Un jurado federal de Greensboro (Carolina del Norte) ha condenado a Remy St. Felix, de 24 años y residente en West Palm Beach (Florida), por liderar varios asaltos violentos a viviendas con el objetivo de robar criptomonedas a sus víctimas.

St. Felix se enfrentaba a nueve cargos, entre ellos conspiración, secuestro, robo según la Ley Hobbs, fraude electrónico y blandir un arma de fuego para ayudar a llevar a cabo sus delitos.

La condena de St. Felix del 25 de junio se produjo tras un juicio que puso de manifiesto su posición de liderazgo en una conspiración internacional dirigida contra ciudadanos estadounidenses por sus criptoactivos.

Según un comunicado de prensa del Departamento de Justicia de EE.UU., Sandra Hairstone, fiscal federal del Distrito Medio de Carolina del Norte, declaró:

“Las víctimas en este caso sufrieron una experiencia horrible y dolorosa que ningún ciudadano debería tener que soportar [...] El acusado y sus co conspiradores actuaron puramente por codicia y aterrorizaron cruelmente a aquellos a quienes apuntaban”

Una investigación del FBI descubre delitos de criptomonedas en varios estados

Los documentos judiciales y las pruebas del juicio muestran que St. Felix y sus conspiradores llevaron a cabo allanamientos de morada en múltiples estados, incluidos Carolina del Norte, Florida, Texas y Nueva York.

Entre diciembre de 2022 y julio de 2023, la banda criminal utilizó la violencia física, el secuestro y las amenazas para intimidar a sus víctimas, obligándolas a acceder y transferir sus holdings de criptomonedas a los perpetradores.

Un incidente notable ocurrió el 12 de abril de 2023, cuando St. Felix y su cómplice, Elmer Ruben Castro, entraron por la fuerza en una casa, ataron a sus víctimas con una cremallera y les exigieron acceso a sus cuentas de criptomonedas.

Acusación de Estados Unidos contra Seemungal (captura de pantalla). Fuente: CourtListener
 

Esfuerzos de investigación

La Oficina de Campo de Charlotte de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) dirigió la investigación, con la ayuda de varias otras oficinas de campo y departamentos de policía locales.

Descubrieron que St. Felix y sus cómplices habían cubierto sus huellas utilizando sofisticadas técnicas de lavado de dinero y comunicación cifrada.

Sin embargo, los investigadores conectaron las actividades de la banda criminal, detuvieron a los delincuentes y les exigieron pagar por sus actos.

El Subdirector Ejecutivo Timothy Langan, de la Subdivisión de Delincuencia, Ciberdelincuencia, Respuesta y Servicios del FBI, declaró:

“Estamos orgullosos del trabajo que ha conducido a la condena de hoy, que debe servir de advertencia a otros que pretendan participar en actividades similares de que no pararemos hasta que se enfrenten a las consecuencias de sus actos.”

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