La computación cuántica representa la mayor amenaza tangible para el futuro y la seguridad de la red Bitcoin. Sin embargo, la amenaza cuántica no se limita a la posible ruptura de la criptografía de Bitcoin, también tiene un componente financiero.
Es probable que las acciones de empresas del sector superen la valorización anual del precio de Bitcoin en un 50% en los próximos cinco a diez años, según Charles Edwards, fundador de la gestora de inversiones Capriole Investments.
La previsión se basa en la capitalización de mercado relativa de las empresas de computación cuántica de capital abierto, que es comparable a la de Bitcoin () en 2015, y en el tamaño del mercado potencial del sector, explica Edwards:
“Dada la amplitud y profundidad de los sectores que la tecnología cuántica moldeará, desde la medicina hasta la IA, pasando por la ciencia de los materiales, las finanzas, las comunicaciones y mucho más (esencialmente todos los sectores), esperamos ver un momento tipo ‘ChatGPT’ en algún momento de los próximos años. El desbloqueo de valor real y decisivo acelerará la valorización de esta clase de activos a la casa de los billones.”
En el boletín de análisis de mercado más reciente de Capriole, Edwards proyecta que los ingresos de las empresas de computación cuántica alcancen al menos 2 billones de dólares en los próximos diez años. En ese caso, si las empresas de capital abierto en Estados Unidos capturan solo el 5% de ese valor (algo conservador en comparación con otras empresas de tecnología de punta), la Tasa de Crecimiento Anual Compuesto (CAGR) de sus acciones sería un 50% mayor que la de Bitcoin.
Este cálculo considera que la capitalización de mercado de Bitcoin superará la del oro en el mismo periodo, superando los 20 billones de dólares. Incluso en este escenario optimista para el criptoactivo, la CAGR de Bitcoin sería del 26%, mientras que la de las acciones de computación cuántica alcanzaría el 36%.
La CAGR mide el crecimiento promedio anual de una inversión a lo largo de un periodo específico, considerando la reinversión de las ganancias. Se utiliza para suavizar las fluctuaciones y ofrecer una métrica única de rentabilidad para la comparación.
Invertir en acciones de QC es una estrategia de cobertura contra la amenaza cuántica
Edwards sugiere que una estrategia de “cobertura perfecta” contra la amenaza cuántica exige la creación de una correlación inversa entre activos que comparten el mismo factor de riesgo, pero de lados opuestos:
“Si tú posees una cantidad significativa de Bitcoin, probablemente es sabio tener alguna asignación en acciones de QC como una cobertura de portafolio en caso de que un escenario catastrófico se materialice.”
Edwards asume que cuando un ordenador cuántico suficientemente potente sea desarrollado para romper la criptografía de Bitcoin, el mercado de criptomonedas enfrentaría una ola masiva de ventas en pánico debido al compromiso de la seguridad de la red.
Simultáneamente, las acciones de las empresas de computación cuántica registrarían una valorización significativa, ya que el mercado reconocería el valor comercial y estratégico de la tecnología emergente.
La estrategia reconoce que la computación cuántica representa simultáneamente la mayor amenaza para Bitcoin y una oportunidad de inversión independiente, creando una dinámica donde las eventuales pérdidas en criptomonedas pueden ser compensadas por las ganancias en acciones de QC.
En un escenario positivo, en el cual los desarrolladores de Bitcoin consiguen crear soluciones resistentes a la computación cuántica, las ganancias serían potenciadas, dado que las acciones de computación cuántica ya vienen presentando un rendimiento superior al de Bitcoin, afirma Edwards:
“Nuestras posiciones en QC superaron a Bitcoin y han sido la parte de mejor rendimiento de nuestro portafolio desde la primera adquisición hace un año.”
¿Por qué la computación cuántica es una “amenaza existencial” para Bitcoin?
La computación cuántica representa un riesgo existencial para Bitcoin a largo plazo, según Edwards. Un ordenador cuántico suficientemente potente puede utilizar el algoritmo de Shor para derivar claves privadas a partir de claves públicas expuestas en la blockchain, funcionando como una llave maestra capaz de abrir cualquier cartera protegida por la criptografía ECDSA de Bitcoin.
El tiempo disponible para mitigar la amenaza es menor de lo que muchos inversores imaginan. Edwards estima que “el algoritmo de seguridad de Bitcoin podrá ser roto por un ordenador cuántico en 3 a 6 años en el peor escenario posible”, basándose en las tasas de crecimiento actuales y proyectadas en qubits por empresas y especialistas del sector.
Así como ocurrió con ChatGPT, los avances de la computación cuántica pueden ocurrir “más pronto de lo que muchos piensan”, afirma el ejecutivo. Él alerta que China está “gastando cinco veces más en QC que EE. UU. y mantiene sus investigaciones ampliamente ocultas”.
El verdadero desafío de la comunidad de criptomonedas no reside en la capacidad técnica de hacer que Bitcoin sea resistente a la computación cuántica, sino en la velocidad de implementación de los cambios necesarios. Edwards calcula que “si todos decidieran mover sus Bitcoins a nuevas carteras resistentes a la computación cuántica, el procedimiento tardaría 30 días”, considerando que la red procesa “diez transferencias por segundo en un buen día”.
Incluyendo pruebas y tráfico orgánico, el proceso se extendería a "3 a 6 meses", como mínimo. Añadiendo el tiempo necesario para alcanzar un consenso e implementar la actualización, la proyección optimista de Edwards estima un plazo de 12 meses para mover la red Bitcoin a un sistema a prueba de computación cuántica.
Según informó recientemente Cointelegraph, Sui Research desarrolló un método de actualización de billetera resistente a la computación cuántica, pero la solución no se aplica a las redes Bitcoin y Ethereum ().
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