La proporción de casos sospechosos de lavado de dinero que involucran criptomonedas en Japón es una fracción del total fiduciario para el año 2017, según muestran los nuevos datos presentados por Nikkei Asian Review.

Como informa Nikkei, citando estadísticas de la Agencia Nacional de Policía de Japón, de abril a diciembre del 2017, las bolsas de criptomonedas informaron 669 casos de actividad sospechosa que creen podrían ser lavado de dinero.

Esto se compara con alrededor de los 347 000 casos reportados por los bancos en el 2017, 15 400 de las compañías de tarjetas de crédito y 13 300 de las cooperativas de crédito, informa Nikkei, citando los registros policiales. El número total de informes de lavado de dinero para todo el 2017 fue de poco más de 400 000.

El período de notificación de la criptomoneda comenzó en abril del 2017 después de que la nueva legislación obligara a los operadores de las bolsas a aumentar la transparencia y a cumplir con las normas contra el lavado de dinero.

Las cifras son prometedoras en contra de una narración continua de los gobiernos internacionales de que el lavado de dinero es un campo de batalla clave para ser blanco de mayores regulaciones.

De los 669 casos, es probable que muchos impliquen "transacciones cuestionables que se repiten con frecuencia en un corto espacio de tiempo", señala Nikkei, reduciendo aún más el número de malos actores involucrados en la práctica.

Japón continúa vigilando de cerca su incipiente esfera de intercambio. Tras el hack de la bolsa de criptomonedas japonesa, Coincheck, por $530 millones en enero del 2018, las obligaciones de informes para las criptobolsas se han reducido, con el ministro de finanzas Taro Aso confirmando inspecciones "imparciales" por parte de los reguladores en las criptobolsas.

Mientras tanto, en Australia, Cointelegraph informó a principios de esta semana que las "estafas" de criptomonedas generaron 1 200 quejas ante el organismo de control del consumidor, la Comisión Australiana de Competencia y Consumo, el año pasado.