El debut bursátil de Coinbase ya es periódico de ayer. Y, ahora, podemos comenzar a estudiar al activo (COIN) como una opción de inversión, sin todo el humo de publicidad que normalmente gira en torno a un IPO. Como evento, el IPO de Coinbase no deja de tener su importancia para el espacio cripto, porque estamos hablando de un puente más entre el capital institucional y el mundo cripto. Sin embargo, ahora nos toca a nosotros, bitcoiners, pensar en invertir o no en la acción. ¿Es buena idea invertir en Coinbase? 

Todo es relativo. Y todo depende de nuestra situación. Uno podría decir que para un fondo de inversiones altamente regulado invertir en Coinbase no es tan mala idea, porque sería una forma indirecta de invertir en Bitcoin. Coinbase es una compañía pública registrada en Nasdaq. Lo que quiere decir que ha cumplido con todos los filtros regulatorios requeridos. Adicionalmente, es una compañía. O sea, tiene personal, figura jurídica, activos, ingresos, productos, y toda la parafernalia de un negocio tradicional. En otras palabras, es posible realizar un avalúo “objetivo” de Coinbase. 

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Ahora bien, el valor de la compañía Coinbase, sin lugar a dudas, se encuentra estrechamente asociado al precio de Bitcoin. En muchos sentidos, la relación entre Bitcoin y Coinbase se asemeja bastante a la relación existente entre el precio del oro y las compañías mineras. O, también se podría mencionar la relación entre el precio del petróleo y las petroleras. Como activo, una compañía es totalmente diferente a una mercancía. Sin embargo, en determinados casos, existen compañías que dependen directamente de una determinada mercancía. 

Esta dependencia puede ser una fortaleza o una debilidad. En un sentido, es una fortaleza porque la compañía se beneficia de los altos precios de la mercancía en cuestión. En el caso de las petroleras, el efecto es claro. Si el precio del petróleo sube, el sector petrolero es la envidia de los demás sectores. Algo bastante similar ocurre en el caso de la minera. Después de cierto punto, todo se convierte en ganancias cuando el precio de una mercancía se encuentra en alza. Sin embargo, este matrimonio tiene su revés, porque cuando la mercancía se hunde, las compañías asociadas se hunden con la misma ferocidad. 

Ahora bien, una buena petrolera brilla con las alzas en los precios del petróleo y navega elegantemente durante la tormenta bajista. En muchos sentidos, es menos riesgoso invertir en una petrolera que en petróleo. Es posible que haya más dinero en la inversión directa de petróleo, pero hay más estabilidad en una buena petrolera. 

Hablando de Coinbase. El IPO de Coinbase fue un éxito total, pese a su precio descendiente. Claro que podría parecer absurdo decir eso ahora. Después de todo, el precio actual es menor al precio inicial. Pero aquí todo es cuestión de perspectiva. Coinbase se va a la bolsa con un precio de referencia inicial muy por encima de su valoración fundamental. En otras palabras, la compañía no vale lo que dice que valía. Por otro lado, técnicamente hablando, no se hizo un IPO sino un listado directo. Lo que implica que los insiders pudieron vender desde el comienzo. ¿Por qué el precio de COIN no se fue a la luna en sus primeras semanas? Bueno, porque esa no era la intención de sus promotores. Su intención era vender para concretar las ganancias de su inversión inicial. Es decir, ese IPO se hizo para pagarle a los capitalistas de riesgo que colocaron el capital semilla en su momento. 

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Siguiendo el ejemplo de Asana y Palantir Technologies, los insiders utilizaron la salida a bolsa de Coinbase para vender masivamente. Claro que no vendieron todo. Pero sí vendieron lo suficiente como para recuperar su inversión inicial y mucho más. En otras palabras, la iniciativa cumplió con su cometido. O sea, financiar a la compañía y a sus accionistas. A partir de ahora, lo que se requiere es tiempo. La mayoría de las instituciones se abstienen de comprar durante un IPO, porque, durante un IPO, todo se exagera debido a la promoción del evento. Pero, con el tiempo, COIN seguramente encontrará a sus compradores. Wall Street necesita un tiempo para determinar qué es Coinbase realmente. 

En el caso de Coinbase, muchos pensaron equivocadamente que la acción crecería exponencialmente del mismo modo que lo puede hacer una criptomoneda. Una criptomoneda puede salir hoy con un suministro preminado de 20 millones de unidades, vender dos unidades en un dólar y automáticamente obtener una capitalización de 20 millones. Si la tercera unidad se vende en 10 dólares, ya la criptomoneda comienza a irse a la luna. Pero este modelo no se puede dar en Nasdaq. Entonces, no le podemos pedir a COIN que se comporte como una ICO sin serlo. 

Coinbase es una compañía operando en un mercado. He ahí el detalle. Coinbase no tiene el monopolio de su mercado. Tampoco cuenta con ninguna ventaja privilegiada sobre su competencia. De hecho, Coinbase tiene muchísima competencia. Más de un 90% de los ingresos de Coinbase provienen de las comisiones sobre las transacciones. Naturalmente, muchos cuestionan la sostenibilidad de este modelo en el largo plazo. Porque hay que considerar que la tendencia es prescindir de las comisiones. Por ejemplo, Robinhood. 0% comisiones se está convirtiendo gradualmente en lo estándar. 

Invertir es una apuesta al futuro. Y todavía es muy difícil poder determinar a ciencia cierta el futuro de Coinbase. Con el modelo actual, la compañía parece haber alcanzado un techo. Aún está por verse su capacidad para reinventarse. Su debut en Nasdaq es noticia pasada. Ya los insiders obtuvieron su dinero, y la compañía ahora es pública. Pero, ¿es buena idea invertir en COIN para nosotros pequeños minoristas con exposición directa a las criptomonedas? En lo personal, pienso que no. 

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Para las personas que ya tienen criptomonedas en su portafolio no creo que tendría mucho sentido invertir en COIN. Si la intención es diversificarse, lo más sensato sería invertir en compañías de otros sectores. Si un bitcoiner quiere más ganancias, lo lógico sería buscarlas en el espacio altcoin. Si, por otro lado, lo que se busca es mayor estabilidad, esta se puede encontrar en monedas estables o en acciones bursátiles. En el caso de las acciones bursátiles, no tendría mucho sentido buscar estabilidad en COIN, considerando su estrecha relación con las criptomonedas. Es decir, tener Bitcoin, altcoins, y COIN sería una mezcla un tanto extraña. ¿Qué estaría aportando COIN a nuestro portafolio? 

El problema de COIN es ubicar su espacio. ¿Qué es exactamente? ¿Es una Fintech? No es una criptomoneda. Es un criptoexchange que se cotiza en la bolsa. ¿Pero cómo se comporta? ¿Puede sustituir a las criptomonedas en mi portafolio? Por ahora, en lo personal, no me interesa mucho COIN, pero sí sería bueno seguir observándola muy de cerca.