Opinión de: Margaret Rosenfeld, directora legal de Everstake
La reciente directiva de la Agencia Federal de Financiamiento de Viviendas (FHFA) para explorar cómo las criptomonedas podrían ser incluidas en las evaluaciones de riesgo de hipotecas unifamiliares es un paso bienvenido y largamente esperado.
Si se implementa, podría permitir a los poseedores de criptomonedas a largo plazo usar sus activos digitales al calificar para una hipoteca sin verse obligados a liquidarlos.
Para realizar su potencial, las propuestas resultantes deben reflejar cómo funcionan realmente las criptomonedas. Y eso significa reconocer la legitimidad de los activos digitales autocustodiados.
Malinterpretando la directiva de la FHFA
Algunos ya han malinterpretado la directiva que exige que las criptomonedas estén custodiadas en el exchange de criptomonedas regulado en Estados Unidos para ser contabilizadas. Eso sería un grave error — y contrario al texto claro de la directiva.
“Los activos digitales... deben ser susceptibles de ser evidenciados y almacenados en el exchange centralizado regulado en Estados Unidos sujeto a todas las leyes aplicables.”
La frase “susceptibles de ser almacenados” es clara. La directiva exige que los activos sean verificados y manejados de forma segura a través de infraestructura regulada en Estados Unidos, no prohíbe los activos mantenidos en otro lugar. La verificabilidad debe ser el estándar, no un modelo de custodia específico.
El argumento de seguridad para la autocustodia
La autocustodia no es una actividad marginal en cripto. Es la base de la arquitectura y seguridad del sistema. Comparada con el exchange centralizado, una autocustodia bien gestionada puede ofrecer una transparencia, auditabilidad y protección superiores. Los colapsos de importantes custodios y el exchange centralizado han demostrado cuán real puede ser el riesgo de contraparte.
Debidamente documentados, los activos autocustodiados pueden ser completamente auditables, ya que los registros onchain demuestran el saldo y la propiedad. También ofrecen un nivel de seguridad más alto, ya que el almacenamiento en frío y las billeteras no custodiales reducen los puntos únicos de fallo. Además, los activos autocustodiados son verificables, con herramientas de terceros ya disponibles para certificar las tenencias de la billetera y el historial de transacciones.
Si los legisladores excluyen estos activos de la suscripción de hipotecas simplemente porque no están custodiados en el exchange de criptomonedas, corren el riesgo de incentivar prácticas menos seguras y penalizar a los usuarios por manejar las criptomonedas correctamente.
Un marco que apoya la innovación
Hay un camino mejor. Cualquier marco sólido para hipotecas con criptomonedas debería permitir tanto las tenencias autocustodiadas como las custodiales, siempre que cumplan con los estándares de verificabilidad y liquidez. También debería aplicar descuentos de valoración (haircuts) apropiados para tener en cuenta la volatilidad. Otro requisito clave es limitar la proporción de las criptomonedas en las reservas totales utilizando un enfoque escalonado basado en el riesgo estándar. Finalmente, debería exigir documentación clara de los métodos de verificación y valoración, independientemente del tipo de custodia.
Esta forma de pensar ya se aplica a activos volátiles como acciones, divisas extranjeras e incluso acciones privadas. Las criptomonedas no deberían tratarse de manera diferente.
No fuerces las criptomonedas a modelos anticuados
Esta directiva tiene el potencial de modernizar el financiamiento hipotecario para una era digital. Sin embargo, debe evitar la trampa de forzar a las criptomonedas a imitar modelos tradicionales solo para ser comprendidas. No necesitamos aplanar la descentralización para que encaje en viejos cajones de riesgo. Solo necesitamos formas inteligentes de verificarla. Hagamos esto bien, no solo para los poseedores de criptomonedas sino también para la integridad del propio sistema hipotecario.
Este es solo un ejemplo de un desafío mayor al que se enfrenta la nueva política sobre criptomonedas. Desde la declaración de impuestos hasta la clasificación de valores, demasiadas reglas se redactan asumiendo que todos los usuarios dependen de intermediarios centralizados. Millones de participantes eligen la autocustodia o plataformas descentralizadas porque valoran la transparencia, la autonomía, la falta de intermediarios tradicionales y la seguridad. Otros prefieren los custodios regulados que ofrece la centralización.
Ambos modelos son legítimos, y cualquier marco regulatorio efectivo debe reconocer que los usuarios seguirán demandando diferentes opciones.
Una mayor educación técnica sobre la tecnología descentralizada es esencial para cerrar esta brecha. Los legisladores y reguladores necesitan una comprensión más profunda de cómo funciona la descentralización, por qué es importante la autocustodia y qué herramientas existen para verificar la propiedad sin depender de terceros. Sin esta base, futuras directivas, declaraciones, regulaciones y legislación corren el riesgo de repetir el mismo error, que ignora grandes segmentos del ecosistema y no tiene en cuenta toda la gama de participantes de la industria de las criptomonedas.
Opinión de: Margaret Rosenfeld, directora legal de Everstake.
Este artículo tiene fines informativos generales y no pretende ser ni debe tomarse como asesoramiento legal o de inversión. Las opiniones, ideas y puntos de vista expresados aquí son exclusivamente del autor y no necesariamente reflejan o representan las opiniones y puntos de vista de Cointelegraph.
