Bitcoin es un activo altamente riesgoso. Es un activo volátil. Y hay que decirlo sin cobertura de azúcar. No tiene sentido negar la existencia de este elemento tan característico. ¿A quién engañamos? Para muchos, la palabra “riesgo” es ofensiva. Se malinterpreta como un ataque. Entonces, surge una defensa con juegos semánticos. La volatilidad, sin embargo, no es un mal de morir. Es algo que se debe administrar con estrategia. De esta forma, obtenemos el mayor beneficio al menor costo posible. 

Hablemos de la popular frase: “Bitcoin es un Bitcoin”. O sea, el mito de que el precio de Bitcoin no importa. Una manzana es una manzana, porque tiene valor de uso. Es decir, la manzana tiene un valor intrínseco. Es un alimento que solventa nuestra necesidad de comer. Bitcoin, por otro lado, es un código en una red de computadoras. Y ese código representa una tasa de cambio. El código no se come. Es una abstracción. El código en sí no sirve de nada. Carece de valor intrínseco. Su valor es únicamente monetario. Es un medio. No es un fin en sí mismo. Robinson Crusoe en su isla desierta no se puede dar el lujo de decir: “Bitcoin es un bitcoin”. Bitcoin es útil en sociedad para poder obtener otras cosas. Por ende, Bitcoin es valioso en su capacidad para el intercambio.

En muchos sentidos, Bitcoin es su tasa. No es lo mismo un bitcoin en $100K que un bitcoin en $300. Sencillo. Con un bitcoin en $100K podríamos comprar más cosas que con un bitcoin en 300$. No es física cuántica. Por supuesto que hay una diferencia. Supongamos que una familia invierte todos sus ahorros en Bitcoin y a las pocas semanas el precio de Bitcoin se desploma en un 60%. Por un azar del destino, surge un problema de salud y la familia se ve en la obligación de vender sus tenencias para cubrir los gastos del percance. De nada sirve decir: “Un bitcoin es un bitcoin”. El precio sí importa. Porque Bitcoin es un mercado de pares. Es BTC/USD. Es BTC/EU. Exactamente. Un par se compone de dos elementos. Obviamente, Bitcoin no se sostiene por sí solo. 

Las personas invierten en Bitcoin debido a su gran potencial. Si la intención es crecer financieramente, Bitcoin es una gran oportunidad. La idea es comprar Bitcoin a un precio bajo y vender a un precio más elevado. La volatilidad en Bitcoin es una expresión de su inmadurez. Se trata de un mercado fragmentado y de escasa liquidez, extremadamente sensible a factores macroeconómicos. Su volatilidad es alta. Así de sencillo. 

La protección ante la volatilidad más evidente es comprar temprano y barato. Si compraste en $300 hace 6 años, la caída de $67K a $33K no es tan dolorosa. Pero para lograr dicha paciencia es necesario contar con reservas y otros ingresos en activos más estables. O sea, eso significa que a la hora de una emergencia no nos veremos en la obligación de vender a destiempo. En resumen, lo primero es poner nuestra casa en orden. Diseñar un portafolio diversificado y balanceado. Asignarle a Bitcoin y a las criptomonedas un monto manejable y apropiado. Luego, esperar con paciencia el tiempo que sea necesario. 

Mientras más sube el precio de un activo, más riesgoso se vuelve. Las víctimas de la volatilidad son los que compran en pleno mercado alcista con falsas expectativas. Muchos compran cerca de un máximo, contagiados por el alto nivel de codicia en el ambiente. Entonces, colocan todo en el tope. De pronto, esa no es la mejor manera de proceder. Siempre se habla de los máximos y los mínimos. Con frecuencia, se anuncia el porcentaje de un descenso a partir de su máximo. Por ejemplo. Si el máximo es $67K y el mínimo es $33K, estamos hablando de una pérdida superior al 50% en un par de meses. Sin embargo, se nos olvida que los máximos y los mínimos tienden a ser eventos excepcionales. Es decir, el precio no se mantiene en ese lugar por muchos días.  

Para la mayoría de los mortales, las cifras relevantes son otras. Supongamos que compramos $100 en $60K. Luego, compramos otros $100 en $50K. Después, compramos otros $100 en $40. Y, finalmente, otros $100 en $33K. En este ejemplo, nuestro precio promedio de compra no es de $67K sino de aproximadamente $45K. En otras palabras, la caída de 50%, tan mencionada por la prensa, no aplica en nuestro caso. Si vamos comprando pequeñas cantidades periódicamente, vamos formando un promedio. Y lo más seguro es que nuestro promedio con el tiempo se convierta en el mismo promedio de Bitcoin. Curiosamente, Bitcoin no es tan volátil en sus promedios. Y la tendencia general, en el largo plazo, siempre ha sido alcista. 

Mi estrategia favorita es el dollar-cost averaging. Esta técnica consiste en comprar la misma cantidad en intervalos fijos por un largo periodo de tiempo. Pero, en mi caso, he realizado un par de modificaciones. Cuando el precio se ubica por debajo de sus promedios y/o el indicador de sentimiento emite una señal de miedo extremo, compro un poco más de lo estipulado. Y si el precio está muy elevado y la codicia extrema se representa en el indicador, vendo un poco para crecer también en mi cuenta fiat. De este modo, tengo para responder en la eventualidad de una gran caída. 

La volatilidad de Bitcoin no es un problema grave, si se administra con técnica. Si, por razones ideológicas, vemos la palabra “riesgo” y “volatilidad” como insultos, podríamos caer en el error de no tomar las medidas necesarias. Invertir es un oficio. Y debe ser tratado como un oficio. Me refiero a que debemos estudiar, aprender. Y me refiero a que se requiere disciplina, paciencia, técnica, y mucha práctica. 

En conclusión, la volatilidad y el riesgo no son elementos necesariamente malos. De hecho, mucho del atractivo de Bitcoin surge de su carácter temperamental. Un activo demasiado seguro no tiene mucho que ofrecer. Porque la estabilidad no es muy amiga de las personas que quieren crecer con agresividad. Los altibajos constantes son males necesarios que debemos pagar por semejante rentabilidad. Entonces, manos a la obra. Aprovechemos lo bueno y minimicemos lo malo con técnica. 

 

Este es un artículo de opinión y Cointelegraph no se adhiere necesariamente a lo expresado aquí por el autor

 

Te puede interesar