Este artículo no contiene consejos de inversión o recomendaciones. Cada movimiento de inversión y negocio implica riesgos, debes realizar tu propia investigación al tomar una decisión.
En el 2017, las criptomonedas oscilaban salvajemente en valoraciones diarias. A pesar de una trayectoria en su mayoría ascendente, el mercado sigue siendo susceptible a fluctuaciones impredecibles y en ocasiones extremas en los precios.
Si bien parte de esta volatilidad puede atribuirse a cómo se concibió el modelo de criptomoneda actual —a saber, su naturaleza deflacionaria— y al hecho de que la mayoría de las monedas aún se consideran principalmente como inversiones y activos especulativos, también ha habido factores externos que impulsan el precio.
El foco creciente en Bitcoin y sus contemporáneos digitales llevó a que la criptomoneda original se disparara en valor. Este ascenso meteórico resultó en una amplia participación en el mercado, invitando a los inversores minoristas en masa a la criptoindustria. Sin embargo, también centró la mirada de los gobiernos y los actores internacionales en la industria, un factor que tiene y podría desempeñar un papel importante en esta volatilidad, especialmente si los esfuerzos regulatorios pasados son una indicación.
Un ejemplo prominente de cómo las regulaciones pueden llevar a consecuencias no deseadas en los mercados financieros viene por cortesía de la Ley Dodd-Frank posterior a la crisis. Debido a las restricciones impuestas a los bancos que captan depósitos, muchas instituciones financieras prominentes se vieron obligadas a reducir sus actividades de creación de mercado en ciertas clases de activos para alcanzar los ratios de capital más altos que exigen las reglamentaciones. En efecto, la reducción en la liquidez de creación de mercado perjudicó el proceso de descubrimiento de precios. Especialmente en el mercado de bonos, que no es tan líquido como el mercado de divisas o de valores, es concebible que resulte en un efecto de bola de nieve que amplifique los movimientos de precios direccionales en lugar de reducir la volatilidad general.
A pesar de las mejores intenciones de los reguladores, los valores de las criptomonedas siguen estando estrechamente relacionados con la especulación y el optimismo. Por esta razón, los cambios drásticos en las políticas pueden tener un impacto desproporcionado en la dirección a corto plazo, como lo demostraron varios ejemplos destacados durante el año pasado.
No obstante, el impacto a largo plazo es un poco más peligroso, ya que muchas de estas regulaciones tienen sólo unos meses. Aun así, si bien podrían conducir a un mercado más estable en el futuro, una gran cantidad de preguntas sobre el asunto muestra qué tan efectivas serán realmente las reglamentaciones, y hasta qué punto tendrán un impacto en los precios en el futuro.
Por qué las regulaciones afectan los precios
El auge original en las criptomonedas ocurrió en un entorno no regulado. A pesar de que los medios informativos y los inversores prestaron más atención al mercado, los reguladores y los actores internacionales permanecieron en gran medida distantes de la acción, y los precios continuaron aumentando sin cesar.
Mientras que en el 2017 los organismos reguladores dan los primeros pasos para controlar el mercado, en la década anterior se produjeron criptomonedas que evolucionaron y crecieron relativamente sin restricciones. Para los reguladores, esto significaba intentar encajonar en un sistema que creció caóticamente principalmente por diseño.
Esta tendencia fue ampliamente visible gracias al crecimiento explosivo en el financiamiento de las ICO que muchas empresas de Blockchain obtuvieron el año pasado. En el 2017, las nuevas empresas basadas en Blockchain alcanzan un monto inédito de $4 mil millones en financiamiento incluso cuando los reguladores como la Comisión de Bolsa y Valores comenzaron a circular. El aumento de capital no estuvo exento de fallas, con varios incidentes muy publicitados que subrayaban la anarquía relativa del modelo actual.
Hartej Sawhney, cofundador de Hosho, una firma de auditoría y seguridad de contratos inteligentes Blockchain que ha visto y auditado una gran cantidad de contratos inteligentes, acotó:
"Actualmente no existe un organismo regulador que esté aplicando prácticas estándar para las empresas dentro del ecosistema Blockchain.
El número de ataques de alto perfil y violaciones de datos exitosos también son indicativos de las debilidades de seguridad que muchas empresas y organizaciones tienen, pero eligen ignorar debido a la falta de regulación, que es un factor importante para la volatilidad de los precios de las criptomonedas.
Los proyectos sofisticados dentro del ecosistema de Blockchain solo obtendrán un mayor respaldo de los inversores y las criptobolsas cuando surja un entorno regulatorio.
Tener claridad sobre las leyes es mejor que nada. Gibraltar es un gran ejemplo de una nación que ha dejado clara su postura sobre la regulación del espacio Blockchain, por lo que las empresas en todo el mundo se están congregando para incorporarse allí."
Este 'salvaje oeste', el mercado de criptomonedas se catalizó, ha tenido un impacto psicológico en los inversores. Debido a la naturaleza descentralizada y la falta de estructuras de poder inherentes a las criptomonedas, muchos ven las regulaciones como una táctica que podría obstaculizar este crecimiento explosivo, y reducir la volatilidad que ha sido un sello distintivo de la industria.
Reacción del mercado
El resultado es un mercado en el que las noticias o la especulación de la próxima regulación conducen a movimientos masivos en una dirección u otra, ya que los inversores se apresuran a vender monedas o comprarlas, creando inestabilidad en los precios y cambios bruscos en las valoraciones. Bitcoin, por ejemplo, perdió casi la mitad de su valor a través del intercambio popular. Coinbase inició una investigación interna sobre las prácticas fraudulentas y la posible manipulación del mercado en su plataforma.
Más recientemente, los precios de la mayoría de las criptomonedas cayeron significativamente después de que los reguladores de Corea del Sur anunciaron que prohibirían completamente las criptomonedas, o al menos implementarían controles significativos en el mercado.
El resultado fue una caída de más del 15% en Bitcoin, mientras que Ethereum, Ripple, Litecoin y la mayoría de las demás criptomonedas perdieron montos de dos dígitos en capitalización bursátil en cuestión de horas.
Pero no todas las regulaciones resultan en choques negativos. Después de que el gobierno de Corea del Sur cambió su táctica y sonó una nota más positiva, las criptomonedas rápidamente revirtieron su caída y generaron un importante impulso ascendente.
Incluso antes de eso, el abrazo público y externo de las criptomonedas de Japón ayudó a impulsar los precios de Bitcoin a sus máximos históricos.
Después de caer a cerca de $3 000 después de una prohibición china de las criptomonedas en septiembre, los precios subieron un 96 por ciento a $5 855 después de las noticias. El anuncio del país de la legalización de Bitcoin como método de pago generó un nuevo frenesí en Asia para comprar criptomonedas.
Adv. Aviya Arika, directora de Blockchain Innovation en Porat & Co. Law Firm, que ha estado lidiando con entornos regulatorios inciertos durante mucho tiempo, señaló:
"Al contrario de lo que tu instinto te pueda decir, la regulación realmente hace florecer los precios de las criptomonedas.
La incertidumbre regulatoria, así como las prohibiciones absolutas de los gobiernos, han demostrado ser dañinas para los criptomercados.
Cuando un inversor/usuario no está seguro acerca de cómo se les cobrará impuestos cuando vendan sus criptomonedas, o acerca de la mera legitimidad del uso de criptomonedas, lo más probable es que se mantengan al margen o simplemente las mantengan hasta nuevo aviso. Estos comportamientos conducen a un mercado bajista.
Sin embargo, cuando los reguladores ilustran cómo, sobre la manera en que ven la criptomoneda, los inversionistas y los usuarios se sienten más seguros con respecto a la forma en que pueden usar éstas, ya sea como medio de intercambio, como instrumento financiero o de cualquier otra forma.
En términos generales, creo que a medida que más jurisdicciones regulen y aclaren los estados legales de las criptomonedas, los criptomercados se volverán sustancialmente más estables y ampliamente adoptados."
Además, la introducción de las criptomonedas en las inversiones convencionales ha resultado desigual en el mejor de los casos. Cuando el Chicago Board Options Exchange anunció que comenzaría a ofrecer contratos de futuros de Bitcoin, la negociación se detuvo tres veces en seis días luego de que los precios oscilaran demasiado, lo que provocó alertas y tiempo de inactividad.
En general, el sentimiento del usuario aún supera las capacidades de las criptomonedas para retener el valor, y la divergencia de los activos del mundo real, como el oro, significa que la especulación y las reacciones instintivas continuarán teniendo un impacto desproporcionado en las fluctuaciones de los precios.
El largo plazo permanece brumoso
Incluso con la creciente atención que se presta al sector, las criptomonedas siguen siendo un misterio para muchos observadores financieros que intentan proyectar los precios. A pesar de su existencia de casi 10 años, la industria de las criptomonedas sigue en su infancia. Recientemente, los reguladores han comenzado a pensar en formas de restringir algunas de las prácticas más peligrosas que abundan en el mercado, pero se han topado con desafiantes vientos en contra.
La mayoría reconoce que blockchain —la tecnología subyacente que soporta las muchas características populares de las criptomonedas— es un componente vital del futuro, pero la regulación de un mercado más amplio también ha demostrado hasta ahora poner un freno al sector blockchain.
Además, las ICO siguen siendo una gran preocupación para los gobiernos y los reguladores que consideran su alta vulnerabilidad al fraude, el robo, la piratería y otras prácticas poco éticas.
La corta edad del sector también dificulta medir el impacto a largo plazo de las regulaciones. Incluso después de sus oscilaciones de precios más violentas, los precios de Bitcoin se han autocorregido, al igual que la mayoría de las otras criptomonedas. Las regulaciones de efectos reales en todo el mundo tendrán cada vez más claridad, pero la imagen sigue siendo turbia.
El 2018 debería ser un importante indicador de cómo las regulaciones afectan a la industria. Mientras tanto, los inversionistas deben permanecer siempre atentos considerando que hay más y no menos regulación en el horizonte, lo que probablemente genere reacciones violentas a corto plazo, a la vez que las estrategias de inversión a largo plazo sean, en el mejor de los casos, una suposición.