Durante el WDMS 2019, evento organizado por Bitmain, los principales actores de la industria minera defendieron que, aunque el halving puede ser un catalizador para el precio de Bitcoin (BTC), también debería generar una caída en la tasa de hash de la red.

Las declaraciones se hicieron durante un panel con Matthew Roszak, fundador de Bloq, Jihan Wu, fundador de Bitmain, Marco Streng, CEO de Genesis Mining, Saveli Kotz, fundador de GPU.one y Thomas Heller, de F2Pool.

Según Kotz, el ASIC S9 domina el mercado minero, pero se espera que se convierta en obsoleto en 2020, después de que ocurra el halving, lo que causaría una caída del hashrate si los nuevos equipos de minería no están "conectados" a tiempo.

"La dificultad está relacionada con el precio, y hoy en día, muchos mineros sólo son marginalmente rentables. La dificultad puede disminuir si el aumento de precios no es lo suficientemente fuerte", dijo Wu.

Roszak, Heller y Streng, por otro lado, no estuvieron de acuerdo con sus posiciones y mantuvieron una posición optimista tanto en el precio como en el hash.

"Todos somos optimistas sobre el precio. En cuanto a la dificultad, no creo que esto se estabilice por un tiempo. El S9 es la unidad más común en el mercado. Y la gente siempre encuentra la manera de rendirlo al máximo con electricidad gratis", dijo Heller.

Como reportamos en Cointelegraph anteriormente, en un reportaje preguntamos al empresario dedicado a la minería de Bitcoin, Amir Ness: ¿a qué precio tendría que caer Bitcoin para que su actividad minera se convirtiera en deficitaria económicamente hablando?

Ness opera la instalación minera Mine-A-Block en Irkutsk, Siberia, que se beneficia de unos costes de electricidad de sólo 0,055 céntimos por kWh.

Respondió que incluso a 0,055 centavos por kWh, el precio de Bitcoin tendría que estar por encima de los 6.500 dólares para evitar la minería deficitaria.

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