Mientras el Fondo Monetario Internacional (FMI) continúa su esfuerzo por avanzar en las tecnologías que sustentan las monedas digitales de bancos centrales (CBDC), algunos miembros de la comunidad de criptomonedas han reaccionado enérgicamente contra los esfuerzos del FMI por impulsar la iniciativa.

En una mesa redonda sobre política de CBDC celebrada el 19 de junio, el director del departamento de mercados monetarios y de capitales del FMI, Tobias Adrian, presentó un nuevo concepto de plataforma para pagos transfronterizos. Esto incluye un proyecto de sistema de pagos que utiliza un libro mayor para registrar las transacciones de CBDC. Según Adrian, la "plataforma XC" dispondrá de un libro mayor único en el que podrán intercambiarse representaciones digitales de las reservas de los bancos centrales en cualquier moneda.

Aunque el FMI parecía ansioso por compartir el nuevo desarrollo, no puede decirse lo mismo de muchos miembros de la comunidad de criptomonedas, que interpretaron la medida como una "toma de poder" y afirmaron que nadie quiere dinero controlado centralmente.

Según un usuario de Reddit, todo el proyecto no es más que un nuevo intento del FMI de ganar más control, argumentando que la organización está utilizando temas que han "ignorado durante décadas", como la inclusión financiera, como un "caballo de Troya" para impulsar las CBDC. El Redditor escribió: 

“El FMI vuelve a las andadas. Ahora que las naciones están explorando las CBDC, ven esto como su próxima oportunidad para amasar más poder y control.”

En Twitter, una persona criticó el último movimiento del FMI: dijo que la nueva plataforma suena muy similar a una "sh*tcoin". El usuario de Twitter argumentó que los gobiernos o el FMI no deberían poder decidir cuál es "el mejor dinero".

En respuesta a la nueva plataforma, otro miembro de la comunidad describió las CBDC como una "pesadilla distópica". El Redditor destacó que esto les daría a las agencias gubernamentales un control total sobre los individuos, ya que podrían ver cada transacción y permitir al FMI desactivar el acceso a su propio dinero cuando lo deseen.

Una persona expresó su alegría por no haber visto a individuos abogando por las CBDC, afirmando que "nadie quiere este" dinero gestionado y controlado centralmente.

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