Han pasado casi siete años desde que Edward Snowden dio el soplo de los programas de vigilancia global altamente clasificados, incitando una conversación nacional sobre la privacidad en la era digital. Una de estas revelaciones fue que la NSA tenía acceso al contenido de los correos electrónicos de los usuarios de Google y la capacidad de mapear la ubicación de cualquier teléfono celular.

Han pasado dos años desde que el escándalo de Cambridge Analytica salió a la luz, revelando que la compañía había recolectado datos de usuarios de Facebook y los había usado para manipular para la elección presidencial de los Estados Unidos. En 2018, Facebook también admitió que permitía a Netflix y Spotify acceder a los mensajes privados de los usuarios.

Si bien es cierto que eventos generaron una indignación temporal, no hicieron mucho para cambiar el comportamiento de los consumidores. Gmail tiene 1.500 millones de usuarios. Facebook continúa creciendo, pasando de 2.41 billones a 2.45 billones de usuarios mensuales sólo entre el segundo y tercer trimestre de 2019.

¿Y eso por qué? No es porque los consumidores no sean conscientes de cómo sus datos están siendo usados en su contra. Incluso los usuarios ocasionales de las redes sociales pueden ver que su información personal, su historial de navegación y su actividad de compras en línea se utiliza para venderles anuncios. El problema no radica en la falta de conocimiento, sino en la falta de alternativas. La gente no ve otras opciones, así que en su mayoría se han dado por vencidos. Lo mejor que pueden hacer es seguir tratando de evitar pensar demasiado en ello.

En este momento, estas empresas sobreviven a partir de los datos de los usuarios. Facebook y Google han construido plataformas publicitarias multimillonarias y se han convertido en algunas de las compañías más ricas del mundo al hacer del usuario final el producto. Cuando se piensa en los servicios que posee Facebook (Instagram y WhatsApp, por ejemplo, cada uno con más de mil millones de usuarios) y en todo lo que opera Google (búsqueda, correo electrónico, mapas, YouTube), es casi imposible no entrar en contacto con sus servicios. Lo mismo ocurre con muchas otras empresas de las que dependemos para gestionar nuestras finanzas, comunicaciones y mucho más.

La industria de la tecnología necesita desarrollar herramientas de fácil uso para el consumidor que ofrezcan el mismo nivel de facilidad al que la gente está acostumbrada. La gente está lista para adoptar alternativas enfocadas a la privacidad, sólo necesitan acceder a ellas.

Incluso si usted monitoriza sus configuraciones de privacidad y utiliza aplicaciones encriptadas, no es suficiente para proteger sus datos personales. Las aplicaciones cifradas siguen recopilando y también exponiendo metadatos, que son datos sobre datos. Los metadatos incluyen información como la hora a la que enviaste un mensaje, a quién se lo enviaste y cuándo se recibió. Los metadatos dan a las empresas mucha información con la que trabajar, y los gobiernos pueden acceder fácilmente a ella.

En el camino hacia un mundo descentralizado

La forma en que los datos personales son manipulados por las empresas y los gobiernos está robando no sólo nuestra libertad personal, sino también nuestra democracia. Esto es parte de la razón por la que la tecnología Blockchain es tan prometedora. La descentralización nos permite sacar la centralización y crear productos de consumo que permiten a los individuos comunicarse de persona a persona, con la fragmentación de metadatos. Esta combinación permitirá por primera vez que existan comunicaciones y pagos verdaderamente anónimos.

Nuestra destrucción de metadatos se basa en una innovadora precomputación que permite enviar mensajes a la velocidad que los consumidores esperan, pero con una seguridad ultra alta. La fragmentación de metadatos en la Blockchain funciona permitiendo el precalculo de ranuras que están listas para recibir cada una un mensaje de cualquier usuario durante el procesamiento de un lote de mensajes a través de los ocho nodos seleccionados al azar cada segundo. Los mensajes se distribuyen de manera que los ocho nodos seleccionados al azar para cada ronda tendrían que estar comprometidos o en connivencia para aprender algo sobre los metadatos.

Para resumir, esto evita que los mensajes y los pagos se vinculen o descifren. Aunque esto pueda parecer bastante técnico, las aplicaciones que utilizan la fragmentación de metadatos pueden funcionar tan rápido y sin problemas como las aplicaciones que ya utilizamos para la mensajería y los pagos.

Hay muchas razones por las que otras empresas no ofrecen la fragmentación de metadatos, que van desde las económicas hasta las regulatorias. La fragmentación de metadatos rompe los modelos de negocio de muchas empresas de monetización de datos de usuarios.

Las infracciones a nuestra privacidad y la manipulación de nuestros datos deberían ser motivo de grave preocupación. Aunque es fácil para la gente rendirse, cada vez estamos más cerca de una solución. A medida que las tecnologías descentralizadas de fácil uso con la fragmentación de metadatos alcanzan un uso generalizado, nosotros como cultura podemos priorizar la privacidad y la libertad.

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Los puntos de vista, pensamientos y opiniones expresados aquí son exclusivamente del autor y no reflejan ni representan necesariamente los puntos de vista y opiniones de Cointelegraph.

Dr. David Chaum es uno de los primeros investigadores de la tecnología Blockchain y un criptógrafo de renombre mundial y defensor de la privacidad. Conocido como "El Padrino de la Privacidad", el Dr. Chaum propuso por primera vez una solución para proteger los metadatos con redes de cascada mixta en 1979. En 1982, su tesis en la Universidad de California, Berkeley, se convirtió en la primera propuesta conocida de un protocolo Blockchain. El Dr. Chaum continuó desarrollando eCash, la primera moneda digital, e hizo numerosas contribuciones para asegurar los sistemas de votación en la década de 1990. Hoy en día, el Dr. Chaum es el fundador de Elixxir, Praxxis y la red xx, que combina sus décadas de investigación y sus contribuciones en el campo de la criptografía y la privacidad para ofrecer soluciones blockchain de última generación.