Opinión de: Tobin Kuo, fundador y CEO de Seraph

El play-to-earn (P2E) tuvo su momento, "tuvo" su momento, pero ese es el problema. Su tiempo ha pasado. La emoción era la recompensa, no el juego, no el resultado, que se parecía menos a un juego y más a un trabajo por turnos con una interfaz de usuario. 

Para ser justos, los experimentos no fueron inútiles. Demostraron que las billeteras pueden ser controladores, los activos pueden ser portátiles y las comunidades pueden ser copropietarias de los mundos que aman. Pero no debe, y no puede, negarse que los subsidios inclinaron cada elección de diseño hacia mecánicas de extracción. Todo era extracción: reclutar, inflar, cobrar y repetir. 

Con la audiencia encogiéndose al ritmo de goteo del grifo, caen las razones para seguir jugando, y así, permitamos que P2E muera sin palabras de despedida suaves ni un elogio. La desaceleración no debe ser temida ni odiada; es solo un proceso natural de exploración, y ahora, debe considerarse un filtro, uno que obliga a los equipos a construir juegos que alguien jugará incluso si su token nativo llega a cero.

Gaming finance (GameFi) necesita purgar el pensamiento y las mecánicas tradicionales, aprender del pasado y dar tres pasos simples: aumentar el elemento de juego, reducir las ganancias y darle al género la oportunidad de prosperar.

La dolorosa verdad

P2E preparó a GameFi para perseguir el rendimiento de los tokens en lugar del verdadero propósito del juego: la diversión. Los resultados finales son economías que se desmoronan bajo decisiones de diseño que extraen el disfrute en cada giro. Es una dolorosa realidad donde se pagan incentivos más de lo que el juego alguna vez ofreció. 

A medida que la retención colapsó, los nuevos flujos de dinero se ralentizaron, los tokens entraron en espiral y los proyectos cedieron bajo el peso. Los números no mienten. La financiación para los juegos de la blockchain cayó un 93% interanual en el segundo trimestre de este año, mientras que las billeteras activas únicas diarias cayeron en dos dígitos.

Más de 300 juegos Web3 quedaron inactivos, exponiendo lo superficial que era el compromiso cuando las recompensas ya no cubrían el esfuerzo. Fue una píldora dolorosa y amarga de tragar, pero trajo claridad.

Los juegos que no tenían nada que ofrecer más allá de las emisiones están muertos o muriendo, y ahora los constructores se han quedado con los escombros de P2E para reconstruir desde cero. Es hora de lanzar sistemas que realmente entretengan a la gente.

La regulación abre aún más la puerta para amplificar el baño de realidad: un paso saludable para la escena de GameFi. A medida que se trazan líneas claras alrededor de la plaga de bucles de juego donde el dinero es primero y la diversión segundo, los juegos P2E, que simplemente funcionan como máquinas de extracción, son tratados como juegos de azar. 

Considera la nueva legislación de la India que prohíbe los juegos en línea basados en dinero, sometiendo las mecánicas de "ganar primero" a un escrutinio del que no pueden esconderse cada vez que se difuminan en un daño al consumidor o en apuestas. Esto no significa el fin de los juegos on-chain; simplemente está forzando a que los juegos se creen con un propósito adecuado (en lugar de convertirse en motores de juego de azar para ser exprimidos hasta la sequedad).

Los equipos que construyen juegos P2E ahora deben abordar el elefante en la habitación: no más construir para exprimir hasta la sequedad, no más bombo. No más extraer la diversión de los juegos a cambio de tokens inflacionarios y un "juego" fingido. El momento para el juego real es ahora. Ponte a construir.

Propiedad sin extracción

La corrección ya está esbozada en los datos del segundo trimestre. La financiación se está agotando, y los trucos de retención no engañan a nadie. Los juegos construidos sobre hojas de cálculo y programas de emisión nunca fueron construidos con una consideración genuina a largo plazo.

El camino a seguir es la expresión, no la extracción. Se trata de crear mundos donde los reinicios estacionales reciclan el valor de formas nuevas, donde los objetos se sienten genuinamente ganados a través del esfuerzo, la habilidad y la persistencia en lugar de comprados mediante atajos. 

Un sistema saludable respeta la escasez como principio de diseño: los momentos, los logros y los artefactos importan precisamente porque no pueden ser duplicados infinitamente. La idea de que los jugadores principalmente quieren otra fuente de ingresos debe ser descartada. Los juegos no son instrumentos financieros primero; son espacios de creatividad, competición y comunidad.

Es hora de dejar morir el play-to-earn sin arrepentimiento y reconocerlo como un desvío en lugar de un destino. El verdadero impulso de la industria vendrá de regresar a los valores que siempre han sostenido los grandes juegos: alegría, maestría y juego significativo.

La determinación de construir la próxima gran generación de juegos no vendrá de las mecánicas de tokens o de los bucles especulativos, sino de honrar el espíritu de "el jugador primero" que siempre ha impulsado este medio.


Opinión de: Tobin Kuo, fundador y CEO de Seraph.

Este artículo tiene fines de información general y no pretende ser ni debe tomarse como asesoramiento legal o de inversión. Las opiniones, pensamientos y puntos de vista expresados aquí son únicamente los del autor y no reflejan ni representan necesariamente las opiniones y puntos de vista de Cointelegraph.