Opinión de: Will Fey, cofundador y desarrollador de contratos inteligentes en Ammalgam
Hablamos de los oráculos como si fueran fontanería: una utilidad invisible que mantiene los precios fluyendo hacia los protocolos. Los oráculos no son una infraestructura neutral. Son dependencias. Con el tiempo, se han convertido en políticas.
DeFi se construye sobre una promesa: mercados sin permisos, sistemas componibles y confianza minimizada.
Sin embargo, en 2025, la mayoría de los principales protocolos de préstamo y trading dirigen sus funciones más sensibles, liquidaciones, comprobaciones de garantías, decisiones de precios, a través de una única red de oráculos.
Esto no es descentralización. Es arriesgado por diseño.
El problema no es nuevo, pero está empeorando
Esto no es una crítica a las personas que desarrollan oráculos. El problema es estructural.
Los protocolos subcontratan el precio para evitar la manipulación, la latencia y los costes de gas. Esto tiene sentido en teoría. ¿Qué ocurre cuando el oráculo se paraliza? ¿Cuando la latencia se dispara a 30 segundos? ¿Cuando una alimentación de datos errónea fuerza liquidaciones masivas de cuentas solventes?
Lo hemos visto suceder. Venus sufrió una espiral de liquidación de 100 millones de dólares desencadenada por una alimentación de datos de precios manipulada. Mango Markets fue vaciado después de que su oráculo fuera manipulado en un ataque coordinado. Fortress DAO perdió millones de dólares debido a la manipulación del oráculo. El evento CRV de Curve en julio de 2024 vio el pánico extenderse por los protocolos de préstamo a medida que los valores alimentados por oráculos caían precipitadamente. En marzo de 2022, Inverse Finance perdió más de 15 millones de dólares cuando los atacantes manipularon el oráculo de precios para tomar prestados más fondos de los que justificaba su garantía.
Los protocolos dijeron repetidamente lo mismo: "Fue un problema del oráculo". Pero esa es la cuestión. Si una única alimentación de datos de precios puede derribar un sistema, eso es un efecto secundario de un grave fallo de diseño.
El peligro no es solo la fragilidad técnica. Es la centralización que se está infiltrando. Cuando los sistemas centrales dependen de unas pocas fuentes de datos privilegiadas, DeFi se vuelve indistinguible de la fintech.
La dependencia del oráculo es una forma de gobernanza blanda
Si la solvencia de tu protocolo depende del próximo tick de precios de Chainlink, entonces Chainlink es una gobernanza ascendente sobre el middleware.
Los oráculos deciden cuándo ocurren las liquidaciones, el valor de tu garantía y cuánto puedes pedir prestado. Eso es un control significativo. Sin embargo, los usuarios no votan las configuraciones de los feeds, no pueden auditar cada paso del proceso de fijación de precios y, a menudo, ni siquiera saben cuándo han cambiado los parámetros críticos.
La lógica de los feeds se puede actualizar, las fuentes se pueden intercambiar o los umbrales se pueden recalibrar sin gobernanza on-chain ni supervisión de la comunidad.
Esto es gobernanza blanda a través de la dependencia, sin votación, opaca y cada vez más trascendente. El resultado es que los usuarios de DeFi dependen sin saberlo de un puñado de actores irresponsables para resultados que afectan a miles de millones en valor. Los proveedores de datos se convierten en gestores de riesgo de facto, incrustados profundamente en la lógica del protocolo sin estar sujetos al mismo escrutinio o controles.
Curiosamente, algunos nuevos participantes han empezado a repensar el modelo centrándose en una infraestructura transparente, la observabilidad on-chain y la minimización de la latencia. Este nuevo enfoque y arquitectura innovadora han ganado tracción en ciertos círculos, incluso apareciendo brevemente en las métricas de DefiLlama antes de ser eliminados. Si Stork se convierte en la alternativa o no, el impulso hacia el pluralismo de oráculos es algo que se esperaba desde hace mucho tiempo.
Es hora de diversificar la pila
Esto no es un rechazo de los oráculos. Es un llamamiento a la opcionalidad.
Los oráculos son útiles, pero no pueden ser la única entrada. Algunas arquitecturas más recientes ya están experimentando con alternativas. Los protocolos están explorando referencias de liquidez on-chain, precios internos basados en AMM y mecanismos de respaldo que se adaptan a la volatilidad o a las actualizaciones fallidas.
La resiliencia significa tener más de una forma de determinar la verdad. Si tu protocolo muere porque un oráculo falla, nunca estuviste descentralizado. Fuiste frágil.
Necesitamos sistemas que recompensen a los participantes por asumir riesgos, penalicen el comportamiento que pone en peligro la liquidez compartida y se adapten en tiempo real al estrés. Y, sobre todo, necesitamos sistemas que no dependan por completo de una infraestructura que el protocolo no controla.
La descentralización debería significar durabilidad
La opcionalidad es el verdadero objetivo final. No porque sea elegante, sino porque es robusta.
DeFi no sobrevivirá solo con código sin confianza; necesita sistemas que puedan doblarse sin romperse. Las elecciones de infraestructura no son solo técnicas, son políticas. Cada dependencia es un voto. Y si seguimos votando por monocultivos de oráculos, no deberíamos sorprendernos cuando se conviertan en guardianes.
Porque cuando ocurra el próximo incidente (y ocurrirá), no querrás ser tú quien explique por qué tu evento de liquidación de 80 millones de dólares fue "solo un problema del oráculo".
Opinión de: Will Fey, cofundador y desarrollador de contratos inteligentes en Ammalgam.
Este artículo tiene fines de información general y no pretende ser ni debe tomarse como asesoramiento legal o de inversión. Las opiniones, pensamientos e ideas expresados aquí son únicamente del autor y no reflejan ni representan necesariamente las opiniones de Cointelegraph.