Durante todo boom financiero, se pone de moda invertir en los mercados bursátiles. Muchos quieren ser el próximo Lobo de Wall Street, pero no saben cómo. Esta moda se alimenta de las historias de éxito reseñadas por la prensa. “Joven de 15 años hizo millones desde su casa”. “Persona convirtió mil dólares en un millón en menos de un año” Etc. De pronto, se cruza una idea en la mente. Quiero invertir y de esta forma ganar mucho dinero. 

En el auge de los Robinhood traders, da la impresión que todo es color de rosas en el mundo de las inversiones. Al parecer, todo el mundo está ganando dinero especulando en la bolsa y en criptomonedas. Durante periodos alcistas, el sentimiento de codicia se eleva considerablemente inyectando optimismo a la persona de pie. Todo suena como demasiado fácil. Es como dinero mágico. Es como la multiplicación de los peces. Colocas unos pocos peces en la canasta y al poco tiempo puedes alimentar a todo un pueblo. Pero el novato tiene muchas cosas en contra. Inexperiencia, poco capital y altas expectativas. Y dos defectos claves: ingenuidad e impaciencia. 

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Un concepto de suma importancia para todo inversor es el concepto de riesgo. No es raro que los novatos caigan en el error de asumir que un activo seguirá subiendo de precio indefinidamente. Ahora todos quieren comprar, por ejemplo. Entonces, lo que normalmente ocurre es que se compra a sobreprecio y se vende muy por debajo del precio de compra. En ocasiones, se invierte con dinero prestado y con tiempo limitado. Es decir, no se considera el riesgo. 

En primer lugar, se subestima el oficio. Muchos quieren convertirse en traders profesionales de la noche a la mañana. Eso es como pretender ir a las Olimpíadas con un par de días de entrenamiento. Lo mejor es ir con calma. Este no es un oficio sencillo. Hay que ir por pasos. Si tienes algo de capital, se puede comenzar comprando algo y esperar. Claro que se debe comprar algo bueno a buen precio. He ahí el detalle. ¿Qué es algo bueno? ¿Y cómo sabemos cuál es el precio indicado? 

Como normal general, cuando todo está alto, es mal momento para comprar. En otras palabras, la mayoría de los nuevos inversores están llegando tarde. Bitcoin llegó a 3 mil dólares, pero nadie lo quería. Ahora está a más de 30 mil y todo el mundo lo quiere. Pero lo mismo sucede con las acciones en la bolsa. Muchos quieren invertir en tecnología ahora. Pero durante el crash de marzo del 2020 muy pocos pensaron en comprar. En el fondo, no es tan complicado. La mejor manera de hacer dinero en los mercados financieros es comprando barato y vendiendo caro. Sin embargo, por alguna extraña razón, muchos inversores prefieren comprar caro (repletos de codicia) y vender barato (repletos de miedo). Esa es la manera más fácil de perder dinero. 

Hay que investigar a fondo. Si no tienes tiempo o ganas, es mejor dedicarse a otra cosa. Las preguntas claves: ¿Por qué este activo es bueno? ¿Por qué este es un buen precio? Las respuestas deben ser concretas y profundas. El argumento debe ser poderoso.  “Mi amigo que sabe mucho de eso me lo digo” no clasifica como una respuesta válida. 

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El novato por lo general se enfoca en todo el dinero que va a ganar. Recurre a predicciones optimistas para hacer una compra. Pero ese es el enfoque equivocado. Nadie puede predecir el mercado. Nuestro enfoque debe estar en reducir el riesgo. ¿Qué pasa si lo perdemos todo? ¿Qué pasa si todo falla y las predicciones no se dieron? Las medidas que tomamos para protegernos son la clave de nuestro éxito en el mundo financiero. ¿Cómo nos diversificamos? ¿Usamos un stop loss? ¿Estamos invirtiendo una cantidad manejable? ¿Podemos esperar años con esa inversión? 

La paciencia es la mejor amiga del inversor, porque la persona paciente no toma riesgos innecesarios. Las personas que se quieren hacer ricas rápidamente son las primeras en caer. Todos en un mercado alcista se creen genios. Muchos de los Robinhood traders han hecho dinero con posiciones arriesgadas. Pero un año no es nada en el mundo de las inversiones. Si no aprendes a reducir el riesgo de tus inversiones, tarde o temprano, te saldrá algo mal. 

Ahora bien, ¿quieres invertir? Invierte con la cabeza fría. Investiga, analiza y aprende. Y lo más importante: cultiva la paciencia. Es decir, no te vuelvas loco.  No confíes en twitter, en tips, ni en los foros. Y no caigas en esquemas fraudulentos. Invierte de manera honesta. No se trata de ser un moralista. Se trata de puro pragmatismo. Los esquemas fraudulentos tarde o temprano explotan. 

¿Cómo empezar? Lee buenos libros sobre inversión. Recomendaría la obra de Ben Graham. “El Inversor Inteligente” en particular. Y te recomendaría ver entrevistas de inversores como Warren Buffett, Charlie Munger, Peter Lynch y John C. Bogle. Me alejaría de los influencers en Youtube y Twitter. 

El segundo paso sería abrir una cuenta de inversiones en una plataforma reconocida. Pero, ¿Qué comprar? Si hablamos de la bolsa, lo más sencillo de comprar sería un fondo S&P 500. Y si hablamos de criptomonedas, lo mejor es comenzar con Bitcoin. ¿Cuánto invertir? Un monto cómodo sería un monto que puedas perder y tu vida no cambie para nada. Lo mejor es comprar y esperar. Me refiero a una espera de años. 

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Ahora bien, estas son recomendaciones muy básicas para el nuevo inversor. Esto no implica que con el tiempo no podamos aprender técnicas más rentables y sofisticadas. Pero eso vendrá con la experiencia y el conocimiento. Si bien es cierto que a veces nos topamos con novatos que hacen millones en poco tiempo asumiendo grandes riesgos, la verdad es que la mayoría pierde dinero, si no se administran los riesgos. La prudencia siempre es una buena consejera. 

Estamos viviendo un boom. Cuidado. La especulación está de moda. Y los jóvenes, sobre todo, no tienen mucha paciencia cuando se trata de dinero. Pero no se trata de poner un freno a los sueños. Se trata de hacer las cosas bien. Se trata de tener éxito. Y el éxito se logra con estudio, trabajo y paciencia. Deje el foro. Y toma el libro. Salte de YouTube. Y estudia con seriedad. Invierte como los grandes.