Los mercados financieros globales han comenzado septiembre con una aversión al riesgo, impulsando al oro y la plata a máximos no vistos en varios años mientras crecen las tensiones geopolíticas y las expectativas de un recorte de tasas por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, según explicó Felipe Mendoza, analista de mercados financieros de ATFX LATAM, en una perspectiva compartida con Cointelegraph en Español.
El análisis de Mendoza destacó que este escenario se produce además en un contexto de señales económicas mixtas en Europa y Asia. Por su parte, mientras los metales preciosos actúan como refugio, el mercado del petróleo sigue presionado por la geopolítica, y la renta variable muestra un comportamiento dispar, configurando un inicio de mes marcado por la incertidumbre.
Tensiones geopolíticas y la agenda de Trump en Estados Unidos
La narrativa en Estados Unidos estuvo dominada por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, quien acusó a India y China de ser "malos actores" en la guerra de Ucrania por su apoyo a Rusia, explicó el análisis, señalando además que la administración estadounidense está intensificando la presión sobre India para que reduzca sus importaciones de petróleo ruso.
Bessent también deslizó que el presidente Donald Trump podría declarar una emergencia nacional de vivienda para enfrentar la escasez de oferta y advirtió que la Fed "ha cometido errores de independencia", destacó el análisis.
Por su parte, Trump reafirmó su estrategia de aranceles para renegociar acuerdos comerciales y, en el ámbito financiero, destacó el inicio de la negociación de los tokens del proyecto World Liberty Financial (WLFI), impulsado por la familia del presidente estadounidense.
Señales mixtas en Europa
El analista explicó que el mercado accionario en Europa logró estabilizarse tras una venta masiva en tecnología la semana anterior, pero los bonos cayeron ante la proximidad de un voto de confianza que amenaza al gobierno francés.
Asimismo, el escenario europeo estuvo marcado por tensiones geopolíticas, mencionó el análisis, con la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, advirtiendo sobre la necesidad de disciplina fiscal en Francia y señalando que la pérdida de independencia de la Fed tendría "implicaciones globales graves".
Por otro lado, “los datos macroeconómicos europeos ofrecieron señales mixtas”, destacó Mendoza, señalando que mientras la tasa de desempleo se mantuvo estable en 6,2%, el índice PMI del sector manufacturero europeo mostró una clara divergencia: mientras España, Italia y Francia registraron expansión, Alemania y Noruega se mantuvieron en zona de contracción, al igual que también Reino Unido, donde “los datos hipotecarios mostraron resiliencia”, añadió.
Asia entre avances tecnológicos y la debilidad de los mercados
Mendoza también destacó la dualidad en territorio asiático. En China, empresas como Xiaomi y Leapmotor “reportaron fuertes entregas de vehículos en agosto, consolidando la transición hacia el sector eléctrico”, explicó. Por su parte, el gigante chino Alibaba mostró un fuerte desempeño del 17% en Hong Kong, “arrastrando consigo a Baidu y Tencent tras un fuerte castigo al sector tecnológico estadounidense”, agregó.
Sin embargo, “los mercados bursátiles asiáticos se mostraron mixtos”, indicó Mendoza, señalando que en Japón, el índice Nikkei-225 cayó un 1,6% después de que Estados Unidos suspendiera permisos a exportadores de equipos de semiconductores hacia China.
Metales preciosos como refugio y el petróleo bajo presión
El comportamiento de las materias primas dejó a la plata superando los USD 40 por onza por primera vez desde 2011, mientras que el oro continuó su escalada hacia un nuevo máximo histórico. Mendoza, atribuyó este movimiento a las “expectativas de recortes de tasas por parte de la Fed”, que aumentan el atractivo de los metales como activo de refugio.
En contraste, el petróleo sigue condicionado por los riesgos geopolíticos, especialmente por la presión de Washington sobre India y las sanciones que llevaron a Irak y Arabia Saudita a suspender ventas a la refinería india Nayara, afirmó el analista.
“En el corto plazo, es previsible un aumento de la volatilidad conforme se acerquen las decisiones de la Reserva Federal, el voto de confianza en Francia y la cumbre de los BRICS”, explicó Mendoza, mientras que “a mediano plazo, la proyección apunta a un reacomodo global en comercio y energía, con riesgos elevados para la renta variable y oportunidades en activos defensivos como metales preciosos y bonos de calidad”, concluyó.
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