En el mundo de las criptomonedas, cada día surgen nuevos proyectos, innovaciones y avances que prometen revolucionar el sistema financiero y la sociedad. Sin embargo, también es un mundo lleno de riesgos y peligros. Entre ellos, las estafas. Así de sencillo. 

Una estafa es un delito que se comete cuando alguien engaña a otra persona para obtener un beneficio económico o de otro tipo. El estafador utiliza mentiras, artimañas o estratagemas para manipular a la víctima y hacer que le entregue dinero, bienes o información personal.

Las estafas no son algo nuevo, pero en el espacio cripto han adquirido una nueva dimensión. Los estafadores se aprovechan de la falta de regulación, la volatilidad, la complejidad y la ignorancia de muchas personas para perpetrar sus fraudes.

¿Qué es una estafa y cómo distinguirla de una inversión riesgosa?

Todos hemos escuchado alguna vez historias de personas que han sido engañadas y han perdido su dinero, sus bienes o su información por culpa de un estafador. Pero, ¿qué es exactamente una estafa y cómo podemos diferenciarla de una inversión riesgosa que no salió como esperábamos?

Una estafa es un acto delictivo que consiste en engañar a alguien para obtener un beneficio a su costa. Para lograrlo, el estafador usa trucos, mentiras o falsedades para convencer a su víctima de que le entregue algo de valor. El estafador tiene la intención de aprovecharse de la confianza de su víctima y causarle un daño.

Un negocio riesgoso o una inversión riesgosa, en cambio, es una actividad económica que implica asumir cierto grado de incertidumbre sobre los resultados. Puede ser una inversión, una compra, una venta o cualquier otra operación que tenga potenciales ganancias o pérdidas. El responsable de un negocio riesgoso no tiene la intención de engañar a nadie, sino de obtener un beneficio legítimo.

La clave para distinguir una estafa de un negocio riesgoso es la intención del responsable. El estafador quiere engañar, el empresario quiere emprender. El estafador busca el beneficio propio, el empresario busca el beneficio mutuo. El estafador causa un perjuicio, el empresario asume un riesgo.

Por supuesto, no siempre es fácil saber cuál es la intención de una persona. A veces, puede haber casos intermedios o ambiguos, donde no se sabe si hubo engaño o no, o si hubo mala fe o no.

Todos estamos expuestos a las estafas, pero hay algunas razones que nos hacen más susceptibles a ellas. Una de ellas es la confianza: a veces confiamos demasiado en los demás y nos dejamos engañar por sus mentiras. Otra razón es la presión: los estafadores nos hacen sentir que tenemos que tomar una decisión urgente, sin darnos tiempo para pensar o consultar. También influye la desesperación: Cuando enfrentamos una situación difícil, ya sea por una enfermedad, una deuda, o la pobreza, podemos sentir la tentación de buscar una solución fácil y rápida. Claro, la codicia, también, nos expone a ser víctimas de estafas. Por último, la falta de conocimiento: si no sabemos cómo reconocer las señales de una estafa, podemos ser víctimas de ella.

Algunos de los tipos más comunes de estafas en el espacio cripto son:

Pirámides o esquemas Ponzi: Son sistemas que prometen altos rendimientos a los inversores, pero que en realidad se sostienen con el dinero de los nuevos participantes.

Phishing o suplantación de identidad: Son ataques que buscan obtener las credenciales o los datos personales de los usuarios mediante el envío de correos electrónicos, mensajes o sitios web falsos que se hacen pasar por entidades legítimas.

ICO o IEO fraudulentas: Son ofertas iniciales de monedas o de intercambio que lanzan proyectos falsos o sin valor para recaudar fondos de los inversores.

Estos son solo algunos ejemplos, pero hay muchos más.

¿Qué se puede hacer para evitar caer en estas trampas? ¿Qué papel juegan la regulación y la educación en la prevención y el combate de las estafas en el espacio cripto?

La regulación puede ayudar a combatir las estafas en el espacio cripto de varias maneras:

Mayor supervisión de las entidades financieras y empresas: La regulación puede exigir a las entidades que operan con criptomonedas que cumplan con ciertos requisitos legales, técnicos y de seguridad, como tener una licencia, una auditoría, un seguro o un fondo de reserva. Esto puede reducir el riesgo de que estas entidades sean fraudulentas, insolventes o vulnerables a ataques.

Leyes más severas contra el fraude: La regulación puede establecer sanciones más duras para los responsables de estafas en el espacio cripto, como multas, decomisos, inhabilitaciones o penas de cárcel. Esto puede disuadir a los potenciales estafadores y facilitar la persecución y la recuperación de los fondos robados.

Acuerdos internacionales: La regulación puede fomentar la cooperación entre los diferentes países y organismos para compartir información, coordinar acciones y armonizar criterios sobre las criptomonedas. Esto puede mejorar la detección, la prevención y la respuesta ante las estafas que trascienden las fronteras nacionales.

La educación: una herramienta fundamental

La educación es una herramienta fundamental para prevenir y combatir las estafas en el espacio cripto. La educación implica el desarrollo de conocimientos, habilidades y actitudes que permitan a las personas comprender, analizar y actuar de manera informada, crítica y responsable en el mundo de las criptomonedas.

Claro, la educación puede enfrentarse a la desinformación y la confusión que generan los medios de comunicación, las redes sociales o los propios estafadores sobre las criptomonedas. Esto puede dificultar el acceso, la comprensión y la evaluación de la información veraz y de calidad sobre las criptomonedas. ¡Ojo!

Conclusión: una reflexión necesaria

Las estafas en el espacio cripto son un problema grave que afecta a miles de personas y que daña la reputación y el potencial de las criptomonedas. Para evitar y combatir este problema, se requiere de una reflexión y una acción conjunta de todos los actores involucrados en el espacio cripto: usuarios, inversores, emprendedores, desarrolladores, reguladores, educadores, medios de comunicación, etc.

La regulación y la educación son dos herramientas clave que pueden contribuir a prevenir y combatir las estafas en el espacio cripto, pero que también tienen sus efectos negativos o insuficientes. Por ello, se necesita de un equilibrio y una complementariedad entre ambas, así como de una adaptación y una innovación constantes.

Las criptomonedas son una oportunidad única para transformar el mundo y mejorar la vida de las personas. Pero también son una responsabilidad compartida que exige de un compromiso ético y social. No dejemos que las estafas nos roben el sueño de un futuro mejor.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.