La criptomoneda de Facebook no ha pasado desapercibida. Desde que fuera anunciada el pasado 18 de junio, además de la alta cobertura en medios de comunicación, Libra ha generado gran controversia en el ecosistema de las criptomonedas y también en algunos gobiernos del mundo, especialmente en el de Estados Unidos. Representantes de la Reserva Federal, del Congreso y hasta el primer mandatario del país norteamericano, Donald Trump, han alzado su voz para criticar el proyecto.

Representantes de la empresa y de la Asociación Libra (conglomerado empresarial que dirigirá los destinos del proyecto) deberán presentarse esta semana ante el congreso estadounidense para defender el criptoactivo, del que se cree, podría generar grandes problemas a nivel institucional pero también en cuanto a temas de privacidad de sus usuarios. Nos preguntamos, ¿esta audiencia puede tener influencia en Bitcoin y en el mercado de criptomonedas en general?

Además de temas sobre privacidad (que han acompañado a Facebook desde la publicación del informe de Cambridge Analytica), a las autoridades estadounidenses les preocupa que Libra sirva para el lavado de dinero, el financiamiento del terrorismo y en general, para actividades ilícitas. Los prejuicios que existen contra Bitcoin y otras criptomoneda también se ciernen sobre Libra.

Las voces críticas desde el stablishment estadounidense alegan que el proyecto debe privilegiar la protección al consumidor, brindando información clara sobre el funcionamiento y alcance de este medio de pago, como ha sido descrito y presentado hasta ahora por sus principales impulsores.

Como dije ya, el presidente de Estados Unidos tuvo palabras con respecto a Bitcoin, pero también sobre esta criptomoneda. Trump se manifestó sobre el tema por primera vez, asegurando que Facebook y las otras empresas que forman parte de la Asociación Libra parecen querer tomar el papel de un banco. El primer mandatario estadounidense señaló que si este es el objetivo, deberán cumplir con todas las exigencias regulatorias que apliquen. La advertencia está hecha.

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“Si Facebook y otras compañías desean convertirse en un banco, deben trabajar por una nueva Carta Bancaria y estar sujetos a todos los reglamentos bancarios, al igual que otros bancos, tanto nacional como internacionalmente”, tuiteó. 

Trump fue enfático al decir que solo existe una moneda local oficial en Estados Unidos, el dólar, y que espera que su dominio sobre la economía estadounidense e influencia en la esfera global se mantengan. Libra atenta contra este estado de las cosas. Su camino no será fácil.

Si libra tiene éxito: buenas noticias para Bitcoin

En este contexto, si los defensores de la criptomoneda tienen éxito y logran convencer a los representantes del congreso, Libra no solo se lanzará en 2020 y empezará operaciones como se tiene planificado, sino que además allanará el camino para el establecimiento de Bitcoin y otras criptomonedas, especialmente porque los reguladores tendrán mejor conocimiento sobre qué es y qué no una criptomoneda.

A pesar de que Libra tiene más similitudes con Paypal que con Bitcoin, una buena defensa del proyecto de Facebook podría impulsar el afianzamiento de la criptomoneda diseñada por Satoshi Nakamoto en 2009, como una referencia económica y tecnológica importante.

El hecho de que el congreso estadounidense apoye a Libra podría desencadenar un movimiento importante en el mercado de criptoactivos, además de poner a Estados Unidos en una posición ventajosa para dirigir una bitcoinización a escala global. 

Libra podría iniciar una importante revolución en el ecosistema, incluso a pesar de que se trate de un instrumento que dista de las características de las criptomonedas, pues abriría un camino de mejor entendimiento sobre el tema. Libra podría ayudar a formar una opinión más informada sobre Bitcoin en las altas esferas del poder de Estados Unidos, llevando a las autoridades a un nuevo nivel de entendimiento y apertura sobre el tema.

Pero si no…

Las reacciones adversas demuestran que Libra es considerada una amenaza al status quo. Lo mismo podría ocurrir con Bitcoin y el resto de criptomonedas del mercado, sobre las que ya ronda la sombra del delito, el financiamiento del terrorismo y el lavado de dinero. 

La caída de Libra podría terminar de afianzar esta creencia, incluso a pesar de que solo el 1% de la actividad económica de Bitcoin esté asociada a mercados de la darknet y que no haya una relación tan clara entre terrorismo y criptomonedas como se ha creído hasta ahora.

Todas las criptomonedas están bajo constante amenaza, pero el fracaso de Libra podría hacer que esta sospecha arrecie, llevando al Estado norteamericano a tomar medidas más draconianas.

Si los defensores de la criptomoneda de Facebook no logran aclarar sus intenciones y las autoridades estadounidenses terminan denegando los permisos para que la criptomoneda inicie operaciones, Libra podría desencadenar un efecto dominó sobre el ecosistema de criptomonedas, haciendo que el gobierno norteamericano tome una postura aún menos amigable con bitcoiners, pero también frente a las empresas que operan negocios asociados a las criptomonedas. 

En dos palabras: Estados Unidos podría tomar el camino de prohibición y persecución que China emprendió en 2017.

Sin embargo, cabe decir que esta posibilidad podría tener un efecto negativo para Estados Unidos. Como ha dicho el propio David Marcus, co-creador de Libra (en el discurso que dará ante el senado y que ya ha sido publicado): “si Estados Unidos no lidera la innovación en el área de pagos y monedas digitales, otros lo harán”. Nadie puede apagar Bitcoin, pero a la larga, si puede ser afectado negativamente por atacarlo.

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Si el gobierno estadounidense decide rechazar Libra y luego va tras el resto de criptoactivos, no solo cerrarán una oportunidad de inversión para sus ciudadanos, también podrían afectar la preeminencia del país en el desarrollo de la industria de las criptomonedas, dejando el protagonismo de este crecimiento a nivel internacional en manos de países más amistosos, como Suiza, Singapur o Malta, que, dicho sea de paso, ya son más atractivos a nivel empresarial y tributario para este tipo de proyectos.

“Si no actuamos, pronto podremos ver una moneda digital controlada por otras personas, cuyos valores son dramáticamente diferentes”, señala Marcus en la argumentación que presentará ante el congreso. 

En este contexto y ante el advenimiento de Libra, el principal objetivo del Estado norteamericano es que la criptomoneda de Facebook no altere la integridad del sistema financiero, ni la preeminencia del dólar, tanto en la economía estadounidense como a nivel internacional. Como hemos visto, el éxito o fracaso de los defensores de Libra podría incidir en el porvenir de Bitcoin. Todo dependerá de la postura que adopte Estados Unidos.

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