (run) podría generar presión sobre las reservas de las entidades europeas emisoras, dificultando los reembolsos y amplificando los efectos dentro de la UE. Además, añadió que restricciones impuestas por autoridades extranjeras sobre la transferencia de reservas entre jurisdicciones podrían agravar estas tensiones.

También se indicó que el actual marco regulatorio europeo, el Reglamento MiCA, no contempla explícitamente este tipo de emisiones conjuntas, por lo que el informe consideró que no ofrece mecanismos adecuados para mitigar los riesgos asociados.

Por otro lado, ante este escenario, la Junta General de la JERS emitió una recomendación específica (JERS/2025/9) sobre los esquemas de emisión conjunta con terceros países, estableciendo una estrategia en dos fases:

  1. Antes de finales de 2025, la JERS recomendó que la Comisión Europea debería aclarar que estos esquemas no están permitidos bajo el marco actual del Reglamento MiCA.

  2. Indicó también que si no se adopta una medida clara, las autoridades nacionales y europeas de supervisión tendrían que aplicar salvaguardias adicionales antes de finales de 2026, como una supervisión reforzada, cooperación internacional y reformas legislativas específicas.

La JERS también indicó que haría un seguimiento estrecho de la aplicación de las recomendaciones y que las autoridades destinatarias tendrían que informar al Parlamento Europeo, al Consejo y a la Comisión sobre las medidas adoptadas o justificar la falta de acción.

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