La mayoría de nosotros necesitamos una muy buena razón para comprar algo. Algunos compran por moda. Pero eso no funciona para muchos. Es decir, no siempre es un asunto de popularidad. En el fondo, lo más importante es la utilidad. ¿Cómo, esa compra, mejorará nuestras vidas? Cuando hablamos de Bitcoin, debemos pensar en estos términos. O sea, en términos de utilidad. ¿Bitcoin es bueno para mí? ¿Cómo? ¿Por qué?

Cuando hablamos de utilidad y tecnología, debemos enfocarnos en el problema que soluciona o en los poderes que otorga. Pero no solo eso. También debemos hacer un análisis comparativo de las alternativas. En el caso de la bicicleta, debemos analizar sus usos, ventajas y desventajas en comparación al caballo, el caminar, el automóvil, el avión, el barco, y el helicóptero. Aquí el problema es el transporte. Y debemos considerar variables como consumo de energía, costos, espacio, comodidad, velocidad, regulación, seguridad, simbología, etc. 

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Claro que no siempre se trata la máquina como tal. También debemos considerar otros elementos como nuestra situación personal. Si tenemos que viajar a Europa, la mejor opción es el avión. Pero si la idea es hacer ejercicio los fines de semana, tal vez la bicicleta sea la mejor opción. Si debemos ir a la próxima ciudad, el tren o el automóvil puede ser la mejor alternativa. Pero si la próxima ciudad es una isla, tal vez lo mejor sea ir en barco. En fin, siempre hay un factor tecnológico y un factor humano en el tema de la utilidad. 

Ahora bien, hablamos de Bitcoin. Hablar de Bitcoin no siempre es fácil, porque hay mucho fanatismo. Muchos se vuelven religiosos con Bitcoin. Lo que por lo general complica las cosas. Porque demasiada pasión nubla la mente. Para algunos, Bitcoin se ha convertido en una causa que se defiende a un nivel muy personal. Esto podría explicar el por qué algunos no toleran las críticas o, incluso, los chistes en torno a Bitcoin. Hace poco, algunos comediantes venezolanos hicieron un par de chistes sobre Bitcoin y los ataques por parte de algunos bitcoiners enfurecidos aún no paran. Al parecer, el fanático no tiene sentido del humor. Todo parece indicar que la utopía libertaria bitcoin no es tan libre para los comediantes. Algo que francamente me parece patético. 

En fin, Bitcoin es muchas cosas para muchas personas. Si le preguntas a un fanático del Bitcoin, Bitcoin es la salvación del mundo. Es el mesías que ha llegado para vencer las sombras en este mundo corrupto y decadente. Pero el fanatismo no es para todo el mundo. Se requiere cierto temperamento para ser un fanático. Es decir, se requiere una configuración psicológica muy particular para ocupar ese rol. Muchos preferimos las posturas más moderadas. O sea, el pragmatismo en la eterna búsqueda por conveniencia. 

Ahora bien, para empezar, Bitcoin puede ser muy útil debido a su gran accesibilidad y versatilidad. Las virtudes de la tecnología. Es decir, Bitcoin es digital, no presenta trabas regulatorias y posee elementos pseudoanónimos. Lo que quiere decir que, en algunos casos, con Bitcoin, podemos hacer cosas que normalmente no podemos hacer con el dólar. Bien sabemos que no siempre es fácil abrir una cuenta bancaria en dólares para las personas en otros países. Eso es un obstáculo para muchos, sobre todo, cuando se trata de hacer transacciones en el exterior o en Internet. Es decir, no todos cuentan con una cuenta bancaria en el exterior o una tarjeta de crédito. Y, para las personas que sí tienen, los controles en muchos casos son excesivos. 

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Con frecuencia, surgen ocasiones cuando requerimos realizar una transacción, internacional o no, pero no podemos hacerla gracias a impedimentos regulatorios o técnicos. Por ejemplo. Compañía X en país Y contrata a empleado A en país B. Pero el empleado A no tiene una cuenta bancaria en el país Y. Y la compañía X no tiene cuenta bancaria en el país B. Bueno, esta especie de mercado laboral informal internacional que comúnmente llamamos gig economy se puede beneficiar bastante con el uso de Bitcoin. Abrir una cartera Bitcoin es sumamente sencillo y accesible. Además, Bitcoin no conoce de fronteras. Ah, aquí podemos incluir las remesas. Bitcoin podría jugar un rol ahí también. 

Ahora hablemos del mundo de la economía gris. Me refiero a estas cosas que no son necesariamente malas o inmorales, pero por alguna razón están sujetas a muchas regulaciones. Aquí se podría incluir la pornografía, la prostitución, los juegos de azar, las drogas, y el comercio de divisas (en el caso de jurisdicciones con controles cambiarios). Muchos bancos tienen problemas con estos rubros debido a la presión gubernamental. Entonces, con frecuencia, no es fácil hacer pagos con tarjetas de crédito para apostar en un casino en línea, por ejemplo. O no es fácil obtener divisas extranjeras por las vías oficiales en algunos países. Entonces, en estos casos, Bitcoin puede resultar sumamente útil por su accesibilidad y sus elementos pseudoanónimos que dificultan la fiscalización. En Venezuela y Argentina, por ejemplo, el mercado paralelo del dólar depende bastante de Bitcoin. 

Adicionalmente, más allá de estos usos prácticos, Bitcoin tiene una utilidad como activo especulativo. Es decir, el acto de acumular Bitcoin ofrece una oportunidad financiera. Porque podemos comprar Bitcoin hoy y beneficiarnos de su futura apreciación. Claro que este uso tiene un gran riesgo debido a la elevada volatilidad del vehículo. Sin embargo, también presenta una enorme oportunidad. Es decir, es un activo con mucho potencial que se debe comprar con muchísima prudencia. ¡Ojo! No caer en falsas expectativas. No escuchar falsas promesas. Para nada es una inversión segura. Bitcoin hoy está alto, y mañana puede bajar violentamente. Eso quiere decir que solo debemos usar capital de riesgo para comprar Bitcoin. Nunca un crédito y jamás bajo la presión del tiempo. 

Si no entiendes de Bitcoin, lo mejor es no invertir en Bitcoin. Si no te sientes cómodo con Bitcoin, lo mejor es no invertir en Bitcoin. Si piensas que Bitcoin es dinero rápido y fácil, cuidado. Obviamente están escuchando la fuente equivocada. 

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Ahora bien, ¿para que no es Bitcoin? Bitcoin es un activo sumamente volátil. Lo que implica que si lo que buscas es estabilidad ante la inflación (o hiperinflación), esa no es tu mejor opción. El dólar y el euro son vehículos mucho más estables. Eso es particularmente cierto a la hora de asumir obligaciones. El crédito siempre es mejor en moneda débil. El dólar sería la segunda mejor opción. Pero asumir una obligación en Bitcoin sería una verdadera locura. 

Bitcoin tampoco es la mejor opción en el comercio minorista. Hacer pagos en fiat en la mayoría de los casos es la alternativa más inteligente. En lo personal, prefiero no gastar mis bitcoins. A veces vendo Bitcoin para obtener algo de fiat. Pero el gasto como tal prefiero hacerlo en fiat. No me refiero a una transacción internacional problemática de hacer por las vías tradicionales. Me refiero a comprar un café en la cafetería de la esquina. En este caso, el papel o la tarjeta me resulta más cómodo y conveniente. Es decir, Bitcoin no es una panacea. No es útil para todos los aspectos de la vida. Es una herramienta como cualquiera. En algunos casos, es muy útil. Pero, en otros casos, no tanto. Tiene sus pros y sus contras. Este bus no es para todo el mundo, pero sí es para muchos. Pero, si te gusta Bitcoin, por favor, deja a los comediantes tranquilos. No te fanatices. Ten sentido del humor.