Desde el inicio de la pandemia, el uso de métodos alternativos al efectivo se ha estado implementado en todo el mundo. Países como China restringieron el uso del efectivo cuando fueron azotados por el virus, incluso se consideró la posibilidad de quemar una cantidad de billetes circulantes para evitar la propagación del virus. 

En Argentina no se han considerado medidas tan extremas, sin embargo, las condiciones iniciales de la pandemia amenazó fuertemente la circulación del efectivo en el país sudamericano. Esto disparó cierta incertidumbre en la población, y ello al final se tradujo en un impulso para las Fintech el país. 

El uso del efectivo empezó a amenazar la salud pública, había que restringir su uso para evitar colapsos de contagios, largas colas en los cajeros y negocios afiliados eran una constante, esta situación era contraproducente para el aislamiento social y obligatorio que había decretado el presidente de la nación.

Esto trajo como consecuencia inmediata que el Banco Central interviniera, mediante resolución conjunta autorizó el retiro de efectivo interbancaria sin costos. Esto generó la brecha que necesitaban las Fintech financieras para tomar la iniciativa. Las billeteras virtuales o digitales en diferentes plataformas empezaron a ser publicitadas en medios de comunicación social, redes sociales y medios impresos. 

Así tomando la iniciativa, las billeteras virtuales han incrementado porcentualmente pero no a la velocidad deseada. Un informe de la Corporación Andina de Fomento señala que Argentina, en lo que hace al uso de Fintech, se ubica en el octavo lugar con un 0,87%, por debajo del promedio de 1,16% que es superado por el 2,98% de Chile, el 2,46% de Perú y el 2,36% de Colombia que se suben al podio. En los países de la OCDE ese nivel llega el 5,05 por ciento.

Contrariamente a lo esperado, el incremento del uso de servicios financieros digitales no ha aumentado lo suficiente como se espera que pase. Esto se debe también a que al menos el 45% de los argentinos no están bancarizados según datos del Banco Central de la República Argentina. 

Esto conlleva a que exista un desconocimiento globalizado del uso de herramientas tecnológicas financieras en el país. Una oportunidad de impulsar con más fuerza el uso de tecnologías financieras disruptivas fue el anuncio del gobierno para pagar el ingreso familiar de emergencia (IFE), una ayuda social para paliar los tiempos de pandemia que beneficiaria al menos a ocho millones de personas, y las cuales estarían pagándose bajo la modalidad adicional de CVU (Cuenta Virtual Única). 

Este es un servicio financiero que ofrecen plataformas digitales con tecnologías basadas en Blockchain como Uala, Buenbit entre otros. Sorpresivamente 2 días antes del inicio del otorgamiento de la ayuda, esta decisión fue cambiada y optaron nuevamente por los sistemas ortodoxos de pago

A pesar de que las Fintech no fueron tomadas en cuenta en esta oportunidad, las soluciones digitales siguen estando a la orden el día. Billeteras virtuales como Mercadopago o Todopago permiten a través de sus plataformas movilizar el dinero con total libertad y a bajo costo. 

Desde el retiro de efectivo en cajeros automáticos, hasta invertir en Fondos Comunes de Inversión desde las plataformas sin salir de casa son algunas de las funcionalidades que ofrecen las billeteras virtuales. 

Efectivamente desde el inicio de la pandemia, la manera de vivir ha cambiado para todos, eso incluye las formas de pagar las compras, ya no sólo se limitan a un pago por transferencia bancaria, sino que los métodos de pago han de evolucionar. 

Soluciones de contactless (pagos sin contacto), pagos con QR y CVUs son los pilares de desarrollo para las fintech y bancos del país. Banco Galicia por ejemplo en asociación con MasterCard junto con el fabricante de relojes inteligentes Garmin, cuyos equipos se pueden apoyar directamente sobre un dispositivo para saldar una operación con sólo estirar el brazo, logrando que la experiencia sea casi sin fricción.

El secreto está en el uso de tecnología NFC (la misma que, por ejemplo, se usa en la app de SUBE para recargar la tarjeta), que permite realizar pagos sin necesidad de utilizar el plástico.

Por su parte el BBVA en marzo pasado lanzó un servicio de pagos basados también en tecnología NFC, el servicio llamado “GO” lo convirtió en el primer banco del país que permite a sus clientes de tarjetas de crédito Mastercard-BBVA pagar con su teléfono móvil.

Se trata, además, de una alternativa más que interesante al popular QR, ya que es más veloz en su procesamiento, si bien la tecnología de códigos impresos (QR) corre con la ventaja de tener una implementación más sencilla pero más segura gracias al Blockchain.

Próximos avances

Desde el BBVA entienden que los pagos a través de la tecnología NFC ha ganado un gran mercado, sobre todo en Estados Unidos y Europa de la mano de los servicios Apple Pay, Google Pay y Samsung Pay.

Entienden que la batalla por librar no es tarea fácil, un país donde Mercadolibre lo ha invadido con el uso de su pasarela de pagos y de inversión que le permite al usuario pagar con códigos QR y tarjetas asociadas a la cuenta, representa un desafío de innovación. Por ello la incursión en esta tecnología permite que el uso de las billeteras virtuales se retrase un poco para seguir usando los servicios bancarios tradicionales con fuertes innovaciones.

Un dato que destacan desde el banco es que las transacciones vía NFC menores a $2.000 no requieren la firma de un cupón de pago. Además, la versión digital de la o las tarjetas almacenadas en el sistema son encriptadas a través de un token, lo que brinda una capa de seguridad extra al usuario.

Se estima que unos 500,000 los establecimientos que cuentan con la tecnología necesaria para aceptar pagos NFC, pero muchos lo desconocen o lo que es peor aún, no saben utilizarla.

En épocas de pandemia la solución no sólo ha sido bancaria, sino todo lo contrario, el ofrecimiento cada día de más maneras digitales y seguras de movilizar el dinero para los usuarios ha logrado que los bancos evolucionen en el sistema que tienen. En Argentina una transferencia entre bancos puede durar desde un mínimo de cinco minutos hasta puede tomarse todo el día. Las transferencias entre CVUs es con acreditación inmediata, lo que supone una tecnología que está más a favor de los usuarios. 

En definitiva, el sector Fintech de argentina ha estado en constante movimiento, el Covid-19 le ha dado el impulso a este sector de manera abrupta, y a diario las soluciones financieras no se hacen esperar, las soluciones en materia de criptomonedas también están al orden del día. 

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