Cointelegraph en Español conversó con Raagulan Pathy, fundador y CEO de KAST, la plataforma de dinero global, el último 14 de noviembre en un encuentro digital sobre el panorama cripto en la región, la propuesta diferenciadora de las stablecoins y la importancia de integrar los servicios financieros a un mundo cada día más globalizado.
Inés Gaviña: KAST está avanzando hacia América Latina, ¿Cuál es su propuesta diferenciadora en la región?
Raagulan Pathy: Obviamente aquí ya existen muchas soluciones de stablecoins, pero la mayoría son soluciones locales, propias de cada país latinoamericano. Nosotros estamos trayendo una solución verdaderamente global, una que resultará familiar. La gente aquí es mucho más global ahora: trabajan y viajan a Estados Unidos y Asia. Nuestro factor diferencial es que, muy pronto, podremos enviar dinero fiat hacia y desde cualquier país del mundo. Seremos la solución verdaderamente global.
Inés Gaviña: ¿Cómo ves el panorama cripto, y especialmente el mercado de stablecoins, en América Latina?
Raagulan Pathy: En América Latina, el ecosistema de stablecoins es quizá el más fuerte del mundo. Por dos razones muy simples: la primera es que ha habido mucha inestabilidad económica y contar con dólares que realmente puedas usar es fundamental. Todos en Latinoamérica buscan estabilidad económica. La otra razón es la proximidad con Estados Unidos: la cantidad de dinero que fluye hacia el norte es enorme. No se puede pensar en una mejor región para las stablecoins.
Somos una empresa global y también vemos regiones como Medio Oriente, que están muy vinculadas al dólar, pero encontramos incluso más oportunidades en América Latina. Además, internamente dentro de la región, debido al movimiento constante de dinero entre países y diferentes monedas, tener dólares facilita mucho las transacciones.
Inés Gaviña: ¿Qué soluciones ofrece KAST y cuál es su propuesta de valor? ¿De qué manera puede KAST —y a través de qué servicios— beneficiar a los usuarios cripto latinoamericanos, cuyo número se duplica año tras año según el último informe de Chainalysis?
Raagulan Pathy: Antes de fundar KAST trabajaba en Circle, donde dirigía el negocio en Asia. Circle es conocida por USDC, la segunda mayor stablecoin después de USDT. Yo tenía una tesis: que el futuro es un banco global construido sobre stablecoins. Lo que KAST busca construir es, esencialmente, una experiencia bancaria completa. Eso implica que puedas tener efectivo, ahorros, carteras y, potencialmente, préstamos en el futuro. Es muy simple y accesible para cualquiera, en cualquier lugar.
Creo que el punto más fuerte en América Latina es la enorme cantidad de personas que trabajan de forma remota para empresas de otros países y venden servicios al exterior. Y buena parte de ese grupo son también usuarios cripto. Desarrolladores, diseñadores gráficos que trabajan para empresas en Estados Unidos o Europa y buscan recibir pagos en dólares, conservar esos fondos y ahorrar. También necesitan una experiencia bancaria cuando viajan.
Las stablecoins en la región también protegen a los usuarios de la inflación. Dan estabilidad. Nosotros creemos que podemos construir una marca global muy grande y confiable. Siempre existirán muchas opciones locales en cada país, pero a veces sufren los mismos problemas de estabilidad. Queremos construir un banco global que pueda ser confiado en cualquier parte del mundo, ya sea en América Latina o en Asia: un único banco global para stablecoins.
Comenzamos con usuarios minoristas porque queríamos abarcar la mayor parte del mundo posible, y el próximo año, en el primer trimestre, lanzaremos una plataforma KAST para empresas, que permitirá a los negocios recibir dinero y pagar globalmente.
Inés Gaviña: ¿Las stablecoins compiten con las CBDC? ¿Cuál es tu opinión sobre el avance de las CBDC?
Raagulan Pathy: He hablado de este tema durante mucho tiempo, incluso cuando estaba en Circle. No creo que las CBDC funcionen realmente bien a nivel fundamental. No tengo idea de lo que está haciendo el gobierno de Bolivia, hablo en general. Quizá en países muy grandes, como India, puedan hacerlas funcionar, pero lo que la gente realmente quiere es una moneda global única que pueda moverse libremente por el mundo.
Cuando se intenta que funcionen solo de manera local, la gente siente que el gobierno quiere rastrear sus movimientos a través de las CBDC, controlar su dinero. Muchos países ya las desarrollaron y enfrentaron una adopción muy baja, porque la gente se vuelve escéptica al usarlas. En cambio, quieren stablecoins por exactamente la razón opuesta: las CBDC son muy locales y las stablecoins permiten mover dinero globalmente. Cada vez más personas participan de una economía global; ya no ganan dinero solo localmente, dependen de ofrecer servicios en todo el mundo.
Así que, en lo personal, no soy un gran fan ni un gran creyente de que las CBDC puedan tener éxito. Creo que los gobiernos van a intentarlo, pero los usuarios son bastante escépticos.
Inés Gaviña: ¿Podrías explicar de manera simple qué es una stablecoin para la audiencia no experta de Cointelegraph en Español?
Raagulan Pathy: Una stablecoin es algo muy simple: es esencialmente un dólar estadounidense en Internet. Es un dólar digital que podés tener en tu billetera y enviar a cualquier otra billetera del mundo. Cualquiera puede tener una billetera cripto en su teléfono. No necesitás un banco ni a nadie en el medio. Mientras tengas una billetera cripto, podés enviar dinero a otra persona que también tenga una.
Eso es lo más poderoso. Tenés que encontrar una manera de convertir tu dinero en stablecoins, pero una vez que lo hacés, podés transferirlo muy fácilmente. La mayoría de las stablecoins están vinculadas al dólar y mantienen una paridad fija 1 a 1. Son dólares digitales, así de simple.
Inés Gaviña: ¿Qué significan para vos blockchain y las criptomonedas?
Raagulan Pathy: Llevo treinta años en la industria tecnológica. Lo hermoso de Internet es que le da libertad total a las personas del mundo, sin importar dónde nacieron, cuál es su economía o qué pasaporte tienen. Podés comprar y vender bienes desde cualquier parte del mundo. Pero el problema es que eso nunca se acompañó de servicios financieros.
La belleza de blockchain, de las criptomonedas y de las stablecoins es que por fin llevan servicios financieros a Internet de la misma manera. Yo puedo crear un sitio web en Argentina y hablar con Alejandro por WhatsApp de manera instantánea, pero no podía enviarle dinero de manera instantánea hasta que apareció blockchain. Es el dinero de Internet.
El problema con Bitcoin, Ethereum o Solana es que también son “dinero de Internet”, pero lo usa una proporción muy pequeña de personas. No están tan extendidos como el dólar. Bitcoin, aunque es muy popular, es usado por un grupo relativamente pequeño: cien o doscientos millones de personas. El dólar estadounidense sigue siendo diez veces más grande que todo lo demás en cripto. Y ahí está la belleza de las stablecoins: tienen todos los beneficios de blockchain y toda la infraestructura cripto, pero son dólares.
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