Opinión de: Lizandro Pieper, Director de Investigación en DeFi Education Fund 

El "derecho a la privacidad" a menudo se encuentra en la mira de los críticos que consideran que la privacidad solo es necesaria para la actividad delictiva y no como un derecho para las personas corrientes que desean mantenerse a salvo y vivir con dignidad. 

Hay quienes en Washington creen que recopilar y almacenar la información personal de millones de estadounidenses es beneficioso para la sociedad, y que las tecnologías financieras en evolución, como las finanzas descentralizadas (DeFi), deberían adoptar tales medidas de recopilación de información o deberían ser prohibidas. 

Esto ignora la realidad de los peligros de crear concentraciones de datos personales sensibles. No es una revelación misteriosa para los estadounidenses corrientes que la información es la mercancía más valiosa del siglo XXI. Debe protegerse o, de lo contrario, corre el riesgo de ser explotada a su costa. 

Desmitificando DeFi

Ipsos y el DeFi Education Fund llevaron a cabo recientemente un proyecto de investigación llamado “Desmitificando DeFi”, que consistió en datos cualitativos y cuantitativos sobre diversos asuntos relacionados con el sistema financiero actual y DeFi, y entre los múltiples hallazgos figuraba una profunda preocupación por la pérdida de privacidad. 

Específicamente, los estadounidenses consideraron que los datos financieros personales no eran seguros y que la privacidad financiera era una ilusión. Más de la mitad (54%) de los estadounidenses encuestados expresaron que el sistema financiero actual no protege adecuadamente su información personal, y un 56% cree que se necesitan cambios en el sistema financiero actual para dar a las personas más control sobre sus datos personales. Menos de un tercio de los estadounidenses cree que el sistema financiero estadounidense es seguro hoy en día.

Filtraciones de datos y desastres

Esto no es sorprendente, dadas las interminables filtraciones y brechas de datos de información personal sensible en los últimos años. No olvidemos la filtración de datos de Equifax en 2017, donde 150 millones de estadounidenses (casi la mitad del país) vieron comprometidos sus nombres, direcciones de domicilio, números de la seguridad social e incluso números de licencia de conducir. 

Desde entonces se han producido muchas filtraciones de datos (casi regularmente, con 3.158 compromisos de datos solo en 2024), y son ventajosas para los delincuentes que utilizan identidades robadas para controlar cuentas financieras, realizar transacciones fraudulentas o desviar fondos, lo que hace que los encuestados consideren la protección de sus datos financieros como un derecho fundamental y un requisito previo para confiar en cualquier sistema financiero, citando las constantes noticias sobre filtraciones de datos y la sensación de que sus datos ya están expuestos y fuera de su control.

Esta no es la única ansiedad relacionada con el sistema financiero entre los estadounidenses. En una entrevista, un residente de Queens, Nueva York, expresó su frustración porque el sistema financiero no ofrece una privacidad real y que no puede realizar grandes transacciones sin sentir que lo observan o que tendrá que explicar sus acciones.

Otro neoyorquino compartió una frustración similar, señalando la falta de libertad al ser rastreado en cada uno de sus movimientos, y las acusaciones injustificadas de actividad sospechosa que se le imputan. 

El mandato de vigilancia

Sin duda, nuestro sistema financiero y el mandato de vigilancia han creado un entorno en el que somos esencialmente culpables hasta que se demuestre lo contrario, o, al menos, así nos sentimos constantemente.

El ojo vigilante de nuestras instituciones financieras y reguladores ha erosionado nuestra autonomía financiera y nuestro sentido de la dignidad, al mismo tiempo que no ha logrado cumplir los objetivos de seguridad nacional y ha puesto en peligro nuestra seguridad y libertad para vivir como elegimos.

Considerando todo esto, entre los encuestados interesados en DeFi, más de la mitad priorizó el control personal completo sobre la seguridad de sus datos personales y financieros.

La autonomía personal derivada de la privacidad es fundamental para la existencia de DeFi, remontándose a los criptógrafos de principios de los años 90, cuando el mundo conoció por primera vez la era de la información y el derecho a la privacidad fue rápidamente erosionado por las tecnologías en desarrollo. 

Entre ellos estaba Phil Zimmermann, quien reconoció: “Avances tecnológicos no permitirán el mantenimiento del status quo, en lo que a privacidad se refiere. El status quo es inestable.”

En ese sentido, las protecciones para aquellos que desarrollan la tecnología que restituye la propiedad de los datos personales y financieros a nuestras propias manos son primordiales. 

La tecnología de vigilancia seguirá evolucionando, y los actores maliciosos seguirán robando la información que se filtra, pero no tenemos que quedarnos de brazos cruzados esperando tales resultados. DeFi presenta soluciones obvias a estos problemas, y los estadounidenses tienen un fuerte deseo de que prevalezcan tales remedios. Nuestros funcionarios electos deben actuar en interés del pueblo estadounidense. 

Es hora de la acción legislativa

Esto significa que el Congreso debe aprobar una legislación que proteja a los desarrolladores de software de la sujeción a requisitos de registro inadecuados y gravosos, así como de procesamientos injustos, y que la Red de Lucha contra los Delitos Financieros (FinCEN) abandone su "regla del mezclador"

Los desarrolladores de software deberían poder seguir creando tecnologías que preserven la privacidad, y los regímenes de recopilación de información existentes deberían modernizarse para que ya no perjudiquen a las mismas personas que la ley pretende proteger.

Si Estados Unidos desea ser el faro de libertad que se declaró, debe trabajar para el pueblo de formas siempre evolutivas y defender el derecho natural a la privacidad de los estadounidenses.

Opinión de: Lizandro Pieper, Director de Investigación en DeFi Education Fund.

Este artículo es solo para fines de información general y no pretende ser ni debe tomarse como asesoramiento legal o de inversión. Las opiniones, ideas y pensamientos expresados aquí pertenecen únicamente al autor y no necesariamente reflejan o representan las opiniones e ideas de Cointelegraph.