Predecir es el deporte favorito del insensato. En otras palabras, es la afición predilecta de los especuladores y apostadores. Aquí estoy hablando de las predicciones en el contexto de mercados como o la bolsa. El inversor inteligente no predice, sino que valora. Es decir, invertir es colocar capital en activos infravalorados para aprovecharse eventualmente de las correcciones del mercado. Claro que es posible ir más allá de las valoraciones actuales y proyectar el crecimiento en el futuro. Pero, en términos generales, la única predicción que podemos realizar es que los mercados cambian.

Claro que esta postura mía es una postura muy conservadora. Algunos actores argumentan que las predicciones sí son válidas. Y, en cierto modo, tienen razón. Después de todo, todo inversor compra esperando que su inversión aumente de precio en el futuro. Se asume que el beneficio del inversor es comprar a un precio para luego vender a un precio superior. Eso es algo elemental. Pero no es exactamente predecir. Por “predicciones” me refiero a la práctica de anunciar un precio específico en una fecha específica. 

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Muchos dicen que es perfectamente posible predecir el mercado. Claro que esto es lo que se dice. El problema es que esas supuestas predicciones casi nunca se cumplen. Eso lo sabemos. La comunidad cripto todavía es un pueblo pequeño. Y es sumamente fácil demostrar el patético record de nuestros afamados predictores, porque hay registros. Cualquier puede buscar en las predicciones pasadas de los actores más conocidos de este espacio y nos daremos cuenta que como predictores del precio son muy malos. 

Con esto, no estoy diciendo que nuestros top bitcoiners son unos charlatanes. Lo que quiero decir es que predecir el precio de Bitcoin es muy difícil. La complejidad de la tarea es tal que es prácticamente imposible. Las variables son demasiadas para poder obtener un resultado preciso. Sin embargo, muchos bitcoiners caen en la tentación de hacer predicciones, porque saben muy bien que una gran cifra es precisamente lo que la gente quiere escuchar. En otras palabras, una pomposa predicción del precio de Bitcoin genera mucha atención mediática. Para algunos, esto es irresistible. 

Ahora bien, ¿es posible $15K para Bitcoin después de las elecciones? Claro que es posible. Pero no podemos saberlo a ciencia cierta. Sin embargo, podemos anticipar varios escenarios. Sabemos que los mercados financieros en general no reaccionan muy bien ante la incertidumbre. Entonces, sería sensato esperar una desaceleración de la actividad y cierta volatilidad, gracias a las elecciones presidenciales en los Estados Unidos.  Si los resultados son cerrados y hay problemas, podemos esperar más incertidumbre. Y si la victoria es amplia y sin fricciones, la incertidumbre sería menor. 

Una sorpresa podría generar más volatilidad que una no sorpresa. Una buena noticia después de mucha incertidumbre podría aumentar violentamente los precios. Y una mala noticia podría hacer lo mismo, pero en el sentido contrario. Esto lo vimos en el mes de septiembre. Septiembre fue un mes de mucha incertidumbre debido a la segunda ola del , la crisis económica y la tensión política. Sin embargo, en las últimas semanas, las encuestas están diciendo que la diferencia entre los dos candidatos se está ampliando y los miedos a unos resultados electorales demasiado estrechos se están disipando. Por ende, los mercados se han recuperado un poco. 

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Hay que destacar la importancia de la incertidumbre en los precios. Ahora bien, ¿Qué podría pasar después de las elecciones? La historia nos dice que después de unas elecciones presidenciales en EE.UU. los mercados por lo general no asumen una tendencia demasiado definida. En otras palabras, tienden a entrar en un periodo de adaptación asumiendo un movimiento lateral, pese a altibajos pasajeros. 

En el corto plazo, el mercado tiende a reaccionar mejor con una victoria del candidato republicano. Porque este es el candidato que normalmente promueve un recorte de los impuestos y la desregulación. Adicionalmente, los mercados también tienden a preferir al candidato de la reelección que al recién llegado. Porque los mercados prefieren la continuidad al cambio. Lo que implica que podría tener un impacto positivo (a corto plazo) en los mercados en caso de salir ganador. 

Sin embargo, la economía suele desempeñarse mejor durante administraciones demócratas que durante las republicanas. Entonces, los mercados tienden a crecer mucho más (en el largo plazo) con un presidente demócrata que con uno republicano. 

También debemos tomar en cuenta la configuración del Congreso. Los mercados suelen ver con mejores ojos a los congresos mixtos, porque tienden a ser mejores para la economía. Un Congreso dominado demasiado por un partido suele ser perjudicial. Si el Congreso y el Presidente son del mismo partido, es problemático, porque eso facilita la toma de medidas radicales. Y si el Congreso y el Presidente son de partidos distintos, también es problemático, porque estos dos poderes podrían caer en la tentación de sabotearse mutuamente. Por esta razón, los Congresos mixtos son preferibles. Porque esto obliga a los políticos a trabajar juntos en soluciones bipartidistas. 

Ahora bien, me voy a aventurar en la especulación. O sea, voy a realizar una tímida predicción para el intervalo entre el día de las elecciones y fin de año. En un arrebato de volatilidad es perfectamente posible que alcancemos los $15k por unidad dado un escenario muy favorable. Pero dudo mucho que en medio de tanta incertidumbre esto se pueda sostener por mucho tiempo. Entonces, es posible, pero como un evento pasajero. Para asumir posturas más definitivas, debemos esperar el primer o segundo trimestre del próximo año. 

En resumen, la incertidumbre es tal que es muy difícil realizar predicciones. De hecho, es tan difícil que la mayoría de los inversores están a la expectativa. Lo que quiere decir que nadie está tomando grandes decisiones en estos momentos. Las grandes decisiones se comenzarán a tomar a principios del próximo año cuando se tenga algo de claridad. 

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Hay muchos escenarios posibles, pero en casi todos es sensato esperar cierta volatilidad, poca actividad, y un movimiento lateral. La hipótesis de un gran rally para fin de año es posible, pero improbable. A pesar de que los milagros existen. 

Como ya se habrán dado cuenta para efectos de este artículo no hice distinción entre Bitcoin y el S&P 500. En efecto, hablé de los “mercados” como uno solo. Eso se debe a que no veo razón para pensar que nuestra correlación con el S&P 500 vaya a desaparecer en los próximos meses.  

¿Qué significa todo esto?  Mi intención al escribir este artículo no es entrar en el juego de las predicciones. Para mí no se trata de acertar una cifra en una fecha. Tampoco se trata de estar equivocado o tener la razón. 

En mi caso, todo nos lleva a la estrategia. Es decir, ¿Qué hacer ahora? En mi opinión, lo mejor es no hacer nada. O sea, esperar. (Lo que para un bitcoiner significa no vender). En otras palabras, no tomar decisiones por razones políticas o macroeconómicas. La meta es simplemente navegar la tormenta hasta el próximo año. Cuando tengamos más claridad, podemos tomar decisiones. 

Los puntos de vista y opiniones aquí expresados son únicamente los del autor y no necesariamente reflejan los puntos de vista de Cointelegraph. Cada movimiento de inversión y trading implica un riesgo, debes llevar a cabo tu propia investigación al tomar una decisión.