Opinión de: Jarrad Hope, cofundador de Logos

A medida que la IA se escala rápidamente, los humanos se encuentran en un impasse ideológico sobre cómo gestionar esta nueva tecnología. O bien se permite que gobiernos y empresas dominen cómo se entrena y se utiliza la IA para crear políticas que controlen nuestras vidas, o bien se pide la creación de nuevos modelos de gobernanza construidos sobre una base de transparencia, regeneración y bien público. 

Los estados de red, comunidades digitales que aprovechan la blockchain para formar sociedades sin fronteras, presentan un enfoque significativamente mejorado para armonizar la IA con el bienestar humano. Con la tecnología avanzando continuamente en el alcance de la ampliación digital, es esencial establecer una nueva categoría de administración de desarrollo de la IA centrada en servir a las personas, no al poder.

El problema del sesgo es un problema de datos y de gobernanza

La IA generativa actual se entrena con conjuntos de datos limitados y es gobernada por actores centralizados, como xAI y OpenAI, con una rendición de cuentas pública limitada. Entrenar un modelo de lenguaje grande con un conjunto de datos limitado da como resultado modelos de lenguaje que refuerzan los sesgos, no reflejan perspectivas diversas y socavan iniciativas equitativas. Grok, por ejemplo, causó una reacción negativa para el gigante de las redes sociales debido a sus respuestas extremistas a ciertas indicaciones después de una actualización. 

Los estados de red pueden resolver esto al habilitar una organización que otorgue gobernanza comunitaria, permitiendo un nuevo enfoque en el entrenamiento y la democratización de la IA. Cambiar la filosofía fundacional hacia el consenso, la propiedad, la privacidad y la comunidad mitigará las connotaciones negativas que se destacan en el discurso imperante sobre la IA. Las comunidades descentralizadas dentro de los estados de red definirían sus objetivos y conjuntos de datos y entrenarían modelos de IA para alinearse con sus necesidades. 

Las organizaciones autónomas descentralizadas (DAO) de impacto pueden ayudar a democratizar la IA al centrarse en el uso de la tecnología blockchain para el bien social. Podrían financiar colectivamente herramientas de IA de código abierto, facilitar la recopilación de datos inclusiva y proporcionar una supervisión pública continua. Este enfoque cambia la gobernanza de la restricción a la administración, asegurando que el desarrollo de la IA beneficie a toda la humanidad. La responsabilidad compartida permitirá que se incluyan las necesidades de las poblaciones más vulnerables y fomentará una mayor aceptación por parte de los interesados en las ventajas de la IA. 

La centralización es una amenaza para los bienes comunes de la IA

Más del 60% del desarrollo líder mundial de IA se concentra en un solo estado de EE. UU., California, lo que refleja una alta centralización de la influencia. Este desequilibrio no es solo geográfico; es político y económico. Por ejemplo, xAI fue demandada por usar turbinas de gas en Memphis, Tennessee, para alimentar sus centros de datos. Es un claro ejemplo de un gobierno local desalineado con el llamado de la gente a la regulación ambiental. Sin controles, este poder puede extraer valor de la sociedad mientras externaliza el daño. Este daño se exacerba por la necesidad de la IA de un alto consumo energético, lo que resulta en factores ecológicos que afectan desproporcionadamente a comunidades específicas. 

Los estados de red ofrecen una alternativa: comunidades descentralizadas sin fronteras, donde los ciudadanos digitales cocrean marcos de gobernanza de la IA. Las DAO de impacto integradas en estos sistemas permiten a los participantes proponer, votar e implementar salvaguardias e incentivos, transformando la IA de una herramienta de control en una infraestructura orientada a los bienes comunes. Expandir dónde se representa la IA informará sobre cómo la tecnología se utiliza mejor para un impacto social positivo. 

Hacia una gestión y aplicación de la IA transparentes y regenerativas

La mayoría de los sistemas de IA actuales operan en cajas negras algorítmicas, produciendo efectos en el mundo real sin ninguna intervención o supervisión humana. Desde algoritmos de contratación sesgados hasta sistemas opacos de triaje sanitario, las personas están cada vez más sujetas a decisiones automatizadas sin voz ni voto en cómo se toman.

Los estados de red invierten ese modelo al permitir la gobernanza onchain y registros públicos transparentes. Las personas pueden ver cómo se elaboran las reglas, participar en su formación y salir si no están de acuerdo. 

Las DAO de impacto se basan en esta visión al mitigar el daño e incentivar la reposición de bienes públicos. Invierten en la sostenibilidad a largo plazo de sistemas justos y auditables, creando desarrollos abiertos y transparentes para la comunidad que también pueden invitar a partes externas a participar y contribuir con financiación u otros recursos.

La siguiente fase

Los estados-nación tradicionales tienen dificultades para regular adecuadamente la IA debido a problemas como el contexto digital obsoleto de los legisladores, las políticas fragmentadas y la excesiva dependencia del liderazgo tecnológico tradicional. Los estados de red están construyendo modelos desde cero, con herramientas nativas de la blockchain, coordinación descentralizada y gobernanza programable. Las DAO de impacto, comunidades digitales abiertas y públicas impulsadas por un propósito, pueden desbloquear una nueva era de desarrollo de la IA. Estas comunidades pueden alinear incentivos y construir IA participativa, representativa y regenerativa integrando la blockchain descentralizada y la gobernanza con la IA generativa y agentiva.

Fundamentos para el futuro del bien colectivo

La IA debe considerarse un bien público, no meramente una herramienta de eficiencia. Los nuevos sistemas de gobernanza deben ser abiertos, transparentes y liderados por la comunidad para lograr esto, fomentando una innovación y planificación de desarrollo inteligentes y justas. Podemos construir estos sistemas hoy adoptando los aspectos inclusivos, tecnológicos y filosóficos de los estados de red y las DAO de impacto. Priorizar la inversión en infraestructura que apoye la soberanía digital y el cuidado colectivo es esencial para diseñar un futuro de IA que beneficie a las personas, no solo a los beneficios.

Opinión de: Jarrad Hope, cofundador de Logos.

Este artículo tiene fines de información general y no pretende ser ni debe tomarse como asesoramiento legal o de inversión. Las opiniones, pensamientos y puntos de vista expresados aquí son únicamente del autor y no reflejan ni representan necesariamente las opiniones y puntos de vista de Cointelegraph.