El senador de Carolina del Sur, Tim Scott, líder del Comité Bancario del Senado de EE.UU., planea introducir un proyecto de ley el 6 de marzo para poner fin a la supervisión regulatoria de los riesgos reputacionales de los clientes hacia los bancos, allanando el camino para terminar con una práctica discriminatoria conocida como “debanking”, o dicho de otro modo la exclusión del sistema bancario tradicional, según una nota del Wall Street Journal.

El debanking es una práctica en la que los bancos pueden optar por no hacer negocios con clientes que representen “riesgos reputacionales”. La Reserva Federal define el riesgo reputacional como “el potencial de que una publicidad negativa sobre las prácticas comerciales de una institución, ya sea cierta o no, cause una disminución en la base de clientes, costosas demandas o reducciones de ingresos”.

Al menos 11 legisladores republicanos están reportados como co-patrocinadores del proyecto de ley de Scott, mientras que varios grupos de la industria bancaria planean respaldarlo, según el Wall Street Journal. Estos grupos incluyen al Bank Policy Institute, que se describe como un grupo no partidista que representa a los principales bancos del país. JPMorgan Chase, el banco más grande de Estados Unidos, también expresó su apoyo al proyecto de ley.

Se alega que el debanking ha afectado a empresas de varias industrias durante las últimas dos décadas, incluyendo fabricantes de armas, contratistas de prisiones federales, cannabis y la industria de criptomonedas. La práctica se ha convertido en un tema candente en los últimos cuatro años, con defensores de las criptomonedas afirmando que se orquestó una campaña para debancar a empresas cripto legítimas en Estados Unidos.

Los senadores Kevin Cramer y John Kennedy anunciaron en febrero de 2025 la introducción de un proyecto de ley similar destinado a proteger el acceso justo a los servicios financieros y asegurar que los bancos actúen de “una manera segura y sólida”. En un gesto de bipartidismo, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), de tendencia progresista, ha abogado contra la práctica del debanking.

Guerra contra las criptomonedas y “Operación Chokepoint 2.0”

En noviembre de 2024, Marc Andreessen, cofundador de Andreessen Horowitz, afirmó que más de 30 fundadores empresas tecnológicas y de proyectos de criptomonedas habían sido negados el acceso a servicios bancarios en EE.UU., avivando el debate en torno a la supuesta “Operación Chokepoint 2.0” orquestada por la administración Biden.

En febrero de 2025, el GOP recién en el poder celebró audiencias congresionales sobre el tema, revelando tensiones entre las líneas partidarias pero un acuerdo sorprendente de que el debanking debería eliminarse. Incluso entre las fuentes externas con las que Cointelegraph se contactó, no está claro si la “Operación Chokepoint 2.0” fue un problema real o simplemente “carne retórica para la base del partido republicano”.

Si bien la senadora Elizabeth Warren no mencionó específicamente a las empresas de activos digitales en una audiencia congresional sobre el debanking el 5 de febrero, sí dijo que “si los bancos están adoptando políticas que rutinariamente excluyen a las personas basándose en sus creencias u otras razones ilegítimas, eso está mal, necesita ser detenido”.

Hablando en ETHDenver el 28 de febrero, Caitlin Long de Custodia Bank dijo que nada ha cambiado en la banca cripto de EE.UU. bajo la administración Trump. “La percepción es que ha habido un relajamiento; ninguna de las agencias bancarias federales ha revertido realmente ninguna de las directrices anti-cripto”.

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