Los días en que las criptomonedas eran un centro oscuro para las empresas experimentales de criptografía han quedado en el pasado. 2020 fue un año fundamental para este sector, ya que las criptomonedas han dado grandes pasos hacia la adopción masiva, y tanto los gobiernos como las organizaciones supranacionales y las empresas han entrado de forma significativa en un sector que denominan colectivamente "el espacio de los activos digitales".

Por decisión de las autoridades centralizadas, la criptografía y su principal característica, la privacidad, han quedado relegadas del papel principal que desempeñaban antes como atractivos de la criptomoneda. En su lugar, una gran variedad de aplicaciones de DeFi cada vez más atractivas han tomado el protagonismo gracias a una mejor liquidez, el yield farming y modelos económicos nunca antes vistos.

DeFi cambió las reglas del juego

En la ceremonia de apertura de 2021, las líneas de tendencia no han hecho más que avanzar. El paraguas de DeFi se ha expandido de forma convincente sobre el panorama de las criptomonedas, atrayendo a inversores y entusiastas cuyas preferencias hablan por sí mismas: Las TAE de dos dígitos de DeFi y la fluida experiencia de usuario son simplemente más atractivas que los pequeños y sistémicas beneficios que confiere un exchange centrado en la privacidad.

Y quién puede culpar a los usuarios: mientras los beneficios de la DeFi sigan estando reñidos con la prerrogativa de la privacidad personal, la primera seguirá creciendo a costa de la segunda. Ya no es un amplio desconocimiento lo que frena el interés público por la privacidad, sino una corriente de compensaciones cada vez más amplias a las que los individuos deben renunciar para conservarla. Para que la privacidad se convierta en una característica intrínseca de nuestros futuros sistemas de intercambio, debe liberarse de su carga de exclusividad mutua; solo entonces podrá adoptar la forma de una característica universalmente adaptable, una especie de accesorio prácticamente gratis.

Las finanzas privadas llegarán

Este es el imperativo que ha desencadenado la aparición orgánica del sector más reciente de la tecnología Blockchain, uno que está destinado a perturbar una incipiente industria de las criptomonedas ya conocida por su potencial disruptivo. Bajo el nombre de "PriFi", la nueva campaña de finanzas privadas devuelve la privacidad on-chain, es decir, a los ecosistemas Ethereum y Polkadot, para integrar la privacidad en una sólida red de aplicaciones de finanzas descentralizadas en rápida evolución.

Hasta ahora, las soluciones de privacidad han permanecido aisladas en cadenas de bloques independientes y enfocadas en la privacidad, aisladas de las características en constante expansión del ecosistema DeFi. Por lo tanto, la campaña de las finanzas privadas no aspira tanto a facilitar a los usuarios el acceso a la privacidad en sí misma como a prescindir de las compensaciones, las fronteras y las restricciones, y su visión no podría llegar en un momento más importante.

GameStop es el catalizador

Desde la creación histórica de las criptomonedas tras la crisis financiera de 2008, nada ha unido más decididamente a los inversores minoristas del mundo que las payasadas del mercado a finales de enero apodadas por la NBC como "la GameStop-manía". Cuando varios fondos de cobertura de alto perfil fueron sorprendidos con posiciones cortas excesivamente apalancadas, los inversores minoristas se congregaron en masa en una comunidad en línea de Reddit llamada "r/Wallstreetbets" con el fin de hacer subir los precios de los activos subyacentes a las posiciones cortas de los fondos, entre los que destacan las acciones de GameStop y AMC.

Tras varios estrangulamientos de posiciones cortas (short squeezes) en los que los fondos  sobreapalancados se vieron obligados a pagar miles de millones para cubrir sus posiciones cortas, las empresas centralizadas, como Robinhood, Charles Schwab, TD Ameritrade y otras, restringieron la actividad comercial con las acciones que se apreciaban exponencialmente, protegiendo así el capital restante de los fondos expuestos. Asombrados, indignados y abandonados, los traders minoristas sólo pudieron especular que reuniones informativas y acuerdos por debajo de la mesa llevaron a los controles autoritarios coordinados del mercado.

Pero, como ocurre con todas las manías, financieras o de otro tipo, las pérdidas y los agravios ofrecen oportunidades para aprender y adaptarse. Para los minoristas de 2021, esto ha significado el despertar a un par de conclusiones aleccionadoras: que los mercados centralizados sólo siguen siendo libres mientras sirven a los poderes centralizados y que la vigilancia es una característica de apoyo primaria empleada por tales estructuras de poder.

A la luz de las restricciones comerciales impuestas a las acciones GameStop y AMC, entre otras, una nueva oleada de inversores minoristas se dirige ahora al espacio de las criptomonedas para hacer su próximo movimiento. Pero esta vez no se trata de los activos digitales nativos del espacio cripto, sino de una nueva línea de derivados emergentes: activos sintéticos completamente privados y on-chain, cuyos valores se fijan de forma segura a los instrumentos financieros tradicionales: acciones, commodities, bonos, productos de seguros y otros.

Este artículo no contiene consejos o recomendaciones de inversión. Cada inversión y movimiento comercial implica riesgos, debes realizar tu propia investigación al tomar una decisión.

Los puntos de vista, pensamientos y opiniones expresados aquí son solo del autor y no necesariamente reflejan o representan los puntos de vista y opiniones de Cointelegraph.

Alex Shipp es un escritor y estratega profesional en el espacio de los activos digitales con experiencia en finanzas y economía tradicionales, así como en los campos emergentes de la arquitectura de sistemas descentralizados, la economía de tokens, la cadena de bloques y los activos digitales. Alex ha estado involucrado profesionalmente en el espacio de los activos digitales desde 2017 y actualmente se desempeña como estratega en Offshift, escritor, editor y estratega de la Fundación Elastos, y es un representante del ecosistema en la DAO, Cyber Republic.

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