La corrupción es uno de los mayores problemas que enfrenta la humanidad. La corrupción afecta negativamente al desarrollo económico, social y ambiental, y socava la confianza en las instituciones y la democracia. ¿Qué podemos hacer para combatir este mal que nos aqueja?
Todos tenemos muchos deseos, pero los recursos que podemos usar son escasos. Por eso, nos toca cooperar con los demás para resolver las necesidades y los problemas que enfrentamos. Esto significa que la vida en sociedad se basa en acuerdos. Pero no todos cumplen con los acuerdos. Algunos los rompen para obtener mayores beneficios personales. Los actores deshonestos abusan de los demás en las sombras. La corrupción es así.
La blockchain es una tecnología que permite crear registros digitales inmutables, descentralizados y transparentes de cualquier tipo de transacción o información. La blockchain puede aplicarse a diversos ámbitos, como las finanzas, la salud, la educación, la energía, el comercio, la identidad, el voto, entre otros. La blockchain puede ayudar a combatir la corrupción de varias maneras.
Fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas
Uno de los principales factores que facilitan la corrupción es la falta de transparencia y rendición de cuentas. Cuando los funcionarios públicos o los actores privados pueden ocultar o manipular la información sobre sus actividades, es más fácil que puedan abusar de su poder o de los recursos que manejan. La blockchain puede ayudar a mejorar la transparencia y la rendición de cuentas, al crear registros públicos y verificables de las acciones y decisiones que se toman.
Por ejemplo, la blockchain puede usarse para registrar y auditar los gastos públicos, los contratos gubernamentales, las donaciones, las licitaciones, los impuestos, entre otros. De esta manera, se puede evitar el desvío, el fraude, el soborno, el tráfico de influencias, y otras formas de corrupción. Además, la blockchain puede facilitar el acceso a la información pública, al permitir que cualquier persona pueda consultar los datos registrados en la blockchain, sin intermediarios ni barreras burocráticas. Así, se puede fomentar la participación ciudadana, el control social, y la denuncia de las irregularidades.
Proteger el derecho a la privacidad
Otro factor que puede contribuir a la corrupción es la vulneración del derecho a la privacidad. Cuando los datos personales de las personas son expuestos, robados, vendidos o usados sin su consentimiento, se puede generar un riesgo de extorsión, chantaje, coacción, discriminación, o violencia. La blockchain puede ayudar a proteger el derecho a la privacidad, al permitir que las personas tengan el control y la propiedad de sus datos personales, y que puedan decidir con quién, cómo y cuándo los comparten.
Por ejemplo, la blockchain puede usarse para crear sistemas de identidad digital, que permitan a las personas tener una identidad única, verificable y segura, sin depender de entidades centralizadas o autoritarias. La blockchain también puede usarse para crear sistemas de encriptación, que permitan a las personas comunicarse de forma privada y confidencial, sin que sus mensajes puedan ser interceptados o alterados. Además, la blockchain puede usarse para crear sistemas de consentimiento, que permitan a las personas dar o revocar su permiso para el uso de sus datos personales, de forma transparente y rastreable.
Promover la innovación y la inclusión
Un tercer factor que puede influir en la corrupción es el estancamiento y la exclusión. Cuando las personas no tienen acceso a oportunidades, recursos, servicios o derechos, se puede generar un clima de frustración, desesperanza, resentimiento o violencia. La blockchain puede ayudar a promover la innovación y la inclusión, al crear soluciones que mejoren la calidad de vida, el bienestar, la equidad y la justicia de las personas.
Por ejemplo, la blockchain puede usarse para crear sistemas financieros, que permitan a las personas acceder a servicios bancarios, de pago, de remesas, de crédito, de inversión, entre otros, sin depender de intermediarios o de instituciones tradicionales. La blockchain también puede usarse para crear sistemas educativos, que permitan a las personas acceder a contenidos, certificados, becas, entre otros, sin depender de entidades centralizadas o de sistemas obsoletos. Además, la blockchain puede usarse para crear sistemas sociales, que permitan a las personas acceder a beneficios, subsidios, donaciones, entre otros, sin depender de entidades corruptas o de sistemas ineficientes.
La transparencia y el derecho a la privacidad
¿Qué prefieres: que se sepa todo o que se guarde todo? Esta es la pregunta que enfrenta a dos derechos muy importantes: la transparencia y la privacidad. La transparencia quiere que la información sea pública y que todos puedan verla. La privacidad quiere que la información sea personal y que solo la vean los que tú quieras. Pero no todo es blanco o negro. La transparencia y la privacidad también pueden ser amigas. La transparencia puede ayudarte a cuidar tu privacidad, si te da la información que necesitas para elegir bien. Por ejemplo, si sabes cómo usan tus datos las empresas, puedes decidir si quieres compartirlos o no. La transparencia también puede ayudarte a evitar la corrupción. Si sabes lo que hacen los gobiernos, puedes exigirles que lo hagan bien. Por ejemplo, si sabes en qué gastan el dinero público, puedes evitar que se lo roben. Encontrar el punto medio entre la transparencia y la privacidad no es fácil y depende de cada situación. Pero lo que no debemos olvidar es que los dos son derechos que tenemos que defender.
Conclusión
La blockchain es una tecnología que puede tener un gran impacto en la lucha contra la corrupción. La blockchain puede ayudar a fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas, a proteger el derecho a la privacidad, y a promover la innovación y la inclusión. La blockchain puede aplicarse a diversos ámbitos, como las finanzas, la salud, la educación, la energía, el comercio, la identidad, el voto, entre otros. La blockchain puede ser una herramienta poderosa para crear un mundo más justo, equitativo y sostenible.
Sin embargo, la blockchain no es una solución mágica ni infalible. La blockchain tiene sus propios desafíos y limitaciones, como la escalabilidad, la interoperabilidad, la seguridad, la regulación, la adopción, entre otros. La blockchain tampoco puede resolver los problemas sociales, políticos o culturales que subyacen a la corrupción. La blockchain es solo una herramienta, que depende de cómo se use y de quién la use. Por eso, es importante que la blockchain se use de forma ética, responsable y participativa, y que se involucre a todos los actores relevantes en su diseño, implementación y evaluación.
Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.